De no ponerse a toda vela a acabar el proceso del nuevo acuerdo entre UE y México, el horizonte de su aprobación no es claro. En Bruselas, legisladores de ambos lados detectan el peligro. Éste no es el presidente electo.
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"Son tiempos de cambio tanto en México como en la Unión Europea”, dice en Bruselas, el diputado mexicano Apolinar Casillas. La nueva coalición con la que Andrés Manuel López Obrador gobernará su país -con mayoría en ambas cámaras y en 19 congresos locales- también cambiará la constelación de la comisión parlamentaria mixta que une a legisladores mexicanos con diputados europeos. A su vez, las elecciones europeas, en mayo de 2019, reconfigurarán la eurocámara.
"El orden mundial se ha transformado y nos obliga a replantear alianzas. Por eso el reto de conseguir acelerar el proceso de la modernización del acuerdo global es aún mayor”, subraya Casillas.
"Tenemos que lograrlo antes del cambio porque no sabemos qué vamos a encontrarnos en la siguiente legislatura”, dijo por su parte la eurodiputada Teresa Jiménez-Becerril, que preside la comisión. "El populismo, el nacionalismo y el proteccionismo están en contra de los acuerdos comerciales”, recordó.
No es AMLO
A casi 20 años de la firma de un acuerdo comercial que se supone ha sido provechoso para México y la UE, ¿cuál es el temor? "No es a que no se firme. Porque desde la campaña todos los candidatos, incluido el ahora presidente electo, expresaron beneplácito por la política económica exterior de México, de las últimas décadas. Es decir, no hay planteamiento de retroceso alguno en temas comerciales exteriores”, explica Casillas a DW.
Por su parte, la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero, ponente del asunto en la eurocámara, coincide con esta percepción. "En junio, en pleno proceso electoral, estuve en México. Por las declaraciones de López Obrador entiendo que apoya el acuerdo y su modernización. También en las reuniones que he tenido con todos los grupos políticos y con empresarios, sindicatos y sociedad civil puedo decir tranquilamente que todos apoyan la firma del acuerdo”, explica a DW Rodríguez Piñero. La inclusión de la sociedad civil en espacios de seguimiento y evaluación del acuerdo serían uno de los grandes avances, no comerciales, del renovado acuerdo.
La incógnita de la nueva eurocámara
¿Entonces? "Nuestra preocupación es que si no agotamos la parte administrativa antes de diciembre y no le damos tiempo al Parlamento Europeo para que lo discuta y lo apruebe, con las elecciones en mayo habrá que esperar a la nueva eurocámara. No sabemos en qué disposición vengan; los nuevos miembros querrán enterarse del contenido y alcance. La discusión llevará su tiempo”, teme Casillas. Cabe recordar que el Parlamento Europeo no puede modificar los acuerdos, pero puede rechazarlos.
Y, aunque en la composición actual no son la mayoría, sí existen voces críticas con la modernización del tratado con México. Aparte de los que desconfían a secas de los mecanismos de los tratados de libre comercio, están los que querrían ver -antes de aprobarlo- medidas anticorrupción, mejoría en la situación de los derechos humanos o muestras de voluntad política para reducir la impunidad en el país. Si en la composición actual hay una mayoría a favor del texto, en la nueva… está por verse.
Viento en contra ponen también las nuevas configuraciones en los estados federados mexicanos. Para Bruselas era muy importante que México abriera la contratación pública a empresas europeas, tanto a nivel federal como subfederal. "Hay un proceso para esa apertura. Eso requiere un nivel de convencimiento de los Estados que son los que tienen la competencia. Con la elección de nuevos gobernadores hay que empezar de cero. Lleva su tiempo”, explica Rodríguez Piñero. Y concluye que "va a ser más difícil que se pueda votar".
