Argentina concluye búsqueda de sobrevivientes del submarino
30 de noviembre de 2017
La Armada concluyó el operativo de búsqueda y rescate de sobrevivientes del submarino ARA "San Juan", desaparecido el 15 de noviembre con 44 tripulantes a bordo en aguas del Atlántico Sur, pero seguirá buscando la nave.
Publicidad
"La integración de los recursos SAR (búsqueda y rescate) disponibles nacionales, internacionales, estatales y privados en red de cooperación orientada a la protección de vidas humanas no encontraron evidencia alguna del naufragio en las áreas exploradas", explicó el capitán de navío y portavoz del cuerpo castrense, Enrique Balbi, a la prensa en la sede central de la Armada en Buenos Aires.
Consultado por si se descartan supervivientes, Balbi remarcó que "hasta tanto no tener la localización" de la nave, no se va a dar una "confirmación categórica" al respecto, pero alertó de que "se ha extendido hasta el doble del tiempo de las posibilidades de rescatarlos".
El Ministerio de Defensa y la Armada continuarán ahora con la siguiente fase, que comprende la búsqueda -ya no rescate- del sumergible San Juan en el lecho submarino en el Océano Atlántico.
"Los motivos por los que se sustenta tal decisión son que el plan SAR tiene como misión ejecutar la búsqueda y salvamento de personas en peligro en el área marítima bajo jurisdicción argentina con el fin de preservar la vida humana en el mar que por ley nacional le compete a la armada", remarcó Balbi.
Sin embargo, el portavoz recordó que se han barrido un total de 557.000 millas náuticas cuadradas de exploración visual y 1,49 millones de millas náuticas cuadradas de exploración radar, "sin obtener contacto con el submarino ni sus balsas salvavidas".
"Se han dispuesto 28 buques -16 de la armada argentina-, nueve aeronaves -tres argentinas- y 4000 hombres -3200 de argentina-, con 18 países en apoyo, y a pesar de la magnitud de los esfuerzos realizados no ha sido posible localizar el submarino", reiteró.
Balbi recordó que la zona de búsqueda se delimitó tras recibir información de organismos internacionales que daban cuenta de una "anomalía hidroacústica" en las proximidades de la última posición conocida del submarino y posteriormente confirmada por un organismo de la ONU que había detectado en las cercanías de ese lugar "un evento consistente a una explosión".
El cambio de fase, añadió el capitán, supondrá "básicamente" en cambios en el equipamiento y personal idóneo para operar ese equipamiento.
Robot buscará en 1.000 metros de profundidad
De esta forma, el buque noruego Sophie Siem, cuya cubierta había sido modificada para llevar a bordo un minisubmarino de rescate de Estados Unidos y que puede descender hasta los 600 metros de profundidad, está regresando ya a la costa.
Por otro lado, el buque Atlantis llegará a la costa el viernes para embarcar un robot que llegará en una aeronave de EE.UU. y que permite hasta 6.000 metros de operación, mientras que esta noche zarpa un buque argentino con otro robot ruso que permite bucear hasta en 1000 metros de profundidad.
"Hay cierto equipamiento que no se va a utilizar más y otro que está viniendo para sumarse", agregó, para recalcar que se sigue barriendo y haciendo mapeo del fondo del océano, entre los 200 y los 1.000 metros, y que el cambio de fase "no es un tema de profundidades, sino de tiempo.
"Se ha extendido a más del doble la cantidad de días que determinan las posibilidades de rescate de la dotación", remarcó. La rueda de prensa de Balbi, en principio prevista para las 12 del mediodía se demoró más de seis horas.
Según explicó el capitán, fue debido a las reuniones con las altas autoridades para analizar la información brindada por el centro coordinador de la búsqueda y rescate.
El último paradero conocido de la nave, en cuya búsqueda han colaborado medios humanos y técnicos de 18 países fue, el día 15, a unos 432 kilómetros de la costa patagónica argentina, cuando estaba de camino desde la base naval austral de Ushuaia a Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, adonde tendría que haber llegado hace más de 10 días. EFE
JOV (dpa, efe)
El último intento de hallar el Ara San Juan
El buque noruego Seabed Cronstructor zarpó el 7 de septiembre del Puerto de Comodoro Rivadavia con altas expectativas de encontrar el Ara San Juan. Se rastrillaran los tres lugares donde se escucharon las implosiones.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ocean Infinity
Seabed Constructor, la última esperanza
El 7.09.2018 zarpó el buque noruego en busca del submarino. Es la nave más avanzada en el mundo y es operada por la empresa estadounidense Ocean Infinity. Pesentó un presupuesto de 7,5 millones de dólares que solo cobraría si cumple la misión. Entre los tripulantes se encuentran 4 familiares de los desaparecidos que monitorearán la búsqueda para garantizar la transparencia de las tareas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ocean Infinity
¿Cómo será la nueva búsqueda?
