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UE-ALC: “una buena inversión política”

Mirra Banchón6 de febrero de 2014

América Latina, con sus potenciales y desafíos, es una buena inversión política para Europa, afirma Enrique V. Iglesias, saliente secretario general de las Cumbres Iberoamericanas.

Enrique V. Iglesias, Generalsekretär der SEGIB
Imagen: picture-alliance/dpa

“Europa hace bien en mirar al mundo pero tiene un capital en América Latina que no debe olvidar. Prestarle mayor atención sería una buena inversión política”, afirma Enrique V. Iglesias.

En el marco de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, Iglesias –que deja su puesto al frente de la Secretaría General Iberoamericana- habló del desarrollo y el potencial de América Latina y el Caribe, de las trampas del desarrollo y de los desafíos internos. De cómo imaginarla en una inminente sociedad del conocimiento. Y también del papel que en ello puede desempeñar una estrecha relación con la UE.

Lo bueno, lo malo

“600 millones de habitantes, 16% de la superficie del planeta, 70% de los recursos forestales, 40% de la biodiversidad, 33% del agua potable y buena parte de los recursos en hierro, oro cobre”, subrayaba Iglesias, quien presidió hasta el 2005 el Banco Interamericano de Desarrollo.

Dejando atrás épocas oscuras, la región crece a un promedio de entre el 6 y el 7% y su pobreza se ha reducido del 48 al 28% en una década. Los Estados latinoamericanos aún no han aprendido a hacerse cargo de los recursos humanos, la deuda social y la desigualdad son muy grandes; la violencia, muy alta.

Crecimiento llamativo

Con todo, “mientras Europa entró en una crisis importante, América Latina la administró bastante bien. Y dobló y triplicó su crecimiento. Europa tomó conocimiento de que la región había generado unas defensas que tienen mucho que ver con el desarrollo que ha ido gestando. La crisis de los años 2007- 2009 puso de manifiesto que, si bien con problemas, América Latina era ya otra región”, explicó a DW Iglesias, subrayando los cambios que se han dado en la relación de la UE con las Américas.

Entretanto –a la vez que Europa busca un ambicioso tratado comercial con Estados Unidos- tiene tratados de libre comercio con once países de la región.

Trampas y salidas

“El fomento de las relaciones de la UE y América Latina han retomado una nueva dimensión. Durante un tiempo, en los últimos años, la gran atracción de Asia, sobre todo de China debilitó un poco la focalización de la UE en América Latina. Hoy hay mucha más conciencia de que de alguna manera América Latina es la región más emergente del mundo occidental”, sostiene Iglesias.

Con todo, advierte de la concentración del desarrollo en materias primas: “es una de las trampas que hemos detectado en estos cincuenta años. América Latina está reclamando una suerte de políticas industriales y de servicios que permitan empleo de calidad, que compromete a su vez la educación, la tecnología, la infraestructura”.

¿Socias en la gobernanza global?

“Estamos en una reconstrucción importante de las bases de la gobernanza mundial. La crisis actual está llamando a un cambio importante de la gobernanza para reconocer los nuevos hechos, a China, India, a todos los países emergentes. Pero la gobernanza no sólo en materia económica sino también política. En ese contexto, Europa tiene que reconocer que los países de América Latina concurren como actores importantes y que comparten principios, puntos de vista y valores”, explica Iglesias.

“América Latina va a ir tomando posición en el mundo. Y Europa tiene que reconocer que es el continente en vías de desarrollo más democrático del mundo a pesar de sus imperfecciones”, explica y puntualiza: “imperfecciones como también las tiene Europa. Ahí hay una afinidad muy importante que a los efectos de construir esa nueva gobernanza va a tener que ser valorizada”.

CELAC, ¿un foro para los problemas comunes?

Y el papel que juega la integración en el peso de América Latina en la gobernanza global aún no está muy claro: “deja un sabor amargo que hasta este momento, sólo el 19% del comercio de América Latina sea intrarregional”, decía Iglesias poniéndolo como uno de los grandes desafíos a afrontar. En ese sentido, como un buen paso ve Iglesias el diálogo que en el foro de la CELAC, creada en un principio como un interlocutor de la UE.

“América Latina tiene en CELAC por primera vez a todos los países de América Latina y el Caribe unidos y solos, haciéndose cargo de sus grandes problemas de largo y mediano plazo”, resalta Iglesias. Uno de ellos: la búsqueda de un enfoque común de combate de la violencia uno de los temas más lacerantes del desarrollo latinoamericano.

Enrique V. Iglesias, saliente secretario general de la SEGIB.Imagen: DW/M.Banchón

“La UE ha sido muy sensible a ese tema”, puntualiza, “los países de ALC están sufriendo todos, unos más que otros, el impacto del crimen organizado, que rodea al narcotráfico y que es uno de los grandes flagelos que tiene la región. Los países deben cooperar en este tema. y por supuesto Europa tiene que hacer lo propio. Es uno de los grandes temas que tienen CELAC, la UE y el mundo por delante”, concluye.

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