¿Deberían los niños ser capaces de hablar alemán cuando ingresen a la primaria? Esto es lo que exige un político cristianodemócrata y por ello ha recibido fuertes críticas. Pero, ¿es una demanda absurda?
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En Alemania, las vacaciones de verano están llegando a su fin. En Berlín y en Brandeburgo las clases comenzaron el lunes, mientras que en las otras regiones comenzarán a principios de septiembre. A nivel nacional, 700.000 niños comenzarán la escuela primaria. Los pequeños que tengan seis años tienen que ir obligatoriamente al colegio. En la primaria aprenderán a leer, escribir, y a hacer cuentas matemáticas. Pero las asignaturas de geografía, historia, ciencia, música, arte y deporte también forman parte del currículo escolar.
Las escuelas estatales enseñan en alemán. Esto es un gran desafío para los niños que no hayan asistido a un jardín infantil en alemán, o en cuya casa no se hable este idioma. Pero también para las maestras es un gran desafío, en especial cuando el número de estudiantes que no habla alemán es alto. Entre 2013 y 2018, el porcentaje de estudiantes extranjeros aumentó del 6,6 al 11,6 por ciento.
Alemán como lengua extranjera
Un ejemplo es Duisburgo. Según un estudio realizado este año, de cada cien estudiantes de primer grado con antecedentes migratorios, solo ocho hablan alemán sin errores. De todos los niños matriculados el año pasado en Duisburgo, alrededor del 16 por ciento no hablaba nada de alemán.
Estos niños no deben ser matriculados en el sistema regular de educación, según Carsten Linnemann, parlamentario de la Unión Cristianodemócrata (CDU). "Un niño que apenas habla y entiende alemán no puede asistir a la escuela primaria", dijo al periódico Rheinische Post. A su juicio, deben asistir a un curso preescolar obligatorio y, en caso necesario, debe aplazarse su inscripción.
Debido a esta declaración, Linnemann recibió fuertes críticas, incluso dentro de su propio partido. La ministra de Educación, Karin Prien (CDU), dijo que se trataba de "tonterías populistas" y calificó la demanda de Linnemann como el "camino equivocado".
También están los niños alemanes
El sindicato de Educación y Ciencia (GEW, por sus siglas en alemán) lo ve de diferente manera. Principalmente, debido a la creciente escasez de personal, los maestros apenas pueden lidiar con estos problemas en la escuela. Además los niños alemanes también tienen "problemas de lenguaje y son cada vez más significativos", subraya Ilka Hoffmann, experta en educación del sindicato GEW.
Hoffmann pide que les den más tiempo a los maestros para enseñar la lengua. Los cursos deberían ser más pequeños y las condiciones generales de enseñanza deberían mejorar.
Cuatro años de prueba
En Berlín y Hamburgo encontraron una solución: en esos dos estados federados, las pruebas de idiomas en los jardines han sido obligatorias durante mucho tiempo. Los niños de cuatro años que tienen dificultades con el idioma deben asistir a unas clases preescolares de apoyo. Cinco veces a la semana, por cinco horas.
A nivel nacional, más de 100.000 niños de entre tres y seis años no asisten al jardín. Por lo general provienen de familias de bajos ingresos y con antecedentes migratorios. El Partido Socialdemócrata (SPD), que gobierna en Berlín, quiere que el último año de jardín sea obligatorio.
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Lo más importante para el primer día de clases en Alemania
Algunos niños apenas pueden esperar el inicio del colegio, otros son más escépticos. El primer día de clases en Alemania se celebra con muchas tradiciones, algunas de ellas tienen mas de cien años.
Imagen: imago/Kickner
Un Cono lleno de regalos
Lo más importante del primer día de clases de cada niño alemán es la “Schultüte", un cono de cartulina decorado para la ocasión, lleno de golosinas, útiles escolares y pequeños obsequios. Aparentemente la idea de asistir a la escuela todo los días por los próximos 12 a 13 años tiene que ser “endulzada” con caramelos y regalos, una tradición que viene desde principios del siglo XIX.
Imagen: imago/Kickner
El inicio de una nueva etapa
La mayoría de los niños en Alemania tienen seis años de edad cuando empiezan el colegio en agosto o septiembre, dependiendo del Estado donde viven. La mayoría de ellos ya han pasado algunos años en guarderías, jardines infantiles o preescolares, que no forman parte de la escuela pública. Para los niños, así como para sus padres, el inicio del primer grado representa un gran cambio.
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La mochila correcta
Antes del primer día de clases, los padres le compran una mochila al nuevo alumno de primaria. Estas mochilas son de forma cuadrada para asegurar que los cuadernos no se doblen y las meriendas no se aplasten. Más adelante, será la marca de jeans lo más importante, pero para los de primer grado, es crucial tener el diseño de mochila más moderno. Star Wars y Supermán nunca pasan de moda.
Imagen: picture-alliance/dpa
Lo básico para la escuela
Después de obtener su mochila cuadrada, esta deberá llenarse con bolígrafos, lápices, reglas y carpetas antes del primer día de clases. En Alemania, por lo general, los niños más pequeños no almuerzan en la escuela. Toman su merienda durante la pausa de la mañana y se van a la casa al mediodía. Para transportar su "Pausenbrot" (sándwich), necesitarán además una lonchera.
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Un día para recordar
Muchos niños del mundo entero posan para la foto del primer día de clases. En Alemania, sostienen su "Schultüte” o cono escolar sin abrirlo, que en la mayoría de los casos, suele ser más grande que el propio niño, junto con un letrero que dice “Mi primer día de clases”. Para muchos niños, esto es una mera formalidad.
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Una bendición para el inicio
El primer día de clases en Alemania comienza con una ceremonia, a la que son ivitados los padres, padrinos y otros familiares. En la mayoría de los casos, también se celebra una misa, en la que se da a los jóvenes alumnos una bendición especial, que marca el inicio de su viaje educativo. Algunas escuelas ofrecen una ceremonia interreligiosa para los alumnos musulmanes.
Imagen: picture-alliance/dpa
Orientación de los más grandes
Durante la ceremonia de bienvenida, los niños mayores o los profesores a menudo les explican a los recién llegados cómo funciona la escuela. En muchas escuelas a los estudiantes de primer grado se les asigna un padrino del tercer o cuarto grado para ayudarle con los primeros días de clases, así como para brindarles algunos consejos para que se sientan más a gusto en el colegio.
Imagen: picture alliance/dpa/P. Steffen
Siéntete como en casa
Un recorrido por las instalaciones del colegio forma parte de las actividades de bienvenida para los alumnos de primer grado, donde se les muestra sus nuevos salones de clases. En las pizarras se puede leer mensajes de bienvenida.
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Reunión Familiar
Depués de la ceremonia en el colegio, las familias organizan sus propios festejos para homenajear al niño de primer grado, con una comida o pastel. Los niños probablemente se molestan con las palmaditas en la cabeza y los apretones en las mejillas, pero a cambio reciben algunos regalos para compensarlos.
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El segundo día de clases
La ceremonia ya ha finalizado, el pastel ha sido comido y el cono lleno con caramelos se ha desempacado, el primer día de clases llegó a su fin. Al día siguiente, los alumnos tienen que encontrar sus nuevos salones. Y ¡a aprender se ha dicho!
Autoria: Kate Müser