El gobierno de Sudán envió este sábado (25.07.2020) una delegación a Gereida, en la conflictiva región occidental de Darfur, después de que se produjera un nuevo ataque contra campesinos desplazados de la localidad de Abudos, que este jueves dejó al menos entre 14 y 20 muertos civiles, además de 23 heridos.

"Un grupo armado fuera de control atacó en la noche del jueves el pueblo de Abudos, al que habían vuelto centenares de desplazados desde los campamentos para cultivar sus terrenos", informó a la emisora de radio estatal un representante del estado de Darfur del Sur, Ibrahim Sharfedín.

Fuentes tribales citadas por la agencia francesa AFP que la cifra de asesinados asciende a 20 civiles, entre ellos mujeres y niños que habían regresado a sus tierras en Darfur por primera vez desde hacía años.

El balance de muertos "puede aumentar porque hay heridos que están muy graves", advirtió Ibrahim.

Una fuente de seguridad de Gereida dijo a la agencia española efe que el origen de la violencia fue una disputa por las tierras de cultivo entre dos tribus: la africana Masalet y la árabe Falata.

Los campesinos, propietarios originales de las tierras, habían recibido autorización para regresar, en virtud de un acuerdo supervisado por el gobierno y logrado hace dos meses entre las víctimas y las personas que se habían instalado en sus tierras durante el conflicto en Darfur.

"Muchas familias volvieron para cultivar sus tierras. Pero el viernes, varios hombres armados llegaron y dispararon contra ellos. Veinte murieron, entre ellos dos mujeres y niños", relató un jefe tribal.

Dos décadas bajo la guerra

Darfur, donde siguen activos varios grupos armados, es escenario de violencias desde hace casi 20 años. En 2003, estalló un conflicto entre el régimen mayoritariamente árabe de Omar al Bashir, ya destituido, y rebeldes pertenecientes a minorías étnicas que se sentían discriminadas. Según la ONU, hubo centenares de muertos. 

Los Falata compraron tierras de cultivo en el área después de que sus propietarios se vieran desplazados al comienzo de la guerra en Darfur en 2003, pero no las adquirieron directamente de los dueños de esos terrenos, que ahora los reclaman, según la fuente que pidió el anonimato.

Por su parte, la Coordinadora de los Desplazados y Refugiados de Gereida condenó el ataque contra los campesinos desplazados que habían regresado voluntariamente a sus tierras y responsabilizaron a las autoridades centrales.

En un comunicado emitido hoy exigieron la dimisión de los jefes locales de la Policía y el Ejército, sustituir a los efectivos de seguridad desplegados en la zona, garantizar la seguridad durante la temporada de la cosecha, además de una investigación urgente y que los responsables sean llevados ante la justicia.

gs (afp, efe)

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