Analistas piden parar envío de armas a peshmergas en Irak
7 de junio de 2016
Institutos alemanes para la paz pidieron no enviar más armas a los milicianos que se defienden del terrorista Estado Islámico (EI) en Irak, pues "no evita conflictos internos" y pueden terminar en manos de terceros.
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En su Informe sobre la Paz 2016, presentado en Berlín, estos institutos sostienen que el Gobierno alemán "subestimó el riesgo de proliferación y del recrudecimiento de la lucha por el poder en Irak" al decidir armar a las fuerzas kurdas peshmergas para apoyar a quienes combaten al EI. Al mismo tiempo, reclaman poner fin a las exportaciones de armamento a Arabia Saudí y apoyan la exigencia del Parlamento Europeo de un embargo.
Considerar a esta monarquía un "ancla de estabilidad regional" es un "supuesto erróneo", declaró Margret Johannsen, del Instituto de Estudios para la Paz y Política de Seguridad de Hamburgo (IFSH), que suscribe el informe junto al Instituto para el Desarrollo y la Paz de la Universidad de Duisburgo-Essen y otros tres centros de estudios. En su opinión, la "carrera por la hegemonía" que libra con Irán es el verdadero motivo de la intervención de Arabia-Saudí en las guerras civiles en Siria y Yemen y no la búsqueda de estabilidad, lo cual dificulta una solución política en estos conflictos.
Los institutos reclaman, asimismo, la prohibición sin excepción alguna de exportaciones de armas a estados que hacen entrega de las mismas de manera ilegal a actores gubernamentales o no gubernamentales. Por otra parte, el informe alude a los cambios de régimen en Afganistán, Irak y Libia y a "las fracasadas estrategias de pacificación", que deberían haber servido de lección para no sobrestimar las posibilidades de una intervención desde fuera.
“No es posible derrotar al EI por vía militar”
El derrocamiento de los regímenes autoritarios que se mantenían en el poder a base de represión y aparatos del estado que no aportaban nada al bien común fue seguido de "una fragmentación de la sociedad y del derrumbe de las estructuras estatales", se señala en el texto.
Los institutos critican asimismo la participación del Ejército alemán en la guerra contra el EI en Siria, ya que, en su opinión, no es posible derrotar a ese grupo terrorista por la vía militar. En el apartado dedicado a Afganistán, el informe subraya que "no existen zonas seguras" en el país, donde tras la intervención militar no ha sido posible construir un estado legítimo y operativo y los talibanes, derrotados en 2001, vuelven a controlar grandes áreas. "En esta situación, la intención de Alemania de expulsar a refugiados a zonas supuestamente seguras en Afganistán roza el cinismo", subrayan los institutos.
En su informe, que se publica anualmente desde 1987, estos centros de estudios llaman a combatir las causas que llevan a las personas a huir de sus países de origen y a diseñar una política solidaria en materia de refugiados a nivel europeo.
JOV (efe, dpa)
¿Qué queda de Palmira?
En 2015, el Estado Islámico impactó al mundo al destruir monumentos de la antigua ciudadela de Palmira. Una exposición en Colonia muestra dibujos que documentan el esplendor de esas maravillas de la humanidad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Artista, arquitecto, arqueólogo
Como muchos de quienes viajaron hacia Oriente en el siglo XVIII, el artista francés Louis-François Cassas provenía de una familia de clase acomodada. Su padre era marqués y agrimensor real. En 1785, Louis-Francois estuvo dos meses en Palmira, haciendo croquis de prácticamente todas las ruinas de ese legendario centro cultural de la Antigüedad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Lo que quedó
Cassas encontró solo ruinas en Palmira. Sin embargo, en lugar de dibujar lo que veía, intentó reconstruir la ciudad y poner sobre el papel su antiguo esplendor. El museo Wallraf-Richartz de Colonia tiene 123 de esos dibujos en su colección. Algunos de ellos fueron restaurados para la exhibición "Palmira: ¿qué queda?", que también muestra la destrucción provocada por los terroristas en la región.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Oasis para comerciantes
Palmira está ubicada a medio camino entre Damasco y la frontera con Irak. Erigida entre los siglos I y III d. C., los monumentales edificios se mantenían bien preservados, como mudos testigos de la magnificencia de la ciudad greco-romana. Caravanas de comerciantes trasladaban especias, gemas preciosas y ropas a la ciudad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Diferentes estilos e influencias
Con el tiempo, Palmira fue mezclando su arquitectura greco-romana con estilos locales. El teatro romano semicircular tiene una fachada diseñada al estilo de un palacio oriental. En ese escenario se presentaban obras en arameo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Marczok
Fascinación con la historia
Artistas y arquitectos han intentado desde fechas tan tempranas como el siglo XV revivir el espíritu de la antigua ciudad. Pero la perspectiva de Cassas era única: usando colores diferentes, distinguió la arquitectura existente de la imaginaria en sus dibujos. El negro representa a la realidad, el rojo señala sus reconstrucciones.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
El centro de la vida religiosa
El templo de Bel fue construido hacia fines del siglo II d. C. bajo dominio romano. Bel era el equivalente local para el dios griego Zeus. La arquitectura combina tradiciones arquitectónicas romanas y griegas, con la adición de ornamentaciones orientales.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Perdido para siempre
El templo de Baalshamin, de aproximadamente dos mil años de antigüedad y una de las estructuras más completas halladas en Palmira, fue una de las maravillas destruidas por el Estado Islámico. Baalshamin, el "Señor del Cielo", era una de las deidades supremas de Palmira.
Imagen: Reuters/Stringer
Cuánto se perdió y cuánto queda
La Gran Columnata fue la principal avenida de la ciudad. Allí había tiendas a ambos lados de la calle, además del mercado del Ágora, un teatro y un complejo de baños romanos. Cuánto destruyeron los fanáticos del Estado Islámico y cuánto quedará para la posteridad es hoy un misterio. Habrá que esperar que las fuerzas del gobierno sirio terminen de expulsar a los insurgentes de la región.