Zulczyk dio a conocer el lunes (22.03.2021) por la noche que se enteró de su procesamiento no a través de su abogado ni por escrito, sino al verla publicada en el diario progubernamental wPolityce, y dijo que sospecha que es "el primer escritor en mucho tiempo que es juzgado en este país por lo que escribe”. 

Zulczyk publicó el pasado 7 de noviembre un comentario aludiendo a que Duda no había reconocido oficialmente la victoria electoral del ahora presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y que en su lugar le felicitó "por una exitosa campaña”.

"Estados Unidos tiene un presidente y nosotros tenemos un débil mental”, escribió Zulczyk, empleando la palabra polaca "debilem” (débil mental). 

Según el artículo 135 del Código Penal polaco, "quien insulte públicamente al presidente de la República de Polonia estará sujeto a la pena de privación de libertad de hasta tres años”, una condena aplicable también a quien insulte o ataque a cualquier mandatario extranjero. 

El caso del escritor de Varsovia, conocido también por su actividad periodística, ha dado pie a una campaña de defensa en su favor y contra la aplicación excesiva de las leyes contra la blasfemia, la injuria o los insultos que hay en Polonia, el país con más leyes de este tipo de entre los 57 analizados en 2017 por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). 

Hace pocos días, el cantante de rock Nergal pidió ayuda a sus fans para costear su defensa en un caso de acusaciones de blasfemia y además crear un fondo de ayuda para artistas que se enfrenten a situaciones similares. 

En 2012, un joven polaco de 26 años que creó una web satírica donde se podían arrojar tartas y excrementos a una caricatura del entonces presidente Bronyslaw Komorowski fue acusado por cargos similares.

El año pasado un asistente a un mitin electoral de Duda que portaba una pancarta en la que se podía leer "tenemos un tonto por presidente” fue arrestado por la misma razón, aunque se defendió alegando que se trataba de una cita textual del expresidente Lech Walesa, que pronunció esas palabras en 2008. 

El caso más llamativo se remonta a 2006, cuando la policía de Varsovia dedicó meses a rastrear el paradero de un vagabundo que supuestamente había llamado "ladrón” al entonces presidente, Lech Kaczynski, mientras estaba borracho en la calle. (EFE).