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Armas espaciales: ¿qué son y dónde están estacionadas?

Friedel Taube
15 de febrero de 2024

Putin estaría desarrollando armas espaciales, afirma un congresista estadounidense. Pero ¿para qué sirven?

Un satélite con técnica GPS detecta movimientos en la Tierra. Las armas espaciales necesitan satélites para poder ser activadas, pero estos también pueden ser atacados
Las armas espaciales también usan satélites para poder ser activadas, pero estos pueden ser atacados Imagen: EPA/NASA/dpa/picture alliance

¿Qué son las armas espaciales?

Las armas espaciales son sistemas de armamento que pueden estar estacionados en la Tierra y ser dirigidos contra objetivos en el espacio, y también pueden ser armas en estaciones espaciales, o en misiles que se hallan en el espacio, y que pueden atacar objetivos en la Tierra, así como objetivos en el espacio mismo.

Los más conocidos son los llamados "satélites asesinos", que se ponen en órbita y están diseñados para destruir a otros misiles.

¿Para qué pueden utilizarse las armas espaciales?

Se pueden concebir varias aplicaciones. Sin embargo, muchas de ellas aún no están lo suficientemente desarrolladas técnicamente. El debate actual sobre los posibles planes rusos de armas espaciales se refiere específicamente a las armas antisatélite. A estas también se las conocen como ASAT (abreviatura del inglés "Anti Satellite Activities"). Estas armas, que a menudo adoptan la forma de un satélite propiamente dicho, están diseñadas para destruir a otros satélites en el espacio: a satélites espía, por ejemplo, o a satélites que apoyan operaciones militares en la Tierra (pero a las que, a su vez, no se denomina como "armas espaciales").

La guerra moderna, como en Ucrania, ya no es concebible sin el apoyo de los satélites. Estos proporcionan a los militares fotografías en cuestión de segundos, y la comunicación dentro del ejército o la navegación de complejos sistemas de armas difícilmente serían posibles sin los satélites. Es decir, que cualquiera que ataque los satélites de su enemigo puