Cada vez llegan más jóvenes extranjeros a Alemania para estudiar. Actualmente se encuentran matriculados en universidades alemanas 250.000 estudiantes provenientes de diferentes países. Algunas universidades se quejan de los altos costes que ello trae consigo. Sin embargo un estudio, llevado a cabo por el Ministerio de Educación y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), destacó los beneficios de la internacionalización para la economía nacional. DW entrevistó a Siegbert Wuttig, encargado de la cooperación universitaria en Europa y responsable de ese estudio.

DW: Señor Wuttig, su análisis destaca que los estudiantes extranjeros son un beneficio para la economía nacional de Alemania ¿Ha habido dudas en cuanto a este resultado?

Siegbert Wuttig: Es difícil justificar la utilización de fondos que provienen de impuestos pagados por los ciudadanos, sobre todo en tiempos en que no sobra el dinero. Ya habíamos logrado comprobar las ventajas de la internacionalización para los estudiantes y las universidades: mejores oportunidades de trabajo, intercambio a nivel académico y el contacto que nos abren estos estudiantes hacia sus países. Sin embargo no existía, hasta ahora, en Alemania un análisis acerca de los beneficios de la movilidad estudiantil para la economía nacional, mientras que otros países, como Holanda y Dinamarca, ya habían realizado estudios de este tipo.

Sus cálculos se basan en los gastos de consumo de los estudiantes extranjeros. En Alemania equivalen aproximadamente a 1.500 millones de euros, siendo más altos que en Austria, Polonia, Suiza y España. ¿A qué se debe?

Eso se debe a la cantidad de estudiantes que llega anualmente a Alemania para estudiar. Si 160.000 estudiantes extranjeros que viven en Alemania tienen que pagar alquiler, comida, ropa y libros, es obvio que los gastos van a ser más altos que en un país como Polonia o Austria, donde la suma de estudiantes extranjeros es mucho menor. No significa que cada estudiante pague más individualmente, sino que la suma de todos los gastos es mayor en Alemania, porque hay más estudiantes extranjeros que en otros países.

¿Qué condiciones deben cumplirse para que sea válido su cálculo de gastos y beneficios? ¿Deben permanecer los estudiantes y trabajar en Alemania?

El análisis toma en cuenta únicamente a los estudiantes que cursan su carrera entera en Alemania. Pudimos comprobar que hay efectos a corto plazo, como los gastos de consumo de 1.500 millones de euros mencionados anteriormente. Estos gastos producen un ingreso fiscal de 400 millones de euros –lo cual equivale 2.500 euros por estudiante. Además, hemos podido comprobar que los gastos de consumo producen empleo, ya que tiene que haber quién venda los productos que compran los estudiantes. De modo que los estudiantes extranjeros crean aproximadamente 22.000 puestos de trabajo.

También existen efectos a largo plazo, que se dan si los estudiantes se quedan trabajando en Alemania, pagando impuestos. Llegamos a la conclusión de que los costes de las plazas universitarias para extranjeros se amortizan, si un 30% de los estudiantes se queda trabajando en Alemania por un tiempo mínimo de cinco años.

¿Se da realmente el caso de que los estudiantes permanezcan?

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 26% de los estudiantes extranjeros permanece en Alemania. El Instituto Alemán de Economía (Institut der deutschen Wirtschaft) sugiere incluso que la suma es de un 40%. De este modo creo que nuestros cálculos son realistas.

Alemania ocupa el tercer lugar de los países preferidos para estudiar –el primer y segundo lugar lo ocupan EE.UU y Gran Bretaña respectivamente. El Estado alemán desea mantener esta tendencia. Sin embargo está prevista, para este año, una reducción drástica de prestaciones de becas para estudiantes extranjeros. ¿Qué exige usted de las entidades políticas?

El resultado de nuestro análisis confirma que merece la pena invertir en la internacionalización. Es importante promover tanto que los estudiantes extranjeros vengan a Alemania, como viceversa. Las entidades políticas deberían considerar invertir más fondos en la internacionalización. A fin de cuentas, el año pasado el Gobierno y los estados federados se propusieron la meta de aumentar el número de estudiantes extranjeros que permanecen en Alemania después de finalizar sus estudios. Nuestro análisis verifica que esta inversión es beneficiosa tanto para los estudiantes y las universidades, como para toda la sociedad alemana.