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AMLO apuesta por energías fósiles

Eva Usi
10 de febrero de 2021

López Obrador quiere imponer una ley que privilegia a las energías fósiles sobre las renovables. Expertos advierten sobre una costosa decisión que aleja a México del esfuerzo por detener el calentamiento global.

Energie Mexiko Pemex
Imagen: picture-alliance/Zuma Press

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador presentó ante la Cámara de Diputados una nueva ley que supone el cambio más radical a la política energética vigente.  La Ley de la Industria Eléctrica presentada para su aprobación el 1° de febrero pasado da marcha atrás a la actual regulación surgida de la reforma energética de 2013. La nueva propuesta limita la generación de electricidad privada y deja en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el predominio sobre el sector. El gobierno argumenta que en administraciones anteriores se buscó debilitar a la CFE, transfiriendo la competencia de empresas públicas a particulares.

Cambio en las reglas del juego

"Es un cambio en las reglas del juego. Más allá de dos modelos energéticos que se contraponen, uno que está vigente todavía, que tiene muchas bondades y algunos retos, y otro que el gobierno está tratando de imponer, lo cierto es que es un cambio en las reglas del juego en la industria eléctrica”, afirma Arturo Carranza, analista y consultor energético mexicano, en conversación con DW.

El experto explica que la regulación vigente da prioridad a la eficiencia energética que aportan las energías renovables como la eólica o solar, que son las primeras que suben la electricidad. "Estas reglas que siguen vigentes todavía dieron incentivos para que muchas inversiones con proyectos renovables llegaran a México. El operador de las redes eléctricas, que es el CENACE, le tiene que dar prioridad a las energías renovables. A la larga, si se sube a la red eléctrica tecnología eficiente y se respeta el funcionamiento del mercado, los precios al consumidor tendrían que bajar”, afirma.

Retroceso respecto a la tendencia mundial

Sin embargo, la actual administración quiere imponer una nueva normativa que vuelve a las energías fósiles y otorga a la empresa estatal CFE el monopolio en la gestión de la energía eléctrica del país. CFE es la segunda empresa productiva del Estado mexicano, después de Pemex, y el criterio no es la eficiencia en la generación energética, sino la confiabilidad en el abastecimiento, según Carranza. "Lo que argumenta el actual gobierno es que para que la red eléctrica esté menos expuesta a la posibilidad de sufrir apagones, o para que la red eléctrica funcione con criterios de confiabilidad, hay que cambiar las reglas del despacho. Lo cierto es que la red eléctrica tiene una necesidad urgente de modernizarse, de renovarse y ampliarse y este proceso es muy complejo y costoso”.

Carranza reconoce que la peor opción para los consumidores, ya sean empresas u hogares, es un suministro eléctrico errático. "Es comprensible que el gobierno quiera reducir estos riesgos, pero estoy convencido que se puede seguir impulsando las tecnologías renovables, y ofrecer confiabilidad. Lo que hacen otros países es apostarle a la tecnología en el almacenamiento de energía. Las tecnologías que hay hoy en día en el mercado permiten soluciones que evitan el dilema del actual gobierno; el elegir entre criterios económicos y de confiabilidad”.

México daría la espalda al Acuerdo de París

La experta en geotermia Rosa María Prol Ledesma, doctora en Física y Matemáticas, e investigadora en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tampoco ve con buenos ojos la propuesta de la actual administración. "En primer lugar es anticonstitucional, y es un verdadero desastre en cuanto al costo de la electricidad y el impacto medioambiental. México ya estaba prosperando en cuanto a energías renovables, ya teníamos más del 30% de energías limpias, hidro, viento, geotermia y energía solar. Aunque la energía generada era apenas del 25%, porque una cosa es la capacidad instalada y otra la energía generada. México se acercaba a sus compromisos en el Acuerdo de París, pero con esta reforma, iría totalmente en contra de ellos”.

La experta destaca que la propuesta del gobierno es un retroceso a energías fósiles. "Quieren aumentar la generación energética con carbón y combustóleo. Son, además de contaminantes, mucho más caras porque la energía generada con renovables ha reducido muchísimo su costo. A partir de 2018 es mucho más barato comenzar de cero una planta de energías limpias, que simplemente darle mantenimiento a una vieja planta de combustibles fósiles”.

¿Por qué una decisión semejante?

Andrés Manuel López Obrador.Imagen: Presidencia Mexico/dpa/picture alliance

Prol Ledesma considera que el presidente vive en una realidad alterna, que cree que Pemex es una petrolera líder en el mundo que produce muchísimo petróleo. "Tiene la idea errónea de que México está sobre una alberca de petróleo, que el suelo está inundado de crudo. En una ocasión dijo que para sacar petróleo se mete un popote y ya, cuando en realidad todos los yacimientos que se están explotando están prácticamente agotados”.

La experta en energías renovables afirma que el presidente mexicano no está informado, ni mira el futuro, ni le preocupa el medioambiente o el bolsillo de los ciudadanos.

Turbinas eólicas ante la Sierra Madre Oriental.Imagen: Imago Images/IP3press/V. Isorex

El futuro de México son las renovables

Prol Ledesma insiste en que el futuro de México son las energías renovables, en donde el país tiene un enorme potencial. "Es uno de los países con más insolación y no figura entre los diez primeros en producción de energía solar. Alemania, que tiene una producción muy reducida, ha sido el principal productor durante algunos años, y en México en cambio, se desperdician las renovables que tiene el país. Solar, de viento, energías del océano, y geotermia, y debido a la falta de capacidad e inteligencia de esta administración”.

La propuesta de AMLO contravendría además los acuerdos que contempla el tratado de libre comercio de Norteamérica, T-MEC. "Muchos estadounidenses que tiene proyectos en energías renovables en México están inquietos, es comprensible que busquen tener como interlocutor a su gobierno para que busque un diálogo con el gobierno mexicano. Es probable que sea un diálogo institucional poco terso”, afirma Arturo Carranza. Prol Ledesma coincide. "Es el colmo que nuestra esperanza en esta cuestión sean los estadounidenses”. 

 

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