"El barrio antes era más bonito”. Raúl Conde, se refiere a Prenzlauer Berg, donde tiene su estudio de tatuajes. Un barrio cosmopolita, bohemio que, al haberse puesto de moda, atrae a inversores inmobiliarios de todo el mundo. Sin embargo, "la gente acá es muy abierta” explica Erick. Lo percibe en las ideas que se les ocurren a las personas para que él les dé forma al tatuárselas. En CNX Tattoo trabaja un equipo de tatuadores de varios países. Ser un buen tatuador requiere mucha empatía pero también saber dónde están los límites. Raúl cuenta que algunas veces se ha negado a tatuar símbolos nazis, como le han pedido. También este tipo de clientes existen en una ciudad tan abierta como Berlín. Erick destaca lo inspirador de vivir en la capital alemana, donde aparte de respirar el ambiente local de una ciudad que califica de "rebelde,”tiene acceso a gran variedad de museos. Contemplar objetos de antiguas civilizaciones, como la sumeria, también es inspirador para un tatuador, dice Erick.