Argentina: marchas en repudio a muerte de joven mapuche
27 de noviembre de 2017
El gobierno de Mauricio Macri justificó el operativo en el que el joven perdió la vida
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Manifestantes marcharon el domingo (26.11.2017) en las ciudades de Buenos Aires y Bariloche para repudiar la muerte el sábado de Rafael Nahuel, un indígena mapuche de 27 años, en un incidente con efectivos de la Prefectura Naval en el sur de Argentina.
El gobierno del presidente Mauricio Macri aseguró que se enfrentó a "una metodología de violencia armada inadmisible con la democracia".
En un comunicado, el Ministerio de Seguridad de Argentina lamentó el hecho, a la vez que aseguró que "en esta oportunidad, no se trató de un grupo de protesta o de reivindicación sino de una metodología de violencia armada, inadmisible con la democracia y el Estado de derecho".
Asimismo, el ministerio indicó que "deposita la confianza en la investigación judicial para demostrar que actuó bajo todas las medidas operativas y protocolos que se utilizan en un enfrentamiento armado".
Los mapuches, en cambio, sostienen que se produjo una "represión indiscriminada".
La marcha fue convocada por el movimiento Encuentro Memoria, Verdad y Justicia al considerar que "las fuerzas de Prefectura Naval asesinaron a un miembro de la comunidad e hirieron a otros dos que se habían refugiado el jueves en los cerros".
La agrupación se movilizó en Buenos Aires junto a partidos de izquierda y organizaciones sociales y de derechos humanos hasta Plaza de Mayo. También hubo manifestaciones en Bariloche, Esquel, Neuquén y otras ciudades de la Patagonia argentina.
Los incidentes violentos se produjeron en la localidad de Villa Mascardi, cercana a la ciudad de San Carlos de Bariloche y a un predio que había sido tomado por la comunidad mapuche y que fue desalojado el jueves. Ese día varias personas fueron detenidas y otras huyeron a la montaña.
Efectivos del grupo Albatros de la Prefectura custodiaban el sábado el predio y rastrillaban la zona cuando se produjeron los incidentes con personas que bajaban de la montaña, donde se habían escondido durante el desalojo, que dejaron el saldo del joven mapuche muerto y dos heridos.
Los mapuches reclaman las tierras que ocuparon sus ancestros en la Patagonia, tanto en Argentina como en Chile, y distintas comunidades toman terrenos, cortan carreteras y realizan protestas que en algunos casos son reprimidas y desalojadas por las fuerzas de seguridad.
Agrupaciones más radicales de la comunidad mapuche llevan a cabo acciones más violentas, con incendios y ataques a los trabajadores de las tierras que reclaman.
RRR (Dpa, Efe, El Clarín).
Rukas, historia y costumbres mapuches en la capital chilena
La obra 'Rukas mapuche en la ciudad' hace un cadastro de las rukas que, entre autopistas, viviendas sociales, parques, universidades, jardines y centros de salud, se ubican en comunas periféricas de Santiago de Chile.
Imagen: Rosario Carmona
Fenómeno urbano metropolitano
Un tercio de la población total mapuche vive en Santiago de Chile, porcentaje que comparte con la región de la Araucanía. Según la antropóloga chilena Rosario Carmona, a pesar de que "el fenómeno urbano se da en la zona metropolitana", se han contruido tres rukas nuevas y antiguas en la región de Valparaíso, donde también se concentra una importante población mapuche.
Imagen: Rosario Carmona
Objeto de orgullo
Actualmente existen más de una veintena de rukas en Santiago y “se siguen construyendo”, aseguró Carmona. Situadas en comunas vulnerables fruto de la “segregación que padece Santiago”, las rukas cargan historias de las distintas negociaciones, tensiones e, incluso, desencantos, a los que han tenido que enfrentarse sus creadores, así como de un profundo sentimiento de orgullo.
Imagen: Rosario Carmona
Con aires sureños
Fabricadas con madera y coligüe (una especie de paja), las rukas han introducido elementos más modernos como baldosas, ladrillos y otros materiales de construcción. También se caracterizan por no tener ventanas, pero sí orificios en el techo y un espacio en el centro para poner el fuego, “no solo para cocinar, pues el humo cumple funciones de desinfección”, aclaró la antropóloga chilena.
Imagen: Rosario Carmona
Construyendo una ciudad intercultural colectivamente
En la mayoría de las ocasiones, la construcción de estas rukas ha sido un evento colectivo, a cargo de uno o más rukafes, pero con la participación de toda la comunidad, la familia, vecinos y amigos que, a pesar de las discriminaciones que han soportado, han llevado a configurar una ciudad más intercultural.
Imagen: Rosario Carmona
Función social
Actualmente las rukas cumplen una función más social que doméstica, por lo que, al menos en la Región Metropolitana, no son habitadas como antaño, sino utilizadas en ocasiones especiales, con mayor o menor frecuencia, y alojan mesas, sillas, pizarras, pendones, ciertos utensilios de cocina y en algunos casos platería y objetos tradicionales mapuches en exhibición.
Imagen: Rosario Carmona
Diversidad de actividades
El rol que juegan las rukas en el pueblo mapuche se plasma con la diversidad de actividades que se llevan a cabo, algunas más cercanas a la costumbre ancestral mapuche como we tripantü, nguillatún, juego de palín, ferias culinarias, charlas con dirigentes y representantes tradicionales como werkén machi, lawentuchefe y üllkantufe.
Imagen: Rosario Carmona
Patrimonio inmaterial
Las rukas en la Región Metropolitana se han instalado como lugares que hacen confluir el patrimonio material e inmaterial del pueblo mapuche y, a la vez, como lugares de alto valor patrimonial en sí mismas, ya que todas toman como referencia la ruka de carácter ancestral construida en la zona sur del país.
Imagen: Rosario Carmona
Logros precarios
Para la autora, el colectivo debe hacer frente a discriminaciones y tener en cuenta que no existen garantías que les aseguren dichas rukas creadas y otros logros conseguidos, como programas de salud y educación. Igualmente, pueden ser objeto de reducciones de personal o de supresión de oficinas de asuntos indígenas en el caso que se reduzca el presupuesto municipal.