El primer convoy integrado por 13 ambulancias y 20 autobuses comenzó los traslados del este de Alepo a la zona occidental, fuera del distrito urbano, una región controlada por los rebeldes.
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Cientos de personas, sobre todo civiles y heridos, fueron evacuadas hoy (15.12.2016) del último reducto bajo control rebelde en el este de Alepo, en el inicio de una operación supervisada por la ONU que hizo que el presidente sirio, Bashar al Assad, declarara la ciudad norteña "liberada" de opositores.
Poco después del inicio de la evacuación, tras meses de asedio por parte de las fuerzas del Gobierno y de fuertes combates, Al Assad consideraba que los eventos marcaban la "liberación" de la ciudad que una vez fuera núcleo económico del norte del país. "Con la liberación de Alepo se ha hecho historia gracias a la resolución y los sacrificios del pueblo sirio", citó a Al Assad la emisora Al Mayadeen, cercana al régimen.
Pese a todo, el acuerdo se mantuvo
En la noche del miércoles, un alto el fuego había renovado la esperanza de que se produjeran las evacuaciones tras el fracaso la víspera a la hora de implementar el acuerdo alcanzado el martes. A primera hora se denunciaron incluso nuevos enfrentamientos, incluyendo ataques rebeldes sobre posiciones del Gobierno y áreas civiles. Además, un grupo de rescate local dijo que un convoy que llevaba heridos había sido atacado, hiriendo a cinco personas. Pese a todo, el acuerdo se mantuvo. Los heridos y enfermos comenzaron a reunirse al amanecer en las calles destruidas por las bombas y en medio del frío invernal, preparándose para abordar los vehículos que les llevarían a un lugar seguro.
15.000 personas
En total, estaba prevista hoy la salida de 15.000 personas, según supo dpa de círculos militares sirios. Se trata de 500 combatientes y sus familiares, así como civiles atrapados. Todos ellos se dirigirán hacia Idlib, en el sureste de Alepo, una provincia mayoritariamente en manos de la oposición armada.
La ONU, que supervisa la operación de evacuación, aseguró que se está preparando para la llegada de hasta 100.000 personas a Idlib, entre ellos heridos, civiles y combatientes, señaló el coordinador de ayuda de emergencia del organismo, Jan Egeland, en Ginebra. Sin embargo, subrayó que la ONU no les puede garantizar protección, porque sus colaboradores no se pueden mover libremente en esta zona en conflicto. "Temo lo que pueda ocurrir cuando termine esta operación", señaló. "La historia de Alepo en esta guerra será un capítulo oscuro en la historia de las relaciones internacionales".
FEW (dpa, EFE)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.