El 25 de agosto de 2023, las autoridades españolas incautaron el cargamento de cocaína más grande registrado en el país: 9,5 toneladas. La mercancía estaba escondida dentro de un contenedor lleno de bananas, procedente de Machala, Ecuador.

En el puerto de Róterdam, el más grande de Europa, en julio del mismo año se capturó el cargamento de cocaína más grande en la historia de los Países Bajos, con un peso de 8.088 kilos, también oculto en un contenedor de bananas originario de Ecuador.

Exportaciones en la mira del narcotráfico

Las bananas se posicionan como el segundo producto de exportación no petrolero más relevante de Ecuador. Según la Asociación de Bananeros del Ecuador (AEBE), en 2023, Ecuador exportó más de 350 millones de cajas de banano. La magnitud de estas exportaciones las convierte en un objetivo atractivo para las operaciones de narcotráfico. 

Según una investigación de la plataforma periodística Connectas, de las 77 toneladas de alcaloides incautados en todos los puertos ecuatorianos, el 61 por ciento estaba relacionado con envíos de bananas. Los decomisos de droga en estas cargas aumentaron un 233 por ciento, asegura este informe, que cita fuentes de la Policía Antinarcóticos.

Desafíos y medidas gubernamentales

La investigación, realizada junto al canal televisivo TC Televisión y publicada en septiembre de 2023, plantea interrogantes sobre la eficacia de las medidas gubernamentales para combatir el narcotráfico, denunciando falta de acción contra los representantes legales de las empresas involucradas en estos cargamentos contaminados, y señalando supuestas falencias en el sistema judicial ecuatoriano y en los mecanismos de regulación y control de exportaciones.

Con la asunción del nuevo Gobierno de Daniel Noboa, en noviembre de 2023, hay esperanzas de un cambio significativo en esta situación. Danilo Palacios, ministro de Agricultura y Ganadería del nuevo gabinete, asegura: "Dentro de la cartera del sector agrícola, hemos tomado todas las medidas necesarias".

Inversiones en seguridad y cooperación internacional

El ministro afirma que, mediante un esfuerzo coordinado que involucra a todas las entidades relacionadas, incluidos los sectores de producción, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Seguridad, se está trabajando para proteger a los sectores más vulnerables y reducir los riesgos existentes.

"Esto representa un desafío nuevo para nuestro país, del cual estamos en proceso de aprendizaje", señala.

La industria bananera, por su parte, ha comenzado a invertir en seguridad, incluyendo el uso de sellos con localización satelital para los contenedores, según José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).

"Actualmente, el sector bananero invierte entre 200 y 220 dólares por contenedor en seguridad", asegura.

Compromiso compartido contra el narcotráfico

A pesar de estos esfuerzos, reconoce que el problema también depende de la oferta y demanda internacionales, y aboga por una responsabilidad y compromiso compartidos, especialmente con los principales mercados de exportación en la Unión Europea, a donde se exportan casi el 30 por ciento de los bananos.

Un mensaje que ya ha calado en los oídos de los socios europeos: el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se reunió la semana pasada con los alcaldes de las ciudades portuarias clave de Amberes en Bélgica, Róterdam en Países Bajos y Hamburgo en Alemania, con el fin de abordar estrategias colaborativas en la batalla contra el narcotráfico. Estos puertos, fundamentales en el flujo comercial marítimo, se han destacado como los principales canales de ingreso para la cocaína proveniente de Ecuador hacia Europa del norte.

Impacto en la seguridad y el bienestar laboral

¿Teme Ecuador por la reputación del banano como fruto insignia del Ecuador? "Entiendo que existe el temor del cliente de recibir contenedores contaminados", dice el ministro Daniel Palacios. "Pero creo que, a medida que ha pasado el tiempo, el cliente ha entendido que se trata de un problema que hay que abordar, conjuntamente, entre los exportadores y los consumidores". 

El Gobierno y la industria agrícola afirman no haber experimentado impactos económicos negativos significativos en este sector por el narcotráfico, la violencia o el conflicto armado interno declarado por el presidente Daniel Noboa.

La seguridad de las personas

Pero la creciente ola de violencia vinculada al narcotráfico genera preocupación en otros aspectos. José Hidalgo, de AEBE, expresa su inquietud por la seguridad integral en las fincas: "Nos preocupa la seguridad de nuestras fincas, trabajadores y administradores. Estamos ya no solo expuestos al esquema de contaminación. Es la seguridad integral del personal."

Ángel Rivera, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Agroindustriales, Campesinos e Indígenas Libres del Ecuador (FENACLE), señala que la violencia afecta de manera desproporcionada a la población rural, especialmente a los trabajadores del sector bananero. "Es un problema llegar al trabajo con ese pensar: ¿Qué va a pasar al salir del trabajo? ¿Qué va a pasar con mi familia?"

Rivera relata que la extorsión es una de las principales adversidades enfrentadas por los trabajadores, describiendo escenas en las que extorsionadores amenazaban en las entradas de las bananeras: "O me pagan o matamos a los trabajadores".

Esperanza en el horizonte con el nuevo gobierno

Sin embargo, la situación ha comenzado a mejorar gracias al incremento de la vigilancia policial en estas áreas, cuenta el líder sindicalista. Desde FENACLE, se busca iniciar un diálogo con las autoridades para implementar medidas de control en los accesos a las plantaciones y ofrecer el apoyo necesario tanto a las empresas como a sus empleados.

Con esperanza en el cambio que pueda traer el nuevo Gobierno, Rivera se muestra optimista: "Estamos apuntando a que las cosas van a cambiar con las decisiones del presidente de la República.". (ms)