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Apoyo alemán a Santos y a la paz en Colombia

6 de mayo de 2018

En vísperas de las elecciones presidenciales en Colombia, el presidente Juan Manuel Santos llega a Berlín. La visita podría ser útil para el acuerdo de paz en un país desgarrado por 50 años de guerra civil.

Angela Merkel und Juan Manuel Santos in Berlin 05.11.2014
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en Berlín en noviembre de 2014.Imagen: Reuters/Hannibal

¿Qué le pasará a las tierras cultivables si se cumple el acuerdo de paz en Colombia? ¿Qué van a pedir los pequeños propietarios? Hasta ahora, debido a la violencia, no tenía sentido que abogaran por mayores derechos de uso de la tierra. Pero ahora que las armas callan, la pregunta vuelve a estar en boga. Está claro que sus preocupaciones no agradan a los grandes terratenientes.

Hay preguntas como estas que hacen que el acuerdo de paz en Colombia siga siendo controvertido, incluso después de su firma a finales del verano de 2016. La paz obliga al país a un orden completamente nuevo que, tras medio siglo de violencia, plantea nuevos problemas. Para todo el país, el acuerdo de paz es progreso. Esto no excluye que haya unos que se beneficiarán más y otros, menos. Incluso hay algunos, como posiblemente sea el caso de los grandes terratenientes, que podrían aparecer como perdedores en el proceso.

Por eso están muy interesados ​​en negar, o al menos cuestionar, los beneficios del acuerdo de paz. Además, esto se ha utilizado, en parte de forma populista y distorsionadora, en la campaña electoral colombiana. Una y otra vez aparecen pequeños brotes de violencia. En las elecciones presidenciales de finales de mayo, de las que depende la sucesión de Santos, se decide si los colombianos podrán cambiar el curso de la historia, dice en el periódico de Medellín El Espectador. Eso solo es posible, afirma, si se mantiene vivo el tratado de paz.

Estaciones de un viaje

En ese sentido, al menos en parte, es una elección histórica, con el presidente colombiano Juan Manuel Santos viniendo a Berlín esta semana para encontrarse con Angela Merkel. Desde la capital alemana, acompañará a la canciller en un viaje a Asís, donde recibirá el Premio "Lámpara de la Paz", que le fue otorgado el año pasado. Antes de eso, acudirá al día católico alemán en Münster.

Los actos de Asís y Münster podrían servir para dar apoyo a Santos, que tras dos legislaturas en el poder no puede postularse para la reelección, en su deseo de que se mantenga el acuerdo de paz, dice Sabine Kurtenbach del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos en Hamburgo. Es poco probable que el acuerdo se pueda cancelar por completo. Sin embargo, la implementación podría estancarse. "En caso de que un crítico u opositor del acuerdo de paz gane las elecciones, se pide al gobierno alemán que insista en que se mantenga el tratado de paz".

La participación de Alemania en Colombia

Si bien Alemania no participó directamente en el proceso de paz, lo ha apoyado indirectamente, según Kurtenbach, por ejemplo, al ayudar a promover el diálogo entre el gobierno y la sociedad civil. Antes de las elecciones es importante hacer pedagogía. El gobierno federal podría explicar de nuevo por qué el resultado obtenido es tan importante.

"A pesar de todas las críticas que se pueden hacer sobre los detalles del acuerdo, al menos ha terminado con 50 años de violencia en Colombia entre el gobierno y las FARC. Se verá si de forma duradera, pero sin duda es un paso importante", afirma Kurtenbach.

Alemania ha estado comprometida con el proceso de paz durante mucho tiempo. Además, la República Federal intervino, entre otras cosas, para apoyar a los desplazados internos, así como para la sanidad, el suministro de agua, escuelas, transporte y el tráfico. En 2017, según el Ministerio de Exteriores envió 4,88 millones de euros como ayuda humanitaria. El año anterior, en el que la violencia aún no había finalizado oficialmente, 7,96 millones de euros. Según información del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo, en 2015 y 2016 se destinaron a Colombia un total de 327 millones de euros a cooperación para el desarrollo. Organizaciones de ayuda alemanas, fundaciones políticas y numerosas organizaciones no gubernamentales también están muy activas en el país.

Las acciones de disidentes de las FARC, como este atentado en marzo, son una de las amenazas al proceso de paz.Imagen: Getty Images/AFP/L. Robayo

"Los procesos de paz son posibles"

En Berlín se considera a Colombia desde hace mucho tiempo como un socio político, resume la experta en América Latina Kurtenbach, explicando el compromiso de Alemania con el país. Esto también se hizo evidente cuando el Ministerio de Exteriores designó a Tom Königs como Representante Especial para el Proceso de Paz de Colombia y, en particular, buscó apoyar a los actores de la sociedad civil. Incluso antes de las negociaciones, Alemania quería mantener en la agenda el tema de la paz en Colombia. También trataron de facilitar la superación del conflicto. "Es por eso que Alemania tiene un gran interés en garantizar que este proceso no falle", afirma.

Ahora Alemania apuesta principalmente por que se mantenga el acuerdo de paz, dice Kurtenbach. "Esta línea está integrada en las políticas de la Unión Europea y las Naciones Unidas". Querrían, con el ejemplo de Colombia, demostrar que los procesos de paz son posibles y que pueden poner fin a conflictos violentos largos y complejos.

Autor: Kersten Knipp (LGC/EAL)

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