Mirra Banchón (jov)
Deportados por Trump: volver a una realidad desconocida
Bajo el presidente Donald Trump son cada vez más los inmigrantes indocumentados que son deportados. Muchos de ellos han pasado la mitad de su vida en Estados Unidos. Cada semana llegan tres aviones a Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Amarga llegada
Los aviones aterrizan en una zona especial del aeropuerto de Ciudad de México. Los inmigrantes indocumentados son deportados desde los centros de detención en Estados Unidos. Esposados los llevan al avión. Veinte minutos antes de aterrizar los liberan.
Imagen: DW/S. Derks
Illegal alien
George Niño de la Riviera supo que había estado viviendo ilegalmente en Estados Unidos cuando cumplió 18 y postuló a un trabajo. Le dijeron que no tenía número de seguro social. Sus padres lo habían llevado a ese país siendo un bebé. Allí creció. Hace cinco meses fue deportado. Había pasado 34 años en Estados Unidos. Sus cuatro hijos viven con su exesposa en Fresno.
Imagen: DW/S. Derks
Un país extraño
María Herrera, de 27 años, fue deportada el 10 de abril. Estaba esperando la renovación de su visa DACA (Acción diferida para los llegados en la infancia) cuando tuvo un accidente automovilístico. Fue detenida y llevada a prisión. Dos meses después la deportaron. Tenía tres años cuando salió de México, un país que le es ajeno.
Imagen: DW/S. Derks
Renacer de la herida
Se encontró con George en New Comienzos, una organización sin ánimos de lucro que da asistencia a los repatriados. Comenzaron a salir juntos. “Es lindo tener un amigo especial que haya pasado por todo esto también”, cuenta María. Cuando estaba detenida sufrió de depresión y ataques de ansiedad. Ahora ambos están tratando juntos de abrirse camino en Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Detenido y deportado
En 2003 tuvo una pelea con su exnovia. Entonces, Diego Miguel María, de 37 años, fue detenido. Fue deportado en 2016.
Imagen: DW/S. Derks
"Dump Trump and his walll"
Junto con otros cinco compatriotas recientemente repatriados, Diego Miguel María ha conseguido un fondo especial del gobierno mexicano para montar una empresa de impresión de textiles. Su marca es “Deportados”. Se especializa en imprimir camisetas y bolsas con lemas como “"Dump Trump and his wall" (abajo Trump y su muro).
Imagen: DW/S. Derks
Una mano amiga
El trabajo de Diego no va a volverlo rico, pero le deja tiempo para trabajar de voluntario ayudando a nuevos deportados en el aeropuerto. “Me sentí tan perdido cuando atravesé esa puerta. Me parece importante guiar a aquellos que están tu mismo pellejo”, cuenta. Lo más difícil fue dejar a su hijo. Vivían juntos antes de que fuera deportado. Su exesposa no le permite ahora tener contacto con él.
Imagen: DW/S. Derks
Recomenzar
Daniel Sandoval fue deportado en febrero de 2018. No obstante parece estar tranquilo. “En Estados Unidos nunca hubiese podido invertir en un futuro, porque no tengo documentos. ¿De qué sirve una educación si nadie va a contratarme? Aquí en México tengo la posibilidad de recomenzar. Voy a poder tener una mujer e hijos sin temor a perderlos”, cuenta a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Amañándose
Daniel vive en un hogar para refugiados que queda sobre la imprenta de “Deportados”. Un pastor de su iglesia le organizó, al comienzo, un albergue en casa de una mujer de 75 años. Ella lo recogió de la estación de autobuses de Ciudad de México. “Me quedé allí dos semanas, pinté la casa. Luego contacté a “Deportados” y me enteré que ayudaban a inmigrantes. Ahora vivo aquí junto con otros dos”.
Imagen: DW/S. Derks
Del lado de la luz
Aunque la mayoría no sabe a dónde los van a enviar y tienen mucho miedo de perderlo todo en una fracción de segundo, el sacudón que sufren no siempre termina mal. “Ahora me parece que mi vida en Estados Unidos estuvo siempre cargada de temor y tristeza debido a mi situación legal. Ahora tengo un lastre menos, porque al fin soy libre y me siento en casa”, contó María a DW.