Según el secretario general de la OEA, Luis Almagro, las sanciones son el único camino diplomático que queda para que Maduro se vea forzado a aceptar un proceso electoral con garantías y observación internacional.
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El secretario general de la OEA, Luis Almagro, redobló este jueves (04.01.2018) su presión al Gobierno venezolano al pedir más sanciones y plantearse denunciar al presidente Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI).
En una conversación con un grupo reducido de periodistas, el excanciller uruguayo explicó su estrategia para lograr la "redemocratización" de Venezuela, lo que hasta ahora ha sido la gran prioridad de sus dos años y medio de mandato en la OEA.
Sus dos propuestas de acción son, por un lado, solicitar a la comunidad internacional sanciones más duras y, por otro, la posibilidad de denunciar él mismo a Maduro ante la CPI si los expertos de la OEA se lo recomiendan en un informe que presentarán a finales de mes.
Según Almagro, las sanciones, incluidas las de los países americanos, son el único camino diplomático que queda para que Maduro se vea forzado a aceptar un proceso electoral con garantías y observación internacional. Este año deben celebrarse en Venezuela elecciones presidenciales, pero no hay certeza sobre la fecha.
"El camino diplomático que queda por delante es el camino de las sanciones y creo que tiene que haber sanciones cada vez más duras que permitan que el régimen venezolano estructure y permita un proceso electoral claro, la construcción de un sistema electoral garantista", sostuvo.
Almagro, al frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) desde mayo de 2015, ya se había pronunciado anteriormente a favor de las sanciones a Venezuela aplicadas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
CT (EFE, La Patilla)
Brasil, una esperanza de refugio para los venezolanos
Un estado autoritario, una economía en naufragio y la violencia son una de las muchas causas por las cuales los venezolanos buscan una nueva vida en Brasil.
Imagen: Reuters/N. Doce
Carpas para refugiados en Boa Vista
Muchos refugiados de Venezuela encuentran su techo en estas carpas-dormitorios en Brasil. Fueron organzidas por la guardia civil de la ciudad de Boa Vista, en el estado de Roraima. Aquí, en el medio de la Amazonía, alrededor de 200 kilómetros de la frontera con Venezuela son recibidos. La iglesia evangélica reparte comidas para los necesitados.
Imagen: Reuters/N. Doce
En el gimasio se reciben a los refugiados
Para Brasil que actualmente está sumido en una crisis económica y política, es la acogida de refugiados una tarea muy importante. Muchas ciudades han informado que sus recursos se están agotando. Manaos que es una de las ciudades con más habitantes de la Amazonía, ha declarado el estado de emergencia.
Imagen: Reuters/N. Doce
Peluquería callejera
Un peluquero venezolano le corta el pelo a un refugiado en la calle. Ahora, jóvenes de Venezuela buscan su suerte más allá de la frontera con Brasil, pero también en otros países. Cerca de 34.000 personas de Venezuela dejaron su país en el 2016. Para este año, los expertos pronostican más de dos millones de refugiados.
Imagen: Reuters/N. Doce
Mujer da a luz en hospital de Brasil
Esta mujer dio a luz a su hijo hace pocos días en Brasil. Ahora, ella va ser atendida en el hospital. En su país natal, Venezuela,la atención médica es muy restringida. Ante el desalentador estado económico, el Estado no está en capacidad de otorgar medicamentos ni servicios técnicos- médicos internacionales.
Imagen: Reuters/N. Doce
Trabajadores de la calle
Cuando los venezolanos llegan a Brasil buscan distintas formas de ganarse la vida. Los ahorros que tienen en bolívares no tienen ningún valor por la gran inflación que ha azotado la economía venezolana. Hasta a los venezolanos que han estudiado les cuesta mucho encontrar un trabajo que concuerde con su calificación, es por ello que por medio de trabajos precarios intentan solventarse la vida.
Imagen: Reuters/N. Doce
Comerciantes ganándose la vida
También en Brasil el panorama económico es muy tenso. Para colmo de males, se ha desatado una competencia entre refugiados que vienen del norte con los vendedores callejeros y comerciantes locales. El hombre de la foto limpia los parabrisas y los vidrios de los autos y también vende parasoles. A su espalda lleva un maletín con la bandera de Venezuela, amarillo, azul y rojo.
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Refugiados descansan en Hamacas
Detrás del gimnasio al que llegaron los refugiados venezolanos descansa una familia en una hamaca. Muchas veces, el único lugar en el que los refugiados pueden reposar y descansar junto a sus familias.
Imagen: Reuters/N. Doce
La Policia hace controles en la ciudad de Boa Vista
La policía de Brasil controla continuamente a los refugiados en Boa Vista. La inclemente situación obliga a los refugiados a entrar ilegalmente. Algunos se vuelven criminales, otros se prostituyen, para poder mejorar su situación de vida. Lo mismo obliga a que los cuerpos de seguridad y la sociedad tomen medidas, pero también a que se solidaricen con los afectados.