Se rastrillarán tres áreas ubicadas a 430 kilómetros de Comodoro Rivadavia, donde se perdió la comunicación con el submarino. El Seabed Constructor está equipado con 5 naves autónomas (AUV) con capacidad de sumergirse hasta 6 mil metros de profundidad y están programadas para hacer una relevamiento minucioso del perfil del fondo de marino. Además cuentan con vehículos de operación remota (ROV).
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ocean Infinity
Rompehielos
El buque HMS Protector es el barco de la patrulla de hielo de la Marina Real de Gran Bretaña y cuenta con equipos de sonar que pueden buscar debajo de las olas. Con base en Plymouth, la nave lleva dos años en el Atlántico Sur y la Antártida realizando estudios hidrográficos del área y brinda apoyo a estaciones de investigación del Reino Unido y el extranjero.
Imagen: Royal Navy United Kingdom
Patrulla costera
El HMS Clyde (P257), de la Marina Real de Gran Bretaña, es un buque de patrulla relativamente pequeño (81,5 metros de largo) diseñado para tareas de defensa costera. Está involucrado en el patrullaje del Atlántico Sur en varios roles de protección fronterizo, por ejemplo contra el contrabando, antipiratería, patrullas pesqueras y aplicación de las leyes inmigratorias.
Imagen: Royal Navy United Kingdom
Hércules
El Hércules C-130, de la Fuerza Aérea Real de Gran Bretaña, es un avión de carga militar y puede transportar hasta 128 pasajeros o 20 toneladas de carga. Asimismo admite operaciones aerotransportadas mediante la entrega aérea de paracaidistas, tiendas y equipos, siendo capaz de operar en superficies no preparadas y semipreparadas de día o de noche.
Imagen: AP
Tecnología científica
Diseñado en 2008 por la empresa noruega Skipsteknisk, el AGS-61 "Cabo de Hornos", de la Armada de Chile, es un buque de investigación dedicado a fines oceanográficos, hidrográficos y de pesca científica. Su tecnología lo convierte en una de las plataformas científico-marinas más modernas de su tipo en la actualidad y cuenta con ecosondas, sonares y subsistemas de posicionamiento acústico.
Imagen: Amada de Chile
Cámara de rescate
La Cámara de Rescate Submarino (CRS), de la Marina de EE.UU., es un dispositivo diseñado en la Segunda Guerra Mundial capaz de alcanzar profundidades de hasta 260 metros. Al localizarse el submarino, puede descender mediante un cable hasta sellarse a la escotilla de la embarcación para eliminar el agua del interior, presurizar la cámara y permitir el rescate de hasta seis personas a la vez.
Imagen: US Navy
Mini submarino
A diferencia del CRS, el Vehículo de Operación Remota (ROV), a bordo del Skandi Patagonia de la Marina de Estados Unidos, es un mini submarino que realiza operaciones de inmersión profunda para rescate de submarinos sumergidos por control remoto. Puede inspeccionar el fondo del mar hasta a 1.200 metros y embarcar, mediante su ensamble a la escotilla, hasta a 16 personas a la vez.
Imagen: U.S. Navy
Transoceánico
El C-5A / B GALAXY es un avión de transporte estratégico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos capaz de cruzar océanos enteros sin escalas ni recargar combustible. El C-5 es el avión más grande construido por EE. UU. con 65 pies de alto y con una envergadura de 247 pies. Puede transportar un máximo de 135 toneladas de carga.
Imagen: US Air Force
Vigilancia marítima-militar
El avión de vigilancia marítima-militar Boeing P-8 Poseidón pertenece a la Fuerza Aérea de Estados Unidos y está proyectado para llevar a cabo misiones de guerra antisubmarina, interceptar embarcaciones y ofrecer inteligencia electrónica. Esto involucra carga de torpedos, cargas de profundidad, misiles antibuque AGM-84 Harpoon y otras armas.
Imagen: US Navy
Control y patrullaje
El buque ARA Sarandí (D-13) es un destructor multipropósito de la Armada Argentina construido en los astilleros de Blohm + Voss situados en Hamburgo, Alemania Occidental, en 1982. Su misión incluye vigilancia marítima de la Zona Económica Exclusiva de Argentina, control de naves submarinas y defensa aérea.
Imagen: Armada Argentina
Corbeta multidimensional
El ARA Rosales (P-42) es una corbeta multipropósito de la Armada Argentina construida en los astilleros de Río Santiago, situados en Ensenada, Argentina, con licencia y materiales provistos por el astillero Blohm + Voss de Alemania. Su participación en ejercicios conjuntos y combinados es constante, realizando despliegues en diferentes puntos del Mar Argentino y del extranjero.