Luc Besson se ha labrado en las últimas décadas la reputación de convertir en éxito las películas en las que participa. Sus propios filmes sobrepasan con creces los presupuestos habituales que maneja el cine europeo. En muchos de ellos, él mismo es autor del guión. Además, Besson es responsable de la producción de docenas de películas de otros directores. Pero en su carrera también hay fracasos.

Tras un debut lúgubre con el film de ciencia ficción "El último combate" (1983), su segundo trabajo, "Subway" (1985), despertó una enorme atención. "Subway" es una trepidante película de acción que se desarrolla sobre todo en las estaciones de metro parisinas, sobre los andenes y las escaleras mecánicas. Los protagonistas estelares son Christopher Lambert e Isabelle Adjani.

En 1988, Luc Besson conquistó a los amantes del cine europeo con "El gran azul", un drama sobre el tema de la apnea. El film relata la historia de dos buceadores que compiten en una peligrosa batalla para establecer nuevos récords mundiales de apnea. El trabajo fascinó hasta el punto de ascender a la categoría de película de culto.

Sus dos siguientes trabajos pusieron de manifiesto el talento de Besson para rodar filmes de acción. Tanto "Nikita" (1990) como también "Léon" (1994) despliegan una acción vertiginosa y un sólido arco narrativo. En "Léon", el actor francés Jean Reno. actúa junto a una jovencísima Natalie Portman.

Con su siguiente trabajo, el costoso film "El quinto elemento", Besson dejó su huella en el género de ciencia ficción. Besson supo manejarse con un gran presupuesto con efectos especiales y también con una gran estrella de Hollywood, como Bruce Willis. Sin embargo, aunque a menudo rueda en inglés, sus trabajos siempre se producen en su país natal, Francia.

Así pues, no sorprendió que, tras los precedentes trabajos de acción y ciencia ficción, volviera su mirada hacia el cine histórico con "Juana de Arco" (1999). En el papel principal, brilló con luz propia la actriz favorida de Besson, Milla Jovovich.

En la primera década del nuevo siglo, Besson comenzó a producir más para otros directores. Artísticamente, fue una etapa menos fecunda para él. Ni su film "Angel-A" ni las tres partes de "Arthur y los Minimoys" alcanzaron tanta repercusión como sus trabajos anteriores. Pero, como productor, Besson siguió ganando mucho dinero.

En "The Lady" (2011), Besson se acercó a la Premio Nobel de Myanmar Aung San Suu Kyi. Fue un proyecto que surgió por iniciativa de la protagonista principal, Michelle Yeoah, una actriz malaya gran admiradora del cine de Besson. "The Lady" es una de las películas más atípicas de Besson.

En 2014 rodó "Lucy", con Scarlett Johansson en el papel principal. Se trata de una película que mezcla la acción con elementos de ciencia ficción. Supuso un sensacional éxito de taquilla y sus ingresos lograron multiplicar su presupuesto. Besson rodó de nuevo en inglés, pero produjo en Francia.

Con su décimosexta película, Besson se superó a sí mismo en lo que a presupuesto se refiere. "Valerian y la ciudad de los mil planetas" se convirtió en la película europea más cara de todos los tiempos: costó alrededor de 200 millones de euros. Pero, fuera de Francia, generó muchos menos ingresos de lo esperado.