Alianza latinoamericana para conservar los ecosistemas
Judit Alonso
30 de noviembre de 2018
Cerca de una veintena de países de América Latina lanzaron la Alianza Latinoamericana para Fortalecer Áreas Protegidas y conservar los ecosistemas de la región en el marco de la cumbre sobre biodiversidad, COP14.
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América Latina cuenta con un nuevo aliado para la conservación de sus ecosistemas, fundamentales para el planeta y para el mantenimiento de los medios de vida de sus habitantes. Se trata de la Alianza Latinoamericana para Fortalecer Áreas Protegidas (ALFA 2020) cuyo objetivo es impulsar el cumplimiento de la denominada Meta 11 de Aichi, que propone tener conservadas el 17 % de las zonas terrestres y aguas continentales, y el 10 % de las zonas marinas de la región para 2020. Asimismo, contempla otros aspectos como el manejo efectivo, la gobernanza, representatividad y conectividad de las áreas protegidas.
La Alianza nace de la mano del Proyecto IAPA (Integración de las Áreas Protegidas del Bioma Amazónico) de Redparques, integrada por cerca de una veintena de países latinoamericanos, la organización no gubernamental Pronatura México y la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (CMAP) de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN), con el apoyo del Secretariado del Convenio sobre la Diversidad Biológica (SCDB).
"La Alianza es una plataforma, una instancia, que va ayudar a Redparques para que avance en sus compromisos al 2020”, dijo a DW José Antonio Gómez, coordinador regional del Proyecto IAPA, financiado por la Unión Europea. Para Frida Díaz, portavoz de Pronatura México, organización coordinadora de la alianza de conservación medioambiental, "ALFA se suma a los esfuerzos de Redparques y busca facilitar las herramientas y apoyo específico de los países”, agregó a DW.
Elke Mannigel, responsable de proyectos internacionales de la organización alemana Oro Verde, se mostró de acuerdo con iniciativas que van más allá de encuentros políticos ya que "en los proyectos que tenemos, estamos notando que un intercambio técnico entre los socios es muy importante, por esto esta alianza puede ser interesante para fortalecer el mutuo aprendizaje entre organizaciones y personas”. Asimismo, consideró que "muchas veces, las alianzas internacionales pueden fortalecer las organizaciones involucradas”. "En la Amazonía, especialmente, hay muchos intereses diferentes y ajenos de la conservación de áreas protegidas, juntando fuerzas con otros países, puede fortalecer los sistemas de área protegida”, recordó a DW.
Conseguir una mayor visibilidad, así como la divulgación de los resultados en materia de conservación de estas áreas protegidas en la región son otros objetivos de esta iniciativa presentada en el marco de la cumbre sobre Biodiversidad, COP14, que concluyóayer (29.11) en Sharm El-Sheikh (Egipto).
Avances en tierra, pendientes en mar
En este evento internacional se dió a conocer el estado actual de conservación de los ecosistemas en Latinoamérica con la presentación de un reporte sobre la cuestión. Actualmente, la región cuenta con un 22% de áreas terrestres y aguas continentales y con un 8,4% de áreas marinas cubiertas. "Ha habido un gran avance. Hoy hay 1.033 áreas protegidas, el 33% de la Amazonía conservada por alguna figura de conservación”, aseguró Gómez.
Aunque se mostró satisfecho con los datos sobre áreas terrestres, ya que se ha sobrepasado la meta inicial de 17%, "en términos de área marina todavía falta cubrir parte de la cobertura”, recordando que el objetivo en este área es del 10%. Para ello, deberán declararse nuevas áreas de protección o ampliar las existentes. No obstante, confió que éste pueda cumplirse el próximo año con la conservación de una área marina en Perú.
Por otro lado, la región debe afrontar otros retos relacionados con la gobernanza y la equidad, así como el plan de trabajo posterior a 2020. "En gobernanza, estamos en término medio, falta avanzar en el reconocimiento de derechos, aspectos de equidad, participación de género...”, apuntó.
Además de este aspecto, la experta mexicana agregó otros desafíos pendientes de la Alianza como la mejora de la conectividad terrestre y marina, "la protección de áreas prioritarias para la conservación (KBA, por sus siglas en inglés), la inclusión de criterios de cambio climático en el manejo de las áreas protegidas y las diferencias de capacidades entre los países”.
