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Ampliación europea: costosa pero no imposible

6 de diciembre de 2002

La meta política de la ampliación europea tiene un costo económico que desde ahora exige decisiones correctas. De lo contrario, el proyecto podría desbordar las finanzas comunitarias.

La UE quiere aumentar de 15 a 25 miembros.Imagen: AP

Los ámbitos que mas preocupan a los responsables en Bruselas son las partidas para la Política Agraria Común (PAC) y las ayudas estructurales a las regiones más pobres de la Unión Europea (UE). Los expertos exigen que se acelere la preparación para la ampliación de la Unión Europea (UE), que en el 2004 inicia el proceso de admisión de 10 nuevos miembros. En algunos años la UE estará conformada por 25 miembros.

El dinero alcanza

En principio no hay problemas para costear la llegada de una decena de nuevos miembros a la gran familia europea. El proceso estará finalizado probablemente en el año 2013. Según el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW por sus siglas en alemán), sería injustificada la alarma de una supuesta explosión de costos por la presencia de países con menor riqueza y con un perfil económico eminentemente agrario.

Los costos adicionales se financiarían "solos", es decir, mediante el incremento del Producto Interno Bruto agregado, indica el DIW. El costo de "77.000 millones de euros representará cerca de 1% del PIB de la Unión, menos de lo actualmente gastamos por la UE", explica el economista Christian Weise.

¿Dónde se puede ahorrar?

Según los expertos del DIW, hay margen de ahorro si se reducen los pagos que actualmente se efectúan a ciertos miembros de la UE en el marco del fomento de las regiones más pobres de la zona. Según esta reglamentación, los países con un ingreso per capita inferior al promedio de los 15 miembros actuales, reciben las llamadas ayudas estructurales.

Se trata de un simple cálculo matemático: con la inclusión de países con menor grado de desarrollo, dicho promedio cae automáticamente, "por lo cual (en el futuro) las ayudas estructurales también disminuyen", dice Weise a DW-World.

Protestas programadas

Pero la lógica matemática no siempre coincide con los intereses políticos. Se pueden anticipar por lo tanto las protestas de los países que más se benefician en la actualidad de los recursos de la UE. En este sentido, los expertos tampoco ven la disponibilidad de ahorro y de prescindir de esta fuente de ingresos nacionales. Después de todo, las ayudas de Bruselas tienen tanto un valor económico como político.

Un menor flujo de recursos por un lado, significa la necesidad de reformas estructurales por el otro, por ejemplo ante la meta de invertir más en la política de seguridad de la Unión. Por lo tanto, una vez que a partir de la próxima Cumbre de Copenhaguel a ampliación de la UE tome una forma concreta, se anuncia una fuerte disputa por los presupuesto de los años 2005 y 2006.

La espinosa política agraria

La PAC subvenciona al sector rural europeo. Según la mayoría de los expertos en comercio internacional, estas subvenciones que abaratan la producción agraria en la Unión, representan un impedimento a un comercio internacional más libre. Así, las negociaciones de libre comercio con los países de América Latina, por ejemplo, se retrasan regularmente cuando se tocan los aspectos de la PAC.

Imagen: AP

"Cada euro gastado para Política Agraria, no se puede gastar para algo más útil", protesta Christian Weise en DW-World. Un ejemplo de un gasto más racional sería "la estabilización de los nuevos miembros y, especialmente, de los países que serán los nuevos vecinos de la Unión Europea: los Balcanes, la antigua Unión Soviética y África del norte, algo que está en el propio interés de la UE", explica este economista de la DIW.

En resumen, de ahora en adelante, se recomienda concentrar el gasto en aquellos países que no alcancen el ingreso per capita promedio de la UE. Por lo pronto, las reglas no se aplican consecuentemente. Vale más bien el lema que a todos les debe tocar algo. Es una situación insostenible pensando en una UE con 25 integrantes.