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América Latina, líder mundial en pérdida de biodiversidad

Judit Alonso
25 de octubre de 2022

Según el informe "Planeta Vivo 2022", América Latina y El Caribe registran el mayor descenso de las poblaciones de vertebrados estudiadas. Una de las poblaciones más afectadas es la del delfín rosado del Amazonas.

Rosa Amazonas-Delfin
Delfín rosado. El Informe Planeta Vivo 2022 alerta sobre el estado de esta especie, que se encuentra en peligro de extinción según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.Imagen: Adriano Gambarini/WWF

Según datos del informe "Planeta Vivo 2022", que ha analizado la evolución de 32.000 poblaciones (grupos de individuos de una misma especie que viven en una zona específica) de 5.230 especiesde peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos de todo el planeta de manera continua durante 48 años, de 1970 a 2018, se ha registrado una disminución media global de estas poblaciones de fauna vertebrada del 69%. Llevado a cabo de manera bienal por la organización internacional World Wildlife Fund (WWF, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Zoológica de Londres, el informe alerta que en América Latina y El Caribe la cifra asciende al 94%, convirtiéndose en la región del mundo más perjudicada por esta pérdida de biodiversidad.

Las poblaciones de agua dulce son las que presentan un mayor descenso general en el ámbito mundial, con un 83 %, y en el caso latinoamericano destaca el delfín rosado del río Amazonas, cuya población estudiada sufrió una disminución del 65 %. Por otro lado, según los datos del reporte, la mitad de los corales del planeta se ha perdido y las poblaciones mundiales de 18 de las 31 especies de tiburones y rayas oceánicas analizadas se ha reducido un 71 % en los últimos cincuenta años.

"Los impactos de no revertir las tendencias no solo los sufrirá la propia naturaleza, sino también las personas que habitamos Latinoamérica”, alerta a DW Rodrigo Catalán, Director de Conservación de WWF Chile. "Veremos mermados los beneficios que la vida silvestre nos entrega diariamente, que van desde servicios ecosistémicos básicos como la provisión de oxígeno y agua, a otros menos visibles, como el aporte de diversos animales a la dispersión de semillas o el control de plagas que realizan varias especies”, agrega, haciendo un llamado a los quienes toman decisiones a actuar.

La degradación y pérdida del hábitat, la sobreexplotación de especies, la contaminación, el cambio climático y las enfermedades son algunas de las causas principales de la disminución de la población de vida silvestre. "El examen del número de especies amenazadas por las distintas causas principales de pérdida de biodiversidad por regiones, como el cambio en el uso de la tierra, sobreexplotación o especies invasoras, permitió identificar grandes paisajes como 'puntos calientes' de especies amenazadas”, explica a DW Luis Germán Naranjo, portavoz del reporte en Latinoamérica.

La solución pasa por la conservación

El informe identifica diez áreas de alta prioridad para la mitigación de riesgos, tres de ellas en la región: la cuenca del Amazonas, degradada en un 17%; el bosque Atlántico, y el norte de los Andes hasta Panamá y Costa Rica. "En estas tres regiones es urgente detener el avance de la frontera agropecuaria, restaurar ecosistemas degradados y diversificar sistemas de producción, manteniendo corredores de conectividad e integrando a los distintos actores en la prevención y mitigación de amenazas y en la búsqueda de soluciones”, explica Naranjo, también director de Conservación y Gobernanza de WWF Colombia.

A pesar de ser líder mundial en pérdida de biodiversidad, la propia región también puede ser parte de la solución. "Se debe tener en cuenta el gran aporte de esta zona en términos de superficie de parques y otras áreas protegidas, tanto por los Estados como por parte de pueblos indígenas”, subraya Catalán, recordando que en el reporte se destaca el caso de Costa Rica como un modelo a seguir. "Hoy, el 30% de su superficie son parques nacionales y el 99% de su electricidad proviene de fuentes renovables; y cuentan con un impuesto al carbono cuyos recursos financian la restauración de bosques por parte de pueblos indígenas y agricultores”, recalca el experto chileno, destacando el esfuerzo que se ha llevado a cabo en este país sudamericano por proteger más de 150 millones de hectáreas de áreas marinas.

Para seguir avanzando en esta tarea, el informe apunta al reconocimiento de los derechos, la gobernanza y el liderazgo en conservación de los pueblos indígenas. "Las voces de los pueblos originarios son esenciales por su conocimiento tradicional de sus territorios y por haber entendido desde siempre que los seres humanos somos parte de la naturaleza”, zanja el portavoz latinoamericano del informe mundial.

(ers)

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