Botella toma Madrid
27 de diciembre de 2011Al tomar las riendas de la alcaldía de Madrid en representación del Partido Popular (PP), la política ultraconservadora Ana Botella se convirtió este martes (27.12.2011) en la primera mujer en ocupar ese cargo. La esposa del expresidente José María Aznar (1996-2004) fue elegida por mayoría absoluta para sustituir a Alberto Ruiz-Gallardón como autoridad máxima de la capital española. Ruiz-Gallardón acaba de ser nombrado ministro de Justicia por el nuevo presidente de España, Mariano Rajoy.
Hasta ahora, Botella, de 57 años, era teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente de Madrid. Pero la oposición en el Ayuntamiento de Madrid ya veía venir su ascenso. Hace tiempo advirtió que, si Ruiz-Gallardón salía de la alcaldía para asumir el control de un ministerio, Botella lo sucedería sin que los madrileños hubieran votado por ella. Ese pronóstico se ha consumado este 27 de diciembre y Botella estará a cargo del destino de Madrid –una urbe con más de tres millones de habitantes– hasta los comicios municipales de 2015.
El ascenso de una ultraconservadora
Aunque Madrid ha estado en manos del PP durante los últimos ocho años, la capital española ha proyectado la imagen de una ciudad de espíritu progresista por mucho tiempo. Algunos dicen que ese rasgo se mantuvo vivo a pesar de que los conservadores se han aferrado al poder durante casi una década. Pero otros sostienen que Ruiz-Gallardón –percibido por los ultras del PP como un político liberal– ayudó a preservar su aire cosmopolita. De hecho, el alcalde saliente gobernó con mayoría absoluta gracias a los votos que recibió de la izquierda.
Botella, en cambio, encarna los valores que los miembros y votantes más conservadores del PP dicen defender. En el pasado, su inclusión en las listas de Ruiz-Gallardón fue atribuida a la insistencia de Aznar, quien buscaba asegurar el apoyo de la derecha más conservadora a la candidatura del PP. Católica devota y madre de tres hijos, Botella no es precisamente introvertida cuando sube a la tarima para dar de sí su discurso contra el aborto, la prevención del embarazo o los derechos de ciudadanos homosexuales, transexuales e intersexuales.
Intervenciones desafortunadas
En los medios españoles han quedado registradas sus intervenciones públicas más desafortunadas. Sus deficiencias argumentativas al rechazar la legalización del matrimonio gay, al vincular la inmigración con la delincuencia, al acusar a los indigentes de obstaculizar el aseo urbano, al sostener que los altísimos niveles de contaminación ambiental en Madrid se debían al “polvo africano” y no a la polución generada por el tráfico; todo eso indigna y entretiene al mismo tiempo a sus opositores en la izquierda.
Hasta cierto punto, no deja de ser paradójico que el nombramiento de Botella como alcalde de Madrid esté contribuyendo a crear modelos para las futuras generaciones de mujeres emancipadas, considerando que el discurso feminista no es uno que ella patrocine. A Botella se le relaciona con los Legionarios de Cristo Rey, uno de los grupos más conservadores de la Iglesia Católica, pero ella nunca se limitó a jugar el papel de la mujer detrás del hombre fuerte. Botella no sólo apoyó la carrera política de Aznar, fue ella quien la propició.
Detrás de un hombre fuerte…
Botella conoció al expresidente en Madrid, mientras ambos estudiaban Derecho. La pareja se casó en 1977 y, dos años después, Botella lo convenció de unirse a Alianza Popular, el partido del cual surgió el PP más tarde y al que ella ya se había afiliado. Mientras Aznar fue jefe del Gobierno español, Botella lo acompañó en cada uno de los viajes, mítines y cenas oficiales. Qué ironía: la semana entrante, Aznar tendrá que decidir si ejercerá en público o no el papel de consorte de la alcaldesa.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Pablo Kummetz