Las temperaturas en Berlín alcanzaron un récord de 39 grados el miércoles. Mientras que muchos berlineses encendieron sus ventiladores y bajaron las persianas, los que no tienen un techo sobre sus cabezas se quedaron con pocos lugares para refrescarse y evitar los riesgos para la salud que supone el calor extremo. Lilyana y su amigo Elías son dos de esas personas.

Los dos, originarios de Bulgaria, se sientan a la sombra, esperando a que se abran las puertas a las 10 de la mañana de un nuevo proyecto piloto puesto en marcha en el barrio berlinés de Schöneberg. El "Hitzehilfe" (Alivio del calor) está abierto hasta las 8 de la tarde y ofrece a las personas que buscan un refugio fresco una ducha y una siesta en una de las 30 camas disponibles.

Proyecto piloto en Berlín

En la zona común del "Hitzehilfe" hay platos de sandía recién cortada listos para ser consumidos. Las cajas de agua embotellada se apilan contra la pared. Al fondo de la sala, una larga mesa está cubierta con cremas de sol, sombreros, sacos de dormir, artículos de aseo, mascarillas y ropa limpia. También hay un servicio de lavandería.

El Senado de Berlín financia el proyecto piloto con unos 106.000 euros. Lanzado por la asociación social IB Berlin-Brandenburg, "Hitzehilfe" pretende aliviar el calor de los sin techo, al menos durante unas horas al día.

El edificio, cedido por el distrito de Schöneberg, suele utilizarse en los meses de invierno para la iniciativa "Kältehilfe" (Ayuda contra el frío), que proporciona refugio cálido, sobre todo por la noche. Pero con el calor extremo, es durante el día cuando el refugio es más necesario.

Katja Kipping, política del partido de La Izquierda y senadora berlinesa de Integración, Trabajo y Asuntos Sociales, dijo el miércoles que la sociedad debe ser consciente de los peligros que suponen las temperaturas extremas.

"Mucha gente en Berlín ya tiene en su teléfono el número de la línea directa de 'Kältehilfe' por si ve a alguien necesitado en los meses de invierno. Pero no son tan conscientes del otro extremo, en verano", dice.

El reto de las temperaturas extremas

"Lo que hemos notado en los primeros días es que mucha gente solo quiere dormir en paz. Eso es casi imposible fuera, con estas temperaturas", dice la responsable regional de la asociación social IB, Janette Werner.

El consumo excesivo de alcohol o drogas entre algunos sin techo también aumenta los riesgos, explica a DW. "Después de beber mucho, por ejemplo, la gente no se da cuenta de que se ha quedado dormida por el calor, sufren quemaduras graves, se deshidratan más y, en el peor de los casos, pueden morir".

Los trabajadores sociales in situ también ofrecen asesoramiento y apoyo. "Cuando las personas empiezan a venir regularmente, por ejemplo, suelen empezar a abrirse y se genera confianza", dice Werner.

En otro lugar de Berlín, 23 trabajadores de la iniciativa "Karuna" también están en la calle distribuyendo agua, cremas de sol, gafas de sol y artículos de aseo a las personas que se encuentran sin hogar. El equipo lleva trabajando desde 2020 y también gestiona varios "autobuses refrigerantes" en los que la gente puede pasar un rato y recuperarse de los golpes de calor.

"Si ves a alguien en la calle, especialmente con este calor, lo mejor que puedes hacer es preguntarle si está bien", dice Werner. "Si no lo está, llama a los servicios de emergencia. Pero ten en cuenta que cualquiera estaría encantado de recibir una botella de agua en este momento".

El proyecto piloto de verano "Hitzehilfe" estará en marcha hasta finales de septiembre, cuando la asociación social evaluará cuáles son las instalaciones más demandadas.

(gg/ers)