Queridos hombres, relájense, ¡no hay nada que temer! El resumen que hace la influyente feminista, escritora y publicista alemana, deja relativamente bien parados a los varones. Su libro Die Antwort (La respuesta), trata sobre marimachos, mujeres tontas, pornografía y dietas que matan. Observa bajo su lente crítico a la mujer moderna, un ser constantemente presionado, que difícilmente logra hacer compatibles su carrera y su vida familiar. "La causa es ella misma", sentencia la popular escritora. Se refiere a una mujer que no sabe demandar de igual a igual, que a lo mucho se queja, pero prefiere no hacerse odiosa pidiendo a su pareja un acuerdo en la distribución del trabajo doméstico o la atención a los hijos.

En el subconsciente es el miedo lo que dicta su comportamiento, miedo a que él se vaya con la primera mujer que se le atraviese. "Mientras las mujeres no sepan exigir a los hombres que no se sorprendan cuando ellos se hacen los tontos", sentencia con una voz ronca.

La supermujer no existe

Eso de que todo es posible, el cliché de la supermujer que todo lo puede es una mentira. Por supuesto que los padres de familia tienen que hacer sacrificios, pero para que una mujer sea una madre sin estrés, equilibrada y contenta tiene que aprender a delegar, a soltar las riendas. "Por algo los niños aprenden a decir papá y mamá al mismo tiempo", se queja la feminista en un país en donde todavía se considera una "mala madre" a quien manda a sus hijos pequeños a una guardería para poder ir ella a trabajar.

El libro de la feminista es una exaltación de los padres con hijos y las madres que trabajan. Alice Schwarzer relata que cuando era niña, ni su madre ni su abuela le dieron gran atención. "Poco talento o poco instinto materno", ríe con picardía. Pero la niña, que todavía usaba pañales corrió con suerte. El abuelo, todavía joven, se interesó vivamente por ella. Le daba de comer, le cambiaba los pañales y fue quien la educó.

¡Mujeres a la carga!

La emancipación necesita un segundo impulso. En doce ensayos, la conocida feminista aborda temas como prostitución y pornografía, la bulimia y la anorexia, que han tomado dimensiones epidémicas. Uno de cada tres hombres acude regularmente a los prostíbulos y en cuanto a la pornografía, con toda la violencia y la humillación hacia las mujeres, Alemania es el segundo mercado mundial, en cuanto a consumo de pornografía, después de Estados Unidos.

La feminista advierte sobre devastadoras consecuencias: niños de seis años que juegan a que son violadores y niñas de 11 que están preocupadas por no haber tenido nunca sexo. También la bulimia y la anorexia, lo que la feminista califica como la adicción número uno de las mujeres en el mundo entero, es abordada en su libro. En el país de la abundancia las mujeres y las niñas se mueren de hambre y las supermodelos consumen ensalada y cocaína.

La feminista exhorta a las mujeres a no dejar la lucha que ha dejado tantos frutos en las décadas pasadas. Les pide que presionen, que empujen, que metan el pie en el acelerador. La joven emancipación no está consolidada. "Todo ha sido muy rápido, para algunos demasiado", advierte Schwarzer, quien ha sido llamada "espantahombres", o "loca frustrada". "En el transcurso de 50 años fue derrocado un patriarcado de 5000 años, por lo menos en el papel", advierte. La mujer tiene que arriesgarse a parecer "poco femenina" y a no ser amada por los hombres. "El mundo femenino tiene que aprender a vivir siendo impopular", aconseja. La combativa mujer sabe por experiencia propia de qué habla.