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Anciano alemán de 90 años es acusado por la masacre de 430.000 judíos

28 de julio de 2010

Tiene 90 años y la Justicia alemana lo acusa de participar en la masacre de 430.000 judíos: el nombre de Samuel Kunz se suma a la lista de presuntos nazis que a última hora han de responder por sus crímenes.Samuel Kunz o

Samuel Kunz ocupa el tercer lugar de la lista de los diez nazis autores de crímenes de guerra más buscados que cada año publica Centro Simon Wiesenthal. Según esta institución, famosa por sus indagaciones y por no dar descanso a los crímenes del nacionalsocialismo y a sus colaboradores, Kunz habría tomado parte en la muerte de 430.000 judíos en el campo de concentración de Belzec, situado en la actual Polonia.

Hoy, el supuesto nazi vive en en la circunscripción de Rhein-Sieg de la ciudad alemana de Bonn. Con él habrían dado, según Efraim Zuroff, director del centro Wiesenthal en Jerusalén, investigadores del Departamento de Justicia de Estados Unidos. En respuesta al hallazgo, el tribunal federal en Bonn presentó una demanda judicial hace dos semanas y actualmente está decidiendo la apertura de un proceso contra Kunz.

Impulso a raíz de Demjanjuk

De sobra es sabido que no todos los autores de crímenes contra la humanidad durante el nacionalsocialismo han sido llevados ante la Justicia. Muchos emigraron tras la II Guerra Mundial y buscaron cobijo en terceros países. Otros permanecieron en Alemania, ocupando incluso cargos públicos y otros puestos sin ser molestados.

Kunz trabajó hasta su jubilación para los servicios de mantenimiento en el Ministerio de Construcción en Bonn. Las investigaciones en su contra fueron coordinadas desde la "central para el esclarecimiento de genocidios nacionalsocialistas" de Dortmund, y éstas recibieron un impulso gracias al proceso contra John Demjanjuk, en el que se dieron a conocer testimonios de los años 40 y 60 que hacían referencia al ex guardia del campo de concentración de Belzec.

Aún no es tarde

La avanzada edad de los culpables hace cada vez más complicada su persecución y convierte estos años en los últimos susceptibles de ser utilizados para esclarecer hechos y responsabilidades. Sin embargo, el caso Kunz demuestra que no es demasiado tarde para llevar a autores de crímenes de guerra a los tribunales, dijo Zuroff.

"Estoy satisfecho", sostuvo el director después de que tribunal federal de Bonn presentara su demanda. "Este caso da muestras de un cambio positivo en la política de acusaciones alemana", añadió.

Editora: Luna Bolívar Manaut (dpa)

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