Y es que tal y como recordó Gómez no todos los países están haciendo los mismos esfuerzos en esta tarea de preservar la biodiversidad en la región, como es el caso de México, Ecuador, Chile y Brasil, según el informe. Igualmente, hay que reconocer el papel de las poblaciones indígenas en la conservación de ecosistemas y "faltaría analizar: rutas migratorias, especies amenazadas, conservación de los hábitats, trabajar en espacios transfronterizos y el financiamiento para gestionar áreas protegidas”.
Precisamente esta última cuestión, es clave para Mannigel. “Muchos no tienen suficientes fondos ni personal para hacer el trabajo de conservación”, subraya. Y considera que el alcance de la meta de cobertura no es el problema, sino la efectividad de la conservación de las áreas protegidas. No obstante, “involucrando a la población local y a los actores locales se podría avanzar mucho más”, resaltando la experiencia de la propia organización. “La participación efectiva y la buenas relaciones con actores locales deberían ser contempladas en las estrategias y actividades de la Alianza”, sugirió.
(CP)
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Parques colombianos: el otro legado de los Acuerdos de Paz
El descubrimiento de nuevas especies en zonas de los Andes, la Amazonía y regiones costeras del Pacífico y el Caribe de Colombia, que estuvieron aisladas durante casi medio siglo, abre el país al ecoturismo.
Imagen: Parques Nacionales
Colombia, campeona en biodiversidad
Colombia cuenta con 59 áreas naturales que pertenencen al Sistema de Parques Nacionales Naturales. Representan 142.682 kilómetros cuadrados de la superficie del país, de los cuales un 11,27% constituye el área continental y el 1,5% el área marina. Allí hay 311 tipos de ecosistemas continentales y costeros, entre los que están la Serranía de la Macarena (foto) y la Sierra Nevada de Santa Marta.
Imagen: PNN/C. Byfield
Concentración de riqueza
Solo en un 10 por ciento del territorio se concentra el 70 por ciento de la biodiversidad, debido a que cuenta con dos océanos y grandes áreas geográficas naturales, como la Amazonía, la Orinoquía, los Andes y los valles de los ríos Cauca y Magdalena. Así, se sitúa como el primer país en diversidad de aves (foto) y orquídeas y el segundo en variedad de plantas, anfibios, peces de río y mariposas.
Imagen: Parques Nacionales
Aumentando la biodiversidad, descubriendo nuevas especies
A la biodiversidad existente hay que agregarle la descubierta en territorios inaccesibles durante casi medio siglo debido al conflicto armado. En junio de 2016, el gobierno colombiano lanzó una iniciativa compuesta por una veintena de expediciones científicas que han permitido el hallazgo de nuevas especies. Los territorios explorados han sido zonas de los Andes y la Amazonía, entre otras.
Imagen: Felipe Villegas, Instituto Humboldt/Colombia Bio
Parques abiertos al ecoturismo
La Serranía del Parque del Chiribiquete (foto) formó parte de estas expediciones científicas, pero permanece cerrado al público al encontrarse habitado por pueblos indígenas incomunicados. De las 59 áreas protegidas 29 tienen vocación ecoturística y 23 están abiertas al ecoturismo. Se trata de una estrategia de conservación y gestión que también busca mejorar la vida de las comunidades locales.
Imagen: S. Winter
Observación de flora y fauna, una de las actividades principales del ecoturismo
Las comunidades ofrecen actividades como observación de fauna y flora silvestre, en el marco del Programa de Ecoturismo Comunitario. Esta iniciativa se lleva a cabo en 8 áreas protegidas: Corales del Rosario y San Bernardo, Iguaque, Utría, Otún Quimbaya, Cocuy, Chingaza (foto), Nevados y Cueva de los Guácharos, y en dos áreas protegidas de concesión de servicios ecoturísticos: Tayrona y Gorgona.
Imagen: Parques Nacionales
De la coca al ecoturismo
Colonizada a mitades del siglo XX por millares de campesinos expulsados de las zonas andinas, la Serranía de la Macarena ha convivido con la guerrilla, las Fuerzas Militares y los cultivos de coca, reúne formas de vida de cuatro regiones naturales: Orinoquía, Amazonía, los Andes y la Guyana. Asimismo, dentro del parque fluye el río Caño Cristales (foto), conocido como el río de los siete colores.
