AI condena impunidad por muerte de prisioneros en Irán
17 de septiembre de 2021
Amnistía Internacional (AI) condenó "el clima de impunidad" que prevalece en Irán por la muerte de personas bajo custodia, pese a que se han reportado más de 70 casos de este tipo en la última década.
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"Las autoridades iraníes no han rendido cuenta por al menos 72 muertes bajo custodia desde enero de 2010, pese a informes creíbles de que ocurrieron a causa de torturas u otros maltratos o el uso letal de armas de fuego y gas lacrimógeno a manos de las autoridades" dijo la organización con sede en Londres.
El último caso documentado se refiere a un hombre de 31 años cuya muerte fue informada a su familia el 8 de septiembre por oficiales del ministerio de Inteligencia en Urmía, en la provincia de Azerbaiyán Occidental, dijo AI en un comunicado. "Informes de la muerte de Yaser Mangouri en circunstancias sospechosas exponen aún más cómo el clima prevaleciente de impunidad envalentonó a las fuerzas de seguridad a violar el derecho de los presos a vivir sin miedo", dijo Heba Morayef, directora de AI para Oriente Medio y el norte de África.
Evidencias de golpizas de guardias penitenciarios
El informe se publica luego de que el director penitenciario de Irán admitió en agosto que se dio un "comportamiento inaceptable" en una prisión de Teherán, luego de que videos publicados en el exterior parecieron mostrar actos de violencia contra los detenidos. Las imágenes de guardias penitenciarios agrediendo y maltratando a los detenidos habrían sido obtenidas por hackers que tuvieron acceso a las cámaras de vigilancia en la prisión de Evin, en Teherán.
AI dijo que las imágenes "ofrecen evidencia perturbadora de golpizas, acoso sexual y otros maltratos de presos a manos de funcionarios penitenciarios". Precisó que en 46 de las 72 muertes bajo custodia, fuentes informadas dijeron que fueron el resultado de "torturas físicas u otros maltratos a manos de agentes de inteligencia y seguridad o autoridades penales".
Otras 15 muertes fueron causadas por el uso de armas de fuego o gas lacrimógeno por parte de los guardias de prisión para contener protestas motivadas por los temores de seguridad ante el covid-19, dijo AI.
En los restantes 11 casos, las muertes se dieron en circunstancias sospechosas, pero no se obtuvieron detalles sobre las causas potenciales, agregó. "Las autoridades iraníes suelen atribuir las muertes bajo custodia al suicidio, sobredosis de drogas o a enfermedades, de manera apresurada y sin una investigación independiente y transparente", indicó la organización.
jov (afp, ai)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
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El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
Imagen: akairan.com
Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.