El ministro de Ecología alemán, Jürgen Trittin, amenazó indirectamente al consocio alemán Siemens con un boicot, si persiste en su intención de exportar su planta de uranio a China. En una entrevista al diario Die Welt, el ministro Trittin indica que dos terceras partes de la población alemana se opone a la exportación de esta planta, lo que para una empresa orientada al consumo en el ámbito de la telefonía móvil y los computadoras personales, debería ser un facto a ponderar.

Jürgen Trittin indica en la misma entrevista que no cree que Siemens pueda cumplir con las condiciones impuestas por el gobierno alemán para la exportación de la planta de Hanau. El gobierno vinculó su permiso a que se pueda descartar por completo cualquier tipo de uso militar por parte china, lo que implicaría controles amplios, por lo que es de dudarse que se aprueba el negocio.