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"Angela Merkel es como don Quijote"

María Santacecilia (DZC)17 de marzo de 2016

Con motivo del cuarto centenario de la muerte de Cervantes, DW analiza la presencia de la obra cervantina en la cultura alemana con la ayuda de Christoph Strosetzki, profesor de la Universidad de Münster.

Imagen: picture-alliance/Lou Avers

Deutsche Welle: ¿Cómo ha influido la obra de Cervantes en Alemania?

Christoph Strosetzki: Sobre todo en la literatura del Romanticismo y en la filosofía del idealismo. En aquel entonces, la figura de don Quijote fue un hito clave que ilustraba el antagonismo entre lo infinito y lo limitado. Lo infinito son las ideas de don Quijote y lo limitado es la realidad. La realidad es el obstáculo que se opone a las ideas. Eso es precisamente lo que sentían los románticos en Alemania. Estamos hablando de filósofos idealistas como Hegel y Schelling y de escritores románticos como los hermanos Schlegel, aunque también tiene su importancia en Schiller. Schelling, concretamente, busca nuevos mitos procedentes de la época cristiana, mitos distintos de la mitología de la Antigüedad. Para Schelling, don Quijote es un mito moderno.

Hasta llegar a los románticos alemanes han pasado dos siglos desde que se publicara Don Quijote, ¿cómo es la relación de Alemania hacia esta obra durante ese tiempo?

Antes de los románticos, había una interpretación del personaje como figura ridícula. Había incluso manifestaciones carnavalescas que imitaban sus aventuras, aunque no solo en Alemania, también en Francia y España. Pero, a partir del Romanticismo, aunque en realidad ya empieza algo en el siglo XVIII, se convierte en una figura seria, que cuenta con la simpatía de los lectores.

¿Cuáles son los temas del Quijote que interesan en Alemania?

Sobre todo, la ya mencionada oposición finitud-infinitud. Pero hay otros temas, por ejemplo, el hecho de que las leyes de la caballería tengan más importancia que las leyes positivas. Este conflicto entre ley natural frente a leyes positivas, las que rigen el orden de la sociedad, también es un tema interesante para los alemanes. Además, resulta atractiva la temática de los vasallos, porque Sancho es un vasallo, es un protegido de don Quijote. La relación entre ambos es una sátira de las leyes del feudalismo, como otras muchas sátiras presentes en el Quijote.­­

¿Conoce otros acercamientos al Quijote en la literatura alemana?

Thomas Mann exploró el humanismo de la obra en Viaje por mar con Don Quijote y, más recientemente, Peter Handke escribió también sobre este tema en Der Bildverlust oder Durch die Sierra de Gredos. También hubo una exitosa relectura teatral de la obra en Hamburgo.

¿Y qué opina de la más reciente traducción al alemán del Quijote, realizada por Susanne Lange y publicada en 2008 por la editorial Hanser? ¿Está destinada a perdurar?

Es muy buena. Lange lo ha pensado mucho. Es una traducción muy valiosa.

¿Cree que los alemanes con una cultura media conocen a Cervantes y su Don Quijote?

Hace algunos años, el Quijote estaba en los programas de estudios de los centros de enseñanza secundaria, pero ahora ha desaparecido. Si los centros son buenos, los alumnos acabarán sus estudios habiendo oído hablar de Cervantes y el Quijote. Actualmente, como cada vez más se estudia el idioma español, se aprende en ese contexto. También se habla del Quijote dentro de las clases de alemán, como parte de la literatura mundial.

Suele hablarse de la modernidad del Quijote y se dice que temas de candente actualidad están ya presentes en la obra. ¿Qué podemos aprender de ella en la Alemania del fulgurante ascenso electoral de los populistas de derechas, la AfD o Alternativa para Alemania, y la crisis de refugiados?

En general, don Quijote piensa luchar contra los “moros”. Él lucha para defender la fe cristiana. Pero, naturalmente, hay una parte de humanismo que está en la obra. El humanismo es lo que puede servir para explicar la actual situación. No hay que olvidar que don Quijote siempre es una víctima. Nunca es el vencedor, no es un héroe, él encarna la fortaleza entendida de una forma cristiana, la fortaleza de la pasividad y el sufrimiento.

¿Y cómo es el trato del personaje con el “otro”, con el diferente, con el extranjero?

Casi todos son extranjeros para don Quijote porque no comparten su visión del mundo. En este caso puede decirse que, si ve una injusticia, quiere terminar con ella, sea cual sea la persona afectada.

En ese caso ¿sería Angela Merkel quien encarnaría en la actual situación la figura del Quijote?

Exacto. Ya se dijo de ella que “luchaba contra molinos de viento” en el caso de Grecia, por tratar a toda costa de mantener a aquel país en la eurozona. También se dijo por su empeño en el apagón nuclear. No lo he oído aún en la actual situación, pero, naturalmente, también podría aplicarse y decir que Angel Merkel es como un don Quijote que sigue luchando por sus ideas a pesar de los obstáculos.


Christoph Strosetzki es decano del Departamento de Lenguas Románicas de la Universidad de Münster, autor de una biografía sobre Miguel de Cervantes, y experto en literatura hispanoamericana.


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