Berlín es el principal acreedor dentro del grupo, con cerca del 30 por ciento de los al menos 6.700 millones de dólares que Buenos Aires declaró en cesación de pagos.

"En las entrevistas que mantuve en Argentina a comienzos de año dije que para las empresas alemanas, para sus inversiones financieras en Argentina, el tema de la cancelación de la deuda tiene importancia", señaló el jefe de la diplomacia alemana en una entrevista que publica hoy el diario "Clarín" de Buenos Aires.

Deuda exterior argentina en el "congelador"

El ministro subrayó en tanto que el gobierno alemán "no comparte" la posibilidad de que Argentina negocie con cada país acreedor en particular. "Creo que es comprensible que un país como Alemania, que es el mayor acreedor, quiera por supuesto exigir la devolución de su deuda de forma aceptable", sostuvo. Tampoco encontró eco la propuesta argentina de refinanciar la deuda con el Club de París sin el monitoreo del Fondo Monetario Internacional, una de las cláusulas que demanda el grupo de acreedores.

Buenos Aires no cumple desde 2006

"Está previsto que participe el FMI como ya lo he dicho, está en el camino habitual. Es el marco para las negociaciones, así que la posición que defiendo aquí no es ninguna sorpresa, es una posición que se debería esperar", señaló. La afirmación de Westerwelle se suma al nuevo reclamo del Fondo para que Argentina acepte la revisión de su economía, como establece el Artículo IV a todos los socios del organismo pero que Buenos Aires no cumple desde 2006.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, realizó la semana pasada una visita oficial a Alemania, donde inauguró la Feria del Libro de Fráncfort en la que Argentina fue el invitado de honor. También mantuvo entrevistas con la canciller federal, Angela Merkel, el presidente Christian Wulff, otros funcionarios y empresarios de Alemania.

Inversiones y Estado de Derecho correlacionados

"En todas las conversaciones con representantes argentinos siempre llamé la atención sobre la relación que existe entre las inversiones en un país y el carácter de las condiciones del marco en que se desarrollan, de tipo social, económico pero también y específicamente por el pleno Estado de Derecho", remarcó Westerwelle.

El ministro destacó en ese sentido que "hay una relación muy clara entre el éxito económico de un país y la fiabilidad en cuanto a su Estado de Derecho". "Las empresas alemanas no van a querer invertir su dinero a largo plazo en un país, haciendo fuertes inversiones, si no pueden estar seguras de que van a tener unas condiciones marco de un Estado de Derecho que sea realmente fiable", advirtió. Westerwelle abogó además por la defensa de la libertad de prensa. "Es el gemelo de la libertad de expresión, y sin la libertad de expresión, de opinión, no hay democracia posible", alertó.

dpa

Editor: José Ospina-Valencia