Anuncian en EE. UU. un acuerdo que México desmiente
25 de noviembre de 2018
Según adelantó Washington Post y confirmó Donald Trump, los peticionarios de asilo deberán permanecer fuera del país. El inminente equipo de gobierno mexicano admite los contactos, pero niega que haya un acuerdo cerrado.
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La futura secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, desmintió que, como había publicado el Washington Post, el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, hubiera llegado a un acuerdo con Estados Unidos para que los migrantes que quieran solicitar asilo en este país permanezcan al sur de la frontera. Sin embargo, el propio presidente estadounidense, Donald Trump, escribió en Twitter después que "los migrantes de la frontera sur no serán autorizados a entrar en Estados Unidos hasta que sus solicitudes sean aprobadas individualmente". Y resumió, pareciendo confirmar que había un acuerdo: "Todos permanecerán en México".
La propia Sánchez Cordero aparecía citada por el periódico estadounidense confirmando el acuerdo durante una entrevista con el periódico, pero su oficina emitió un comunicado en el que negaba cualquier acuerdo. "No podemos hacer ningún pacto, ningún acuerdo, porque no estamos como Gobierno, pero sí va a haber un espacio de colaboración y cooperación mucho más fluido y mucho más intenso", aseguró a Efe la ministra tras la inauguración de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Con el supuesto acuerdo, las autoridades estadounidense podría poner coto a la política conocida como "catch and release" ('atrapar y liberar'), que permite a quien ha entrado irregularmente en el país entregarse a las autoridades, solicitar asilo y quedar libre mientras se analiza su solicitud. "Vamos a tener una cooperación, una colaboración como siempre hemos tenido con los norteamericanos", defendió Sánchez Cordero, quien negó que haya otro tipo de acuerdo más allá de esta "voluntad".
Remarcó que México es un país "hospitalario" y lo seguirá siendo "siempre", y que para el país "los migrantes no son criminales, son seres humanos con todos sus derechos". Por ello, la idea del Ejecutivo de López Obrador será ofertar a los migrantes "empleo, salud, comida y albergue".
México niega acuerdo con EE.UU. sobre migrantes
02:16
Los solicitantes de asilo recibirían, según la información del Washington Post, una evaluación inicial para determinar si enfrentan un peligro inminente al permanecer en México, donde la violencia es generalizada. "Dejar a los solicitantes de asilo varados en México los pondrá en peligro", dijo Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles. "La administración de Trump debe centrarse en proporcionar un proceso de asilo justo y legal en los Estados Unidos en lugar de buscar más formas de socavarlo".
lgc (efe/afp)
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La larga marcha de los migrantes latinos hacia EE. UU.
Luego de caminar miles de kilómetros para llegar a la frontera con EE. UU., los migrantes se topan allí con un cerco de ocho metros de altura, de acero u hojalata. Para ellos, simboliza rechazo y discriminación.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Ocho metros hasta EE. UU.
Se estima que el cerco que conforma la frontera entre México y EE. UU. tiene ocho metros de altura. Los migrantes quieren cruzarla cueste lo que cueste, ya que sueñan con poder llevar una vida digna en ese país. Pero detrás de la frontera los espera la política represiva de Donald Trump, que, como casi ningún otro gobierno estadounidense, continúa azuzando a la gente con su discurso antimigración.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
El ingreso ilegal a la "Tierra prometida"
Uno de los migrantes ha logrado cruzar la frontera y llegar a EE. UU. Pero si podrá permanecer allí, está por verse. Si las autoridades de EE. UU. lo atrapasen, sería deportado de inmediato a México.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Poco antes del salto hacia una nueva vida
Luego de miles de kilómetros de caminata, solo una pared de hierro separa a los migrantes de su meta. Cruzar el cerco requiere de mucha energía y valor, que ellos ya tuvieron al tomar la decisión de irse de su país en pésimas condiciones. Viajan en grandes grupos, para poder defenderse de la violencia de bandas criminales que aprovechan su indefensión.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
"Somos mexicanos, somos imparables"
Así reza este cartel, en la playa de Tijuana, insuflando coraje a los que se van de México y de países centroamericanos hacia EE. UU., en busca de un futuro mejor. Desde hace generaciones, personas de Centro- y Sudamérica intentan ingresar a EE. UU. desde México para quedarse a vivir y a trabajar allí.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Cerco de hojalata
Esta parte de la frontera México-EE. UU. aún deja mucho que desear, como lo demuestra la hojalata de la que está hecha. Pasar al otro lado no parece ser tarea difícil para muchos de los que lo intentan.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Miedo a la invasión
No es un sitio en guerra, sino solo el punto geográfico donde termina EE. UU. y comienza México, en San Diego, California. Esa gran ciudad en la frontera es a menudo un foco de atención debido al temor que tiene EE. UU. de que entren migrantes a través de ella. Por eso reforzaron la zona limítrofe con cientos de soldados y con cercos de alambre de púas.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Agotamiento después del viaje
Estos migrantes no pueden más: luego de la caminata de miles de kilómetros, tratan de dormir donde y como pueden. Aquí, en Juchitán de Zaragoza, la gente descansa en el suelo, a falta de alojamiento. Luego de una corta pausa, seguirán su largo camino hacia EE. UU., con la esperanza a prueba de todo, y luchando por llegar a cumplir su sueño.
Imagen: Getty Images/S. Platt
La caravana de la pobreza
Al igual que llegaron los migrantes en 2015 desde Siria o Irak, a través de las autopistas austriacas, hasta Alemania, esta caravana marcha por las rutas de México en dirección a la frontera con EE. UU. La mayoría de los migrantes provienen de países donde reinan la corrupción, la pobreza y la violencia, como Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador.