El diario liberal de izquierda alemán SÜDDEUTSCHE ZEITUNG escribe: "Existen palabras cuyas verdades no pierden actualidad. El inmigrante palestino Vladimir Jabotinsky escribió en 1923: el único medio para arribar a un acuerdo con los árabes es con un muro de metal, es decir, a través de la creación de un poder en Palestina que de ninguna manera pueda ser influido por la presión árabe. Alguien que luchó durante décadas contra ese "muro de metal" pulsea ahora con la muerte. Yasser Arafat debe ver, al final de su vida, cómo la profecía de 1923 se ha vuelto realidad. El muro de varios cientos de kilómetros de largo construido en Cisjordania por Ariel Sharon, el sucesor ideológico de Jabotinsky, simboliza ese "poder en Palestina" ante el que ha fracasado Arafat. Juzgue como se lo juzgue a Arafat, política y personalmente, un destino así no han merecido ni él ni el pueblo palestino."

Un presidente que nada preside

El diario parisino LIBÉRATION, también de izquierda liberal, escribe por su parte: "El presidente de la Autoridad Palestina hace tiempo ya que no preside nada, exceptuando un sueño cada vez más fantasmagórico. Incluso su pueblo está harto de su incapacidad para administrar la autonomía que obtuvo en Oslo y crear las bases para un Estado palestino. Su autoridad se ha esfumado. Debido a las manifestaciones hirientes de Scharon y las rivalidades entre los propios palestinos, pero también por la dejadez, la corrupción y el nepotismo que han caracterizado la regencia de Arafat."

Cunde el temor a una guerra civil

El diario conservador DIE PRESSE, de Viena, opina: "Cunde el temor a una guerra civil en Cisjordania y la Franja de Gaza cuando Arafat ya no esté. Arafat es el contradictorio lazo que ha mantenido unidos a los palestinos. La mayoría de los israelíes no pondrían reparos a que luego de un eventual deceso de Arafat los palestinos se combatieran entre ellos, en lugar de enviar cohetes y comandos suicidas a través de la frontera. Pero Israel no quiere que el bando palestino caiga en el caos, porque nadie sabe qué monstruos pueden salir de él. Por ello, el ejército israelí esbozó ya planes de emergencia para no perder el control. Incluso se pensó hasta en cuál es el mejor lugar para enterrar a Arafat sin que se produzcan disturbios. Pero los israelíes deberían reflexionar también acerca de otra cosa: qué convincente oferta de paz hacerle al sucesor de Arafat."

Ningún arquitecto de la paz

El liberal THE GUARDIAN, de Londres, escribe: "Hace tanto que Arafat actúa en escenario del Oriente Próximo que resulta difícil imaginarse a la región sin él. El logro histórico de Arafat –reconocido por sus amigos como por sus enemigos–es haber mantenido unida dentro de la OLP a una heterogénea coalición de grupos armados, a efectos de proporcionarles una cierta legitimidad. Pero Arafat no permanecerá en la memoria como un arquitecto de la paz. Los logros de Oslo en 1993 y los posteriores conversaciones de Camp David terminaron en un peligroso callejón sin salida, del que surgió la segunda Intifada. Pero el artículo necrológico de despedida de Arafat ha sido escrito ya varias veces y debió que ser actualizado otras tantas".