¿Aportación o provocación?
14 de julio de 2007En principio, la propuesta suena a provocación. El escritor alemán Günter Wallraff, célebre por sus reportajes vivenciales como minero, y por sus denuncias contra la empresa que edita el periódico Bild -el más popular de Alemania-, afirmó que una mezquita de Colonia debe ser escenario para la lectura de Los versos satánicos.
Como se recordará, la obra fue motivo para que mulás iraníes hicieran un llamado a eliminar a su autor, Salman Rushdie.
¿Provocación?
Wallraff sostiene que no pretende despertar la ira de la comunidad musulmana. Es más, afirma, lo único que persigue es tomarle la palabra a los propios representantes de la mezquita, quienes han dicho que ésta servirá como punto de encuentro entre diferentes culturas y religiones.
Entrevistado por el semanario Der Spiegel, Wallraff aclaró que el trasfondo de todo es la construcción de la Gran Mezquita en Colonia. El asunto ha provocado división de opiniones, y un encendido debate sobre la integración de la comunidad musulmana en Alemania.
"Sentí que debía tomarle la palabra a los encargados culturales de la nueva mezquita, quienes manifestaron su intención de convertir a ésta en un centro de diálogo cultural. No creo que se trate de una provocación; más bien, me dejo llevar por el lema 'seamos realistas, pidamos lo imposible'", dijo el periodista.
En principio, la idea no ha sido rechazada. "Ellos ya se comunicaron conmigo, a me dijeron que toman muy en serio la propuesta. Pero ésta aún debe ser discutida por la dirigencia de la mezquita", agregó.
Rápidas reacciones
La clase intelectual, ni tarda ni perezosa, ya se deshace en una constelación de opiniones. Citada en la misma edición digital de Der Spiegel, el europarlamentario y antiguo activista Daniel Cohn-Bendit afirmó que "la idea es buena, y me sumo a ella. El diálogo es también crítica, e incluso golpe a la conciencia".
En cambio, el escritor Martin Walser se declaró en contra, en el mismo medio: "Ya hay suficientes musulmanes que conocen el contenido de Los versos satánicos. No me parece que autores alemanes deban fungir como sus promotores o lectores. ¿Por qué la iniciativa debe partir de un no-musulmán?".
El no menos controvertido Ralph Giordano, también escritor, afirmó que "por sí mismo, el libro de Rushdie es inofensivo. Preferiría que se leyera algo del autor turco Zafer Senocak, por ejemplo. Detrás de todo ello hay una pregunta esencial: ¿es el Islám susceptible de ser reformado, o no?".
La autora Canan Topcu, de origen turco, señaló por último a Der Spiegel: "Si queremos distanciarnos del fundamentalismo que se practica en otros países, debemos buscar la discusión. Ésta sería una buena oportunidad".