La eurozona crecerá un 0,2%
27 de marzo de 2012Los dos hombres que compadecen ante la prensa no pueden ser más diferentes: el mexicano Angel Gurría, el efusivo secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ODCE), y el sobrio y distante comisario de Asuntos Monetarios de la Unión Europea, el finlandés Olli Rehn. Sin embargo, su mensaje es el mismo: en materia económica, las cosas pueden mejorar en el Viejo Continente, siempre y cuando “apliquemos las medidas adecuadas, superemos la crisis y logremos estabilizar la situación para que de la estabilización pura y dura podamos pasar al crecimiento y al desarrollo”, describía Rehn.
El comisario europeo prosigue su discurso. En un punto, sin embargo, busca el apoyo de Gurría. Se trata de pedir una ampliación del dinero puesto al servicio del rescate del euro. “Cuando tratas con los mercados, es mejor pasarse que quedarse corto”, interviene Gurría, “si los mercados exigen 50 o esperan 70, dales 100, de manera que no les quepa ninguna duda acerca de tu voluntad. Porque la cuestión decisiva no es cuánto pones, sino si te creen o no”. La misiva va dirigida directamente a Alemania.
Al menos un billón de euros
Alemania no sólo aporta la mayor cuantía al temporal Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y al futuro y permanente Mecanismo de Estabilidad Europeo, era también –al menos hasta este lunes (26.03.2012)- el país que con más vehemencia se oponía a aumentar por encima de los 500.000 millones de euros la dotación conjunta de ambos paquetes. A principios de esta semana, no obstante, Berlín señalizó disposición a aceptar un monto de 700.000 millones de euros. A Gurría esto le sigue pareciendo quedarse corto. Al menos un billón de euros haría falta, opina.
Cuánto capital concederán finalmente los europeos como muestra de firme voluntad a los mercados lo decidirán sus ministros de Finanzas el próximo fin de semana en una cumbre a celebrar en Copenhague. En vista del encuentro, el secretario general de la OCDE les tiene más consejos preparados. Por ejemplo, mejorar el funcionamiento del mercado comunitario, que, según Gurría, existe en algunos aspectos sólo sobre el papel.
Crece la presión sobre Berlín
Un 0,2% crecerá la economía europea en 2012, arrojan los pronósticos que el jefe de la OCDE había venido a presentar. Una cifra parca, pero en positivo. “Europa es fuerte. Cuenta con todas las instituciones, todos los medios, todo el bienestar… puede solucionar sola sus problemas”, recordó Gurría. “Clave es”, analizaba el mexicano, “poner al servicio de este fin las instancias que fueron creadas para tal cosa”.
Al Banco Central Europeo se refiería principalmente Gurría. Con su intervención, la entidad logró tranquilizar a los mercados y evitarle así males mayores a la eurozona, considera el secretario general. Y de nuevo aparece Alemania mencionada indirectamente, porque fue el Gobierno germano uno de los que con más recelo contempló esta política. Berlín aprieta el freno, Gurría el acelerador, y la presión sobre los alemanes crece.