AMLO y Joe Biden hablan sobre migración, COVID-19 y comercio
20 de diciembre de 2020
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, conversaron sobre migración, combate al COVID-19 y seguridad fronteriza.
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El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, conversaron telefónicamente este sábado (19.12.2020) sobre asuntos de la agenda bilateral, como migración, combate al COVID-19, comercio y seguridad fronteriza, informaron ambos gobiernos.
Este es el primer contacto entre ambos políticos luego de que el pasado 14 de diciembre López Obrador se convirtiera en uno de los últimos dirigentes mundiales en felicitar a Biden, pues esperó a que su triunfo fuera formalizado en el Colegio Electoral estadounidense.
Biden "hizo hincapié en la necesidad de revitalizar la cooperación entre Estados Unidos y México para garantizar una migración segura y ordenada, contener el COVID-19, revitalizar las economías de América del Norte y asegurar" la frontera común, informó el equipo del demócrata en un comunicado.
"Reafirmamos el compromiso de trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos y naciones", escribió por su parte López Obrador en su cuenta de Twitter.
Un "nuevo enfoque de la migración regional"
La carta de felicitación que López Obrador envió a Biden el lunes pasado destacaba la necesidad de promover el desarrollo del sur de México y Centroamérica como una forma de disuadir la migración. Según el comunicado del equipo de Biden, ambos coincidieron en la necesidad colaborar en un "nuevo enfoque de la migración regional que ofrezca alternativas a emprender el peligroso viaje a los Estados Unidos".
Biden también habló de "construir la infraestructura y capacidades regionales y fronterizas" que contribuyan a la migración regular y que respete las normas internacionales relativas al asilo. La migración de miles de personas centroamericanas que viajaron en caravana hacia Estados Unidos en 2018 provocó una airada reacción del presidente saliente Donald Trump, quien amagó con imponer aranceles a exportaciones de México si el Gobierno no detenía ese flujo migratorio.
Pese a las tensiones, López Obrador ha logrado mantener una relación cordial con Trump, con quien se encontró en Washington en julio pasado en plena campaña electoral estadounidense, lo que fue criticado por opositores y algunos analistas mexicanos. Otros temas centrales en la agenda bilateral son la seguridad y el comercio, sobre todo por la reciente entrada en vigor del T-MEC, el nuevo acuerdo comercial de América del Norte.
ama (afp, efe, ap, Reuters)
¿Qué pasa con los inmigrantes cuando salen de los centros de detención de Estados Unidos?
Cada día, cientos de inmigrantes son liberados de los centros de detención estadounidenses después de haber cruzado con éxito la línea que separa al país más poderoso del mundo con una región en crisis.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Libres por ahora
Los autobuses llegan a lo largo del día a la estación de McAllen, Texas, con inmigrantes liberados de los centros de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) a los que se les permitió permanecer en EE. UU. mientras se procesan sus casos. Entre octubre de 2018 y marzo de 2019, unos 268.000 inmigrantes fueron detenidos en la frontera, según las autoridades fronterizas estadounidenses.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Entregados a voluntarios
Una vez fuera del autobús de Seguridad Nacional, los inmigrantes esperan que un agente los entregue a un voluntario de las Caridades Católicas del Valle del Río Grande (CCRGV). Debido al gran número de familias que cruzan la frontera y la magnitud de la crisis humanitaria que agobia al gobierno de EE. UU., organizaciones civiles ayudan a los inmigrantes en la frontera entre Texas y México.
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Caos organizado
En el Centro de Ayuda Humanitaria de CCRGV, las personas pueden comer y bañarse antes de viajar con los que los recibirán mientras esperan las audiencias de la corte de inmigración. Hasta 800 inmigrantes llegan al centro cada día. "Ninguna de las partes políticas de EE. UU. parece tener una respuesta", dice Brianna Trifiletti, una ayudante. "La solución tiene que venir de América Central".
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Largo camino por delante
Los inmigrantes son devueltos a la estación una vez que obtienen un boleto de autobús. Aquí, la voluntaria Melanie Domínguez usa un mapa del país para indicar a los inmigrantes, muchos de los cuales solo hablan un idioma indígena, donde necesitan cambiar de autobús. "Es ocupado pero también es gratificante, ya que fui inmigrante una vez", dice. "Siento que es mi lugar estar aquí".
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Los números detrás del muro
Al este de McAllen hay un larguísimo muro construido en la década de 2000. En ese entonces, el número de inmigrantes detenidos en la frontera, en su mayoría hombres solteros, eran 81.550 por mes en promedio. Ahora son 32.012 por mes y el dilema es diferente, ya que los que vienen son en su mayoría familias inmigrantes con niños pequeños, que son más difíciles de detener y procesar.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Río de muerte
"Cada semana escucho sobre otro ahogado" en el río Bravo, dice Jennifer Harbury, quien trabaja con personas que huyen de la violencia en Centroamérica. "Una madre le pagó a contrabandistas para que la llevaran a ella y sus tres hijos en una balsa. Su hija de dos años cayó al agua luego de una turbulencia. 'No nos detenemos en medio del río', dijo el hombre de la balsa mientras el niño se hundía".
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Medidas de Estados Unidos para limitar el flujo de migrantes
En el lado mexicano del puente International Gateway, que une a las ciudades de Matamoros y Brownsville, los inmigrantes revisan listas que indican el orden en el que las personas podrán cruzar y acercarse al lado estadounidense. Esta es una de las muchas políticas nuevas introducidas por la Administración Trump que muchos argumentan contravienen las leyes de asilo internacionales y de EE. UU.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Migrantes económicos vs. solicitantes de asilo
En otro puente, una madre e hija nicaragüenses esperan poder solicitar asilo. Uno de los debates es que si los que vienen deben obtener asilo, que es para los que huyen de la persecución y no de las dificultades económicas. "Tenía un trabajo como ingeniero civil, pero igual vine", dice Erving (27), de Nicaragua. "Estamos huyendo de la violencia, no se trata de encontrar trabajo".
Imagen: DW/J. Jeffrey
La esperanza se mezcla con el miedo
De vuelta en la estación de autobuses de McAllen, Valeria, de 9 años y de Honduras, espera el autobús que la llevará a ella y a su familia al norte. Los inmigrantes tienden a estar de buen humor una vez que han descansado y han sido alimentados en el centro de CCRGV. "Pero todavía hay miedo", dice una mujer hondureña. "No sé si después de mi audiencia en la corte podré quedarme o me deportarán".