Imagen: PNN/C. Byfield
El atractivo de los corales colombianos
No obstante, el parque de los Corales del Rosario y San Bernardo atrajo a 939.081 visitantes en el segundo trimestre de este año. Ubicado en la costa Caribe de Colombia, comprende una amplia zona marina frente a las costas de los departamentos de Bolívar y Sucre, la formación de arrecife de coral (foto) más extensa y con mayor diversidad y desarrollo de la costa continental del Caribe colombiano.
Imagen: Parques Nacionales
Playas de arena blanca y vestigios arqueológicos
En segundo lugar se encuentra el Parque Nacional Natural Tayrona, con un total de 244.365 visitantes en el segundo semestre de 2018. Las playas de arena blanca (foto) de Chengue, Gayraca, Cinto, Neguanje, Concha y Guachaquita delimitadas por manglares forman parte de los atractivos que ofrece el parque, que también cuenta con vestigios arqueológicos de una antigua ciudad del pueblo Tayrona.
Compuesta por dos islas, Gorgona y Gorgonilla, en esta reserva natural el gobierno colombiano construyó una prisión de máxima seguridad en 1959. En 1984 un colectivo de científicos, ambientalistas y llevó a cabo una campaña para el cierre de la misma y así surgió el parque. El paso de las ballenas jorobadas cerca de sus playas en los meses de junio a octubre, atrae a numerosos turistas.
Imagen: PNN
La 'sala de partos' de las ballenas jorobadas
El avistamiento de ballenas jorobadas, de junio a noviembre, también es uno de los atractivos del Parque Nacional Natural de Utria. Aquí se aparean y pasan un tiempo antes de continuar su viaje hacia el sur. A pesar de la presencia esporádica del ELN, el parque, junto con las comunidades locales indígenas, ofrece actividades como el senderismo y la observación de fauna (foto) y flora silvestre.
Imagen: Parques Nacionales
La nueva vida de los indígenas tras el conflicto
Declarado el primer Parque Nacional Natural de Colombia, la Cueva de los Guácharos pertenece a la Reserva de la Biosfera Cinturón Andino de la UNESCO. Ubicado en el sur-occidente del Caquetá, conserva el patrimonio cultural de los indígenas que llegaron a la zona suroriental del Huila. Una vez finalizado el conflicto con las FARC, se empezó a trabajar con la comunidad local sobre ecoturismo.
Imagen: PNN/T. Marent
Territorio indígena no apto para turistas
El Parque Nacional Natural de Güicán, El Cocuy y Chita (foto) es territorio sagrado para los indígenas U‘wa y está cerrado al turismo. No obstante, es un refugio para escaladores de montaña, ya que se trata de la mayor masa glaciar de Colombia, conformada por más de 25 picos cubiertos de hielo y nieve. Las actividades de ecoturismo del parque han ayudado al desarrollo de comunidades locales.
Imagen: PNN/A. Hurtado
La amenaza del cambio climático
Estas áreas naturales no se libran del cambio climático. El Parque Nacional Natural Los Nevados, en el corazón de la región cafetera colombiana, concentra tres de los glaciares del país: Nevados del Ruiz, Nevado del Santa Isabel y Nevado del Tolima. No obstante, la amenaza del deshielo a causa del aumento de temperatura prevé que los dos últimos pueden desaparecer por completo entre 2020 y 2030.
Imagen: Parques Nacionales/Christian García
Destino ecoturístico del Eje Cafetero
Otro destino que está despertando interés en esta zona es el Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya. Cerca del 90% del área protegida corresponde a bosques naturales y bosques maduros y concentra a más de 300 especies de aves, entre otras especies de fauna (foto) salvaje. Este destino se fue reconocido por tercera vez en el 2017 como entre los 100 destinos de turismo sostenible del mundo.
Imagen: Parques Nacionales
La octava maravilla
La Reserva de la Biosfera El Tuparro se caracteriza por una extensa sabana verde surcada por ríos y playas doradas, y fue definida por el explorador Alexander von Humboldt como la "octava maravilla del mundo". Tuparro es parte de la región del Orinoco, y aunque en el pasado las FARC a veces la usaban como un camino hacia Venezuela, hoy allí se puede practicar senderismo y observación de aves.