Ana Brnabic, una mujer homosexual lidera el Gobierno serbio
29 de junio de 2017
La designación de Brnabic se produce en un país tradicional en aspectos sociales, en el que todavía existen grandes prejuicios contra el colectivo homosexual.
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El Parlamento serbio aprobó hoy (29.06.2017) el nuevo Gobierno de Serbia, encabezado por primera vez por una mujer abiertamente homosexual, Ana Brnabic, cuyo programa se centra en la economía y en preparar la entrada del país balcánico en la Unión Europea. Después de dos días de debate, el Gobierno recibió el apoyo de 157 diputados, mientras que 55 votaron en contra.
La nueva primera ministra, que hasta ahora ha ejercido el cargo de ministra de Administración Pública, encabezará el Gobierno del conservador Partido Progresista Serbio, el SN, y los socialistas. Brnabic no está afiliada a ningún partido, tiene 41 años y es titulada en Administración y Gestión de empresas.
La ya jefa del Gobierno anunció que sus prioridades serán el crecimiento económico, la disciplina fiscal, la digitalización de la administración pública y la modernización del sistema de educación. "Mi misión es la modernización de nuestra sociedad en todos los aspectos", dijo Brnabic ante la Cámara.
Su Gobierno seguirá con la ambición de Serbia de ingresar en la UE y, al mismo tiempo, mantener buenas relaciones con sus socios tradicionales, Rusia y China, así como con Estados Unidos. La designación de Brnabic se produce en un país tradicional en aspectos sociales, en el que todavía existen grandes prejuicios contra el colectivo homosexual.
Sin grandes cambios respecto al anterior Gobierno
Algunos diputados de partidos derechistas criticaron el nombramiento de Brnabic, tanto por su orientación sexual, como por considerar que será una exponente de la política pro-occidental en Serbia. Los analistas serbios consideran que la influencia política del actual presidente y anterior primer ministro, Aleksandar Vucic, seguirá siendo determinante en el país, a pesar de que el poder real está en el Gobierno. Vucic, líder del SN, estuvo al frente del Ejecutivo hasta mayo pasado y eligió a Brnabic como primera ministra.
La nueva jefa del Gobierno recalcó también la importancia de la cooperación en la región de los Balcanes occidentales y del diálogo entre Serbia y Kosovo para normalizar sus relaciones, dentro de un proceso auspiciado por Bruselas. Serbia no reconoce la independencia de Kosovo proclamada en 2008 por la mayoría albanokosovar. El nuevo Ejecutivo, en el que no hubo grandes cambios con respecto al anterior, tendrá 21 miembros y dos ministerios nuevos, el de Integración Europea, y el de Protección del Medioambiente, considerados importantes en el proceso de adhesión comunitaria. El líder socialista Ivica Dacic seguirá siendo ministro de Exteriores y viceprimer ministro.
MS (efe/afp)
La intervención de la OTAN contra Serbia
El bombardeo de Serbia por parte de la OTAN terminó con la violencia de las tropas serbias contra los albano-kosovares. Sin embargo, esa guerra, que se realizó sin el mandato de la ONU, sigue siendo controvertida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huellas de la guerra
El conflicto en Kosovo escaló a fines de 1990. Decenas de miles de personas huyeron y, cuando todas las tentativas de restablecer la paz se vieron frustradas, la OTAN inició un ataque aéreo a las bases y objetivos militares serbios, el 24 de marzo de 1999. Once semanas después, Slobodan Milosevic se rendía.
Imagen: Eric Feferberg/AFP/GettyImages
El fracaso de la resistencia pacífica
Ya a mediados de los 80 comenzaron en Kosovo las protestas contra los intentos de Belgrado de recortar los derechos de la población albana. En los 90, las represalias aumentaron. Ibrahim Rugova, que lideraba el movimiento político en Kosovo desde 1989, creía en la resistencia pacífica y trató de convencer a Slobodan Milosevic de un cambio de rumbo, pero sin éxito.
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Guerra de guerrillas
En Kosovo comienza a formarse la resistencia armada. La autoproclamada Armada de Liberación UCK empieza una cruel guerra de guerrillas perpetrando violentos ataques contra los serbios, pero también contra los albanos, a quienes considera colaboradores. Serbia responde a los actos terroristas incendiando viviendas y saqueando tiendas. Cientos de miles personas huyen.
Imagen: picture-alliance/dpa
Expulsión sistemática
La guerra se vuelve cada vez más brutal. Para romper la resistencia de la UCK y el apoyo que le brinda la población, las fuerzas serbias atacan cada vez más a civiles. Muchas personas huyen a los bosques. Miles de kosovares son llevados en trenes y camiones a las fronteras del país, sin documentos que probaran que provenían de Kosovo.
Imagen: picture-alliance/dpa
El último intento
En febrero de 1999, EE. UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania llaman a las partes en conflicto a una conferencia en Rambouillet para lograr un acuerdo limitado de autonomía para Kosovo. Los representantes kosovares aceptan, pero los serbios no están dispuestos a hacer concesiones, y las negociaciones fracasan.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Intervención humanitaria"
El 24 de marzo de 1999, la OTAN comienza a bombardear objetivos militares y estratégicos en Serbia y Kosovo para frenar la violencia contra los albanos. También Alemania participa en los ataques. La operación “Allied Force” es la primera guerra de la OTAN en 50 años que no cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia juzga severamente la intervención
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Infraestructura paralizada
Además de los ataques a instalaciones militares, la OTAN también toma como objetivo vías de abastecimiento, líneas de ferrocarril y puentes. En 79 días y noches arriban más de 37.000 misiones de la alianza, y cerca de 20.000 misiles y bombas caen sobre territorio serbio. Muchos civiles pierden la vida. “Daños colaterales”, según el lenguaje que utiliza la OTAN.
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Nubes tóxicas sobre Pancevo
También son atacadas las fábricas, como en Pancevo, cerca de Belgrado. Allí, las bombas de la OTAN destruyen un depósito de químicos y una fábrica de fertilizantes liberando grandes cantidades de sustancias químicas que contaminan suelos, ríos y el aire. Las consecuencias para la población son gravísimas. Serbia acusa a la OTAN de utilizar munición enriquecida con uranio, así como bombas racimo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra contra la propaganda de guerra
Para privar a Milosevic de un importante órgano de propaganda, la OTAN ataca la televisión estatal en Belgrado. Aunque se informó con anticipación al Gobierno serbio del ataque, éste no difunde la información. En el edificio de la emisora mueren 16 personas.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Daños colaterales"
En Kosovo, las bombas de la OTAN caen por error sobre una caravana de refugiados albanos. Mueren cerca de 80 personas. La OTAN califica, además, de “daño colateral” el bombardeo de la embajada china en Belgrado, en el cual mueren cuatro personas. El incidente provoca una grave crisis diplomática entre Pekín y Washington.
Imagen: Joel Robine/AFP/GettyImages
Balance del horror
A comienzos de junio llegan las primeras señales de Belgrado que indican que Slobodan Milosevic está dispuesto a ceder. El 19 de junio la OTAN detiene los ataques aéreos. El balance de la guerra: miles de muertos y 860.000 refugiados. La economía serbia está por los suelos, y amplios sectores de su infraestructura están destruidos. Kosovo es puesta bajo administración de la ONU.