El gobierno de Mauricio Macri está llevando a cabo un giro significativo en las relaciones de Argentina con España. Este viaje es el primero de un presidente argentino desde 2009 y también luego de que, en 2012, las relaciones entre Argentina y España tocaran fondo debido a la medida de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner de renacionalización de la petrolera estatal YPF, expropiando a la española Repsol. Las relaciones bilaterales fueron difíciles durante el kirchnerismo, tanto con el gobierno de Luis Rodríguez Zapatero como con el de Mariano Rajoy.

Actualmente, Macri se esfuerza por suavizar el trauma, enfocándose en el aspecto económico, y busca por todos los medios recomponer las relaciones y atraer nuevamente a los inversores. En 2015, España exportó a Argentina 1.318,6 millones de euros (+1,2% más que en 2014), mientras que las importaciones procedentes de Argentina alcanzaron 1.376,4 millones de euros (+9,2%), según datos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que augura un gran interés por la visita de Macri: "Habrá reuniones de 400 empresas argentinas con 400 españolas con un enfoque eminentemente práctico”, dijo a DW Luis Martínez Picabia, director de Comunicaciones de esa confederación. En esos encuentros se analizarán las oportunidades de negocio bilaterales, sobre todo para las pymes, y las inversiones en infraestructura, agroindustria, energía, en el sector farmacéutico o las telecomunicaciones, por mencionar algunos.

Mirando atrás sin ira

¿Quedará atrás a partir de esta visita la brecha que dejó entre ambos países la renacionalización de YPF? En opinión de Federico Foders, profesor de Economía de la Universidad de Kiel, "la expropiación de Repsol no fue justificada, frenó las inversiones españolas y dañó las relaciones bilaterales con un país con el que Argentina tiene lazos fuertes y profundos desde hace cientos de años”. Sin embargo, el mercado argentino siempre fue y será interesante para España, añade, a pesar de las restricciones del gobierno anterior.

España es el 8º cliente en importancia para Argentina a nivel internacional, y le compra al país sudamericano principalmente productos agroalimentarios, cobre y químicos orgánicos. Como suministrador, está en el 12º puesto, y le vende a Argentina componentes de automotores, material eléctrico, manufacturas plásticas, así como productos editoriales y perfumes.

Con la liberación gradual de las restricciones, en Argentina se abre un gran abanico de oportunidades comerciales para España en diversos sectores, además del petrolífero y de gas, como el del automotor, el de maquinarias agrícolas, el de la ganadería, la agroindustria y la minería. Otro gran potencial lo conforman las energías renovables, el transporte, la biotecnología y el turismo. Durante la visita de Macri, que abrirá el Foro Invertir en Argentina, auspiciado por el Grupo Prisa, también se realizarán un sinnúmero de rondas de negocios y habrá audiencias privadas, como con Telefónica y Codere.

Pero que esas oportunidades sean aprovechadas por Argentina no depende solo del gobierno de Mauricio Macri, ya que este no cuenta con una mayoría ni en el Congreso ni en el Senado, por lo cual, aunque el mandatario prometa respetar las inversiones extranjeras, es difícil prever que se pacte una ley al respecto. "Eso en España se sabe”, acota Federico Foders, "y por eso la presencia de Macri en España es tan importante y su tarea tan delicada.”

España, puente para Argentina en la Unión Europea

Los países miembros del Mercosur, con excepción de Venezuela, han estado negociando un tratado de libre comercio con la Unión Europea desde hace 22 años y podrían firmarlo a fines de 2017, según afirmó ayer, lunes (20.02.2017) el subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur, Daniel Raimondi. Al respecto, Federico Foders subraya que "España es uno de los países de la UE que podría hacer de puente para representar también los intereses argentinos en esas negociaciones, sobre todo porque Argentina está tratando de volver a los mercados internacionales.” Es decir que esta visita del presidente argentino se realiza en un momento muy especial, en el que también Bruselas está tratando de rehacer sus vínculos con el Mercosur.

El gobierno argentino está dejando atrás el modelo proteccionista y se vuelve a abrir al mundo. ¿Influye el desarrollo económico interno en la competitividad? "A raíz de muchas medidas del gobierno anterior, Argentina se encuentra en un proceso inflacionario, y eso es lo peor que le puede pasar a la competitividad. Bajar la inflación de un nivel de doble dígito (de un 25,9 por ciento en 2017) a un nivel de un dígito no se puede hacer de la noche a la mañana”, explica Foders. En la medida en que el gobierno tenga éxito en bajar la inflación a un 7 o un 8 por ciento, dentro de un año o dos, "se impulsaría la competitividad de las exportaciones argentinas, ya sean del agro, de la industria o de servicios.” Es decir, que para que Argentina vuelva al crecimiento económico, cuya caída en 2015 se estima en un 2,5 por ciento, las reformas deben hacerse hacia adentro y hacia afuera.

Según el experto, la confianza en las relaciones económicas bilaterales con España volverá a restablecerse "en la medida en que el gobierno actual garantice a los exportadores e inversores españoles que se respetará el derecho a la propiedad, que no habrá impuestos a las importaciones, y que toda empresa que quiera radicarse en Argentina para generar empleo será bienvenida”.

De acuerdo con el experto, que el gobierno de Macri normalizara el pago de la deuda externa hizo "que se restableciera la posición argentina con respecto al flujo de capital internacional”. Es decir, que ese país va en camino hacia la recuperación de la confianza de los inversores. En cuanto al panorama interno, el desafío sigue siendo disminuir la pobreza y garantizar la seguridad jurídica, un aspecto que también influye en la confianza y las decisiones de los inversores. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina (Indec) de 2016, un 32 por ciento de la población es pobre, y un 6,3 por ciento, indigente. La mayoría de las empresas españolas está a la expectativa del desarrollo económico de Argentina. Y Argentina necesita empresas españolas que quieran radicarse allí y crear puestos de trabajo para contrarrestar la desigualdad de oportunidades.