Estudiantes de arte búlgaros decoraron las paredes del pueblo de Staro Zhelezare: primero con retratos de los habitantes, y más tarde con los de políticos que parecían estar en diálogo con la población local, como aquí la canciller alemana.

El arte comienza en la calle. En la tradición de los murales sudamericanos con mensaje político, el artista italiano de arte callejero Jupiterfab nos enseña a Angela Merkel en íntimo contacto con el ex primer ministro griego Alexis Tsipras, en una pared en Atenas.

El arte político también puede encontrarse en los museos: aquí, el ex presidente francés Nicolás Sarkozy aparece en el maternal regazo de Angela Merkel. Ella desnuda y él con un sombrero de Napoleón. El artista satírico británico Kaya Mar también ha retratado a Theresa May, Donald Trump y el Papa en contextos críticos.

"Conocemos muchas fotos de ella en las que parece bastante fría, pero yo quería ir más allá y mostrar su postura humana", dijo el artista norirlandés Colin Davidson 2015 sobre su retrato de Merkel, que más tarde adornó la portada de la revista Time. Merkel fue elegida "persona del año", entre otras cosas por su política en la crisis de los refugiados.

En 2017, la artista estadounidense Elizabeth Peyton pintó un retrato de la canciller alemana para la revista de moda "Vogue". En su retrato estilizado, Merkel parece como una chica joven. Peyton pinta retratos de pequeño formato de estrellas del pop, personalidades históricas y contemporáneas, generalmente con piel clara y rasgos faciales finos.

No solo artistas conocidos, sino también aficionados han intentado pintar a Angela Merkel. Uno de los más destacados es George W. Bush. El ex presidente de EE.UU. inmortalizó a un total de 30 jefes de gobierno en pinturas - incluyendo a Angela Merkel.

La fotógrafa Herlinde Koelbl inmortalizó a la canciller en su serie "Huellas del poder", al igual que lo había hecho con Gerhard Schröder y Joschka Fischer. El estudio a largo plazo examina la "transformación de la persona a través del cargo político": de 1991 a 1998, fotografió y entrevistó a 15 personalidades de la política y la economía alemana.

El ilustrador israelí Amit Shimoni retrató a los poderosos e influyentes como hipsters en su serie "Hipstory". Trump lleva una camisa hawaiana y Obama rastas. ¿Y Angela Merkel? Labios oscuros, un sombrero, un abrigo y un piercing en la nariz.

La gran cantidad de caricaturas que incluyen a Angela Merkel demuestra la importancia de la canciller alemana. Después de todo, ocupa desde hace años el primer lugar en la lista de las 100 mujeres más poderosas del mundo.

En 2014, Merkel tuvo que retirarse después de un accidente de esquí en Suiza. Diagnóstico: fractura pélvica incompleta. La canciller tuvo mucho dolor y debió "recostarse mucho" por varias semanas, dijo el portavoz del Gobierno. Pero incluso lesionada Merkel continuó gobernando. Para las reuniones de gabinete se arrastró hasta la cancillería con muletas. El vicecanciller no tuvo que intervenir.

El excanciller alemán Helmut Kohl tuvo problemas de próstata en 1989, lo que llegó en un mal momento: en el congreso de la CDU en Bremen, un competidor interno del partido preparaba un golpe contra Kohl. Para no mostrar debilidad, Kohl ocultó la enfermedad, asistió al congreso del partido y prevaleció. Después, se sometió finalmente una cirugía.

"Nunca he estado completamente sano", dijo el excanciller alemán Helmut Schmidt en 2014. Durante su mandato siempre había luchado con problemas de salud. Pero él y su personal guardaron muy bien el secreto. Después de todo, se dice que a menudo lo encontraron inconsciente en su oficina.

El expresidente francés Georges Pompidou murió inesperadamente en 1974. Tenía cáncer y pudo ocultarlo durante años. Incluso el expresidente François Mitterrand (foto) estuvo inadvertidamente enfermo. Cuando asumió el cargo, los médicos le dieron solo tres años de vida, que se convirtieron en 15. Poco después de dejar el cargo, murió de cáncer de próstata.

En Estados Unidos, las enfermedades pueden definitivamente decidir las elecciones. En la carrera por la Casa Blanca entre Donald Trump y Hillary Clinton, la exsecretaria de Estado se convirtió en un video amateur de desastre, en el que se vio a una preocupada Clinton que apenas podía mantenerse de pie. Su doctor habló de neumonía. Y su competidor Trump resaltó su propia deslumbrante salud.

John F. Kennedy era una figura carismática. Nadie sospechó que el joven expresidente tuvo que tomar temporalmente ocho medicamentos diferentes al día. Kennedy sufrió de la enfermedad de Addison, una hipofunción de la corteza suprarrenal. Sin tratamiento, la enfermedad habría sido fatal. Kennedy recibió muchas veces la extremaunción, según círculos cercanos. Y todo quedó en secreto.

Los políticos de todo el mundo ocultan sus enfermedades. Pero ninguno tuvo más éxito que el expresidente estadounidense Franklin D. Roosevelt. Cuando asumió el cargo en 1933, ya tenía 10 años en silla de ruedas y sus electores no lo sabían. Todavía no está claro qué enfermedad tenía. Solo hay tres fotos de Roosevelt en su silla. La nación se sorprendió cuando murió "de repente" en 1945.

Un diagnóstico de cáncer renal cambió bruscamente la vida del expresidente de Eslovenia, Janez Drnovšek. El político, que casi siempre fue primer ministro y luego presidente de su país desde 1992 hasta 2002, se retiró. Apenas aparecía públicamente, cambió la mansión por el refugio en la montaña, vivió siendo vegetariano y se convirtió al budismo. Murió de su enfermedad en 2008.