El balón empezará a rodar esta tarde en el Estadio de Múnich adonde asistirán unos 60.000 espectadores, entre ellos prominentes figuras de la política y el espectáculo. Esta mañana la canciller alemana, Angela Merkel recibió con honores militares al presidente de Costa Rica, Oscar Arias. El presidente costarricense ha viajado a Alemania a presenciar el enfrentamiento de su selección con el equipo anfitrión. Ambos jefes de gobierno presenciarán el partido inaugural.

También estarán en la tribuna de honor el presidente de la Comisión Europea, Manuel Barroso, el canciller austriaco y presidente en turno de la Comisión Europea, Wolfgang Schüssel, así como el vicepresidente iraní, Mohammed Alibadi. El himno oficial de la FIFA, "Celebrate the day", será cantado por su autor, el alemán Herbert Grönemeyer. El legendario Pelé y la modelo Claudia Schiffer llevarán personalmente la copa dorada al estadio. Al final de la ceremonia, el canciller alemán Horst Köhler inaugurará el Mundial Alemania 2006.

Arias quiere inversión alemana

Por cierto, el presidente costarricense no desaprovechó la oportunidad que le brinda el Rey Fútbol. Arias invitó a inversionistas y empresarios alemanes a invertir en su país y sacar provecho de las ventajas que ofrece como puerta de acceso al mercado de Estados Unidos. Costa Rica es el país que mayor inversión extranjera recibe en Centroamérica. "Aunque esa inversión procede fundamentalmente de Estados Unidos y no de Europa", lamentó Arias. Alemania es el tercer socio comercial del país centroamericano.

Alemania importa de Costa Rica preferentemente banano, café y flores, y Costa Rica compra a Alemania maquinaria y productos químicos y farmacéuticos. Arias destacó que Costa Rica es un país muy estable en términos económicos y políticos. "Es la democracia más antigua y consolidada del continente, inigualable en América Latina, cuya fuerza laboral se encuentra altamente capacitada", dijo.

Seguridad en todas las fronteras

Arias, que se entrevistará con Köhler en Múnich, poco antes de que comience el partido, repasó con Merkel las relaciones bilaterales, que Berlín califica de muy amigables y basadas en la confianza plena, cuestiones internacionales y de carácter puramente latinoamericano.

Horas antes del encuentro las autoridades de seguridad dieron luz verde al magno evento deportivo. Todo en orden en aeropuertos, estaciones de tren y en los nueve puntos fronterizos en donde Alemania comparte fronteras con una nación europea. La policía alemana intercambia información con sus colegas europeos a través de un centro internacional anti-hooligan con sede en la localidad de Neuss, cerca de Dusseldorf. Mil millones de personas seguirán por televisión la ceremonia y el partido inaugural que han dado mucho de que hablar antes de que suene el pitazo.