Blinken propone "acelerar" la salida de tropas de Afganistán
7 de marzo de 2021
El secretario de Estado estadounidense envió una carta al presidente afgano en que pide dar un último impulso a las negociaciones de paz con los talibanes y posibilitar la salida del contingente en mayo.
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El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, envió una carta al presidente afgano, Ashraf Ghani, en la que propone una hoja de ruta para "acelerar" el proceso de paz con los talibanes, incluido "un acuerdo negociado y un alto el fuego", al no descartar la retirada total de las tropas en mayo.
La carta, a la que tuvieron acceso este domingo varios canales afganos como Tolo y 1TV, y confirmó más tarde su existencia en Twitter el portavoz del Palacio Presidencial, Dawa Khan Menapal, es la primera de estas características que Kabul recibe de Washington.
"Aunque todavía no hemos finalizado nuestra revisión del camino a seguir, hemos llegado a la conclusión inicial de que la mejor manera de promover nuestro interés común es hacer todo lo posible por acelerar las conversaciones de paz y lograr que todas las partes cumplan con sus compromisos", afirmó Blinken en la carta.
Así, añadió, para avanzar hacia un "acuerdo político negociado y un alto el fuego permanente y completo" en Afganistán, Estados Unidos está llevando a cabo un esfuerzo diplomático de "alto nivel" con las partes afganas, los países regionales y las Naciones Unidas.
Hoja de ruta con cuatro puntos
En la misiva, el jefe de la diplomacia estadounidense subrayó cuatro puntos que deben seguir cuanto antes. En el primero, Estados Unidos pedirá a la ONU que convoque a los ministros de Exteriores y enviados especiales de Rusia, China, Pakistán, Irán, la India y Estados Unidos para "discutir un enfoque unificado para apoyar la paz en Afganistán".
En el segundo paso, pidió al representante especial estadounidense para la paz en Afganistán, Zalmay Khalilzad, que comparta con el Gobierno afgano y los talibanes "propuestas escritas" con el objetivo de acelerar las discusiones para alcanzar un "acuerdo negociado y un alto el fuego".
En el tercer punto, Blinken adelanta que solicitará a Turquía que organice una reunión de alto nivel entre el Gobierno afgano y los talibanes "en las próximas semanas para finalizar un acuerdo de paz". Y por último, con el fin de evitar un incremento de la violencia en la conocida como "ofensiva de primavera" de los talibanes, la administración estadounidense "ha preparado una propuesta revisada para una reducción de la violencia de 90 días".
lgc (efe/reuters)
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hossaini
Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
Imagen: Reuters
La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Smialowski
Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Shirzad
Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.