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SociedadAlemania

Anterior a Labubu: Temi, el Monchhichi de la RDA

30 de julio de 2025

Los muñecos Labubu, que causan sensación de la mano de Rihanna y Dua Lipa, podrían haber tenido un pariente alemán.

Los Monchhichis (izq.) fueron un icono de la cultura popular, décadas antes que los Labubu (der.)
Los Monchhichis (izq.) fueron un icono de la cultura popular, décadas antes que los Labubu (der.)Imagen: Hallie Rawlinson/DW

El nuevo Pop Mart de Berlín, el primero en Alemania, atrajo multitudes masivas durante su fin de semana de apertura en la capital alemana. La fiebre fue impulsada por famosos coleccionistas de muñecos Labubu como Lisa de Blackpink, Rihanna, Dua Lipa y David Beckham.

Tras el furor viral de Labubu, los influencers también han estado promocionando otro juguete de peluche coleccionable que podría considerarse el "antepasado" del monstruo de peluche espeluznante y adorable: el Monchhichi.

¿Un Labubu alemán?

Popular en todo el mundo en la década de 1980, el muñeco de mono con cara de plástico fue creado por el diseñador japonés Yoshiharu Washino para Sekiguchi Corporation.

Lanzado en 1974, el Monchhichi debutó en el mercado internacional un año después en la Feria del Juguete de Núremberg, lo que permitió a la compañía japonesa lanzar los juguetes en países de habla alemana.

Tuvieron un gran éxito en Europa. A finales de la década de 1970, se vendían más muñecas Monchhichi en Alemania que en Japón.

La fama mundial llegó cuando la juguetera estadounidense Mattel comenzó a comercializar los muñecos de peluche en 1980. Una serie de dibujos animados llamada "Los Monchhichis", producida por Hanna-Barbera, se lanzó mundialmente para promocionarlas. Pero cinco años después, Mattel consideró que las ventas no eran lo suficientemente buenas y abandonó la línea.

Los muñecos Monchhichi aún son sumamente popularesImagen: Revierfoto/dpa/picture alliance

Aun así, las Monchhichis se relanzaron en Estados Unidos en 2004 para conmemorar el 30 aniversario del juguete.

Con los muñecos ahora a la venta en tiendas como Urban Outfitters, los anunciantes de Monchhichi ya no se dirigen a los niños, sino a los jóvenes adultos atraídos por las tendencias nostálgicas y peculiares.

Encuentra el Labubu falso

Los coleccionistas de Labubu que buscan modelos raros en línea deben determinar si están a punto de comprar un auténtico elfo monstruo de juguete, creado por el diseñador hongkonés-holandés Kasing Lung, o más bien un "Lafufu" falso, como se les conoce coloquialmente a las  falsificaciones de Labubu.

Internet está lleno de consejos que permiten a los fans identificar las diferencias entre ambos. Las imitaciones son obviamente menos refinadas que los modelos de diseño. Los niños reciben burlas de sus amigos si aparecen con una figura con diez u ocho dientes en lugar de nueve: la señal definitiva de que no es la auténtica.

De igual manera, se pueden encontrar copias del Monchhichi en todo el mundo.

El Monchhichi de la RDA

Pero la versión de la muñeca vendida en la antigua Alemania del Este, o la República Democrática Alemana (RDA), eludió el problema de la autenticidad adoptando un nombre diferente: Tiemi.

Si bien la popularidad del Monchhichi se disparó en Alemania Occidental, no estaba disponible en la Alemania comunista, que prohibía la importación y venta de artículos de consumo capitalistas.

Este es Temi, la versión de los Monchhichi producida en la Alemania comunista.Imagen: Privat

El Tiemi, cuyo nombre se debe a la diseñadora de juguetes Susanne Tieme, se producía en la pequeña ciudad de Sonneberg, que ya era un centro neurálgico de la producción de juguetes a principios del siglo XX.

Cuando Sonneberg se integró en la parte oriental de Alemania, controlada por los soviéticos, tras la Segunda Guerra Mundial, las numerosas empresas familiares de la región fueron nacionalizadas y convertidas en las llamadas empresas públicas.

Una de estas empresas estatales en Sonneberg fabricó el Tiemi, que se hizo muy popular y se exportó a todos los países del Bloque del Este.

Pero tras la reunificación alemana en 1990, la planta fue vendida y privatizada, y la producción cesó.

Hoy en día, los peluches fabricados en Sonneberg se han convertido en objetos de colección. Una búsqueda en Internet de juguetes "Sonni DDR" conduce a una amplia variedad de muñecos,  algunos muy valiosos aunque de gesto menos amable que los simpáticos Labubus.

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