El Monumento al Muro de Berlín en la famosa calle Bernauer recibirá su sitio en la historia y se convertirá, gracias a las importantes obras de ampliación que comenzarán a principios de año, en el mayor y más importante punto de recuerdo a todas las víctimas de la división de Alemania.

Creciente interés

En los últimos años ha aumentado incesantemente el interés por ese monumento en la larga calle Bernauer, quizá una de las más simbólicas de la ciudad, porque cuando el 13 de agosto de 1961 comenzó la edificación del Muro, se utilizaron algunos de sus edificios para el vallado, de modo que parte de las fachadas daban al Este, mientras que el resto lo hacían al Oeste.

Ese coladero, que en los primeros días dio lugar a muchas fugas de berlineses orientales hacia la parte occidental de la ciudad, se frenó para siempre con el tapiado absoluto de todo tipo de ventanas y recovecos. El Muro, frecuentemente reforzado, se convirtió en una fortaleza difícil de burlar. La calle Bernauer es también conocida porque fue justo ahí donde comenzó el derrumbe oficial en 1990.

El monumento actual ha quedado algo anticuado y sus dimensiones son demasiado reducidas, por lo que en junio de 2006, el Senado de Berlín, consciente de su importancia, decidió convertir todo el conjunto en el punto central de recuerdo a las víctimas del Muro.

Para ello determinó mejorar sus instalaciones y aprovechar todo el área real e histórica en la que se ubicó aquel Muro que durante 28 años dividió un país, una ciudad, destruyó el destino de miles de familias y amistades y causó la muerte de varias decenas de personas.

Cinco campos de fútbol

"Tenemos todo el espacio que queramos: el área es gigante pues el Muro atravesaba toda la calle Bernauer, la extensión es la equivalente a unos cinco campos de fútbol", señaló Manfred Fischer, directivo de la Asociación Muro de Berlin (Verein Berliner Mauer), que acarrea los gastos de la ampliación.

Además, uno de los puntos más atractivos de la ampliación es su autenticidad, subrayó Fischer. "Es el Muro de verdad, está donde lo levantaron, recordamos el lugar histórico real. Esto no es márketing, es pura información".

El monumento actual consta de tres partes: el propio Muro, un centro de documentación completo pero pequeño que fue inaugurado el 9 de noviembre de 1999 en el décimo aniversario de la caída de aquel fatídico tabique, y la Capilla evangélica de la Reconciliación.

Tras la construcción del Muro, esa capilla quedó atrapada en la línea llamada de seguridad y, por ello, fue derrumbada en 1985 siguiendo órdenes de los mandatarios de la República Democrática Alemana (RDA). Hoy en día, en el mismo lugar, se alza una nueva capilla de menores dimensiones, pero con el mismo nombre.

Con el fin de aprovechar realmente la zona, en junio se abrió un concurso de ideas para elegir el mejor proyecto con el que hacer realidad la ampliación. Se trataba de un proyecto de arquitectura integral: edificación, planificación urbana y exposición.

A mediados de mes ya se conocían los ganadores de entre más de 171 aspirantes: el estudio berlinés de Luis Mola y Henner Winkelmüller se encargará desde principios de año de la edificación, mientras que los arquitectos Sinai, Faust, Schroll y Schwarz, de las obras de planificación, y el estudio de Fuchst, de la exposición.

"El nuevo monumento constará de tres partes: la primera es la histórica, destinada a los interesados de todo el mundo. Se les explicará dónde estaba el Muro, cómo era, qué significado tuvo y cuál era su objetivo real: encerrar a una parte de la población, un propósito muy distinto al de otros muros en el mundo, que son para la defensa de la población", indicó Fischer.

División entre dos mundos

De hecho, el verdadero objetivo del Muro de Berlín era impedir la salida de la RDA, pues desde su fundación hasta agosto de 1961 unos 2,6 millones de ciudadanos habían huido a Alemania Occidental, y la economía amenazaba seriamente con hundirse para siempre.

"La segunda parte es para las víctimas: para honrarlas y ponerles nombre y cara por primera vez en la historia", continuó Fischer. Así se construirán unos nichos en la pared del cercano cementerio de Santa Sofía, en los que no habrá restos mortales, sino una foto de cada una de ellas, así como su fecha de nacimiento y defunción.

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La cuestión de la cifra total de víctimas del Muro sigue siendo controvertida y aún se está investigando. Por el momento se pondrá la foto de 134 víctimas, las oficiales según la organización del monumento, pero se irán añadiendo otras si se documentan más casos.

También para honrar a las víctimas, la Capilla de la Reconciliación seguirá leyendo como hasta ahora todos los días y puntual al mediodía, la biografía completa de cada una de ellas.

Muchas de las víctimas fueran asesinadas por los disparos de los oficiales de la RDA que vigilaban desde las más de cien torres emplazadas a lo largo de los 46 kilómetros de muro entre la parte oriental y occidental de la ciudad, pero otras muchas fallecieron por paros cardíacos, ahogamiento en la huida y otras causas.

Un punto también interesante del futuro proyecto será la colocación de unas varas verticales de acero junto a los restos del Muro y a lo largo de toda la línea por la que pasaba en la calle Bernauer y en la que hoy en día ya no hay vestigios de él. No en vano, tras su caída, los berlineses se dispusieron presurosos a retirar de su vista aquel "Muro de la vergüenza".

Las varas permitirán el visionado si se mira de frente, pero no si se hace lateralmente. "En este monumento hay un mensaje claro: el Muro estaba ahí, pero lo hemos superado", explicó Fischer.

Fondos alemanes y europeos

Por último, la tercera parte del monumento será sólo para los visitantes: un "pabellón de información", que contará con amplios espacios, personal especializado, una sala de vídeo e instalaciones preparadas para acoger a partir de 2011 una cifra anual de 450.000 visitantes, una cantidad muy notable si se tiene en cuenta que hoy en día recibe unos 260.000.

"El Muro dividió una ciudad y fue una tragedia, pero cayó sin derramar sangre, de modo que representa la bonita idea de que es posible el camino pacífico hacia la libertad": esos son los dos mensajes que se transmitirán desde el pabellón de información que se ha de abrir al público el 9 de noviembre de 2009, puntual para el vigésimo aniversario de la caída del Muro, añadió Fischer.

El proyecto de ampliación, cuya terminación completa está prevista para el 13 de agosto de 2011 como fecha tope y coincidiendo con el 50 aniversario de la edificación del Muro, prevé unos costos de 28 millones de euros (unos 40,26 millones de dólares), a pagar por el Estado alemán, la ciudad-Estado de Berlín y la Unión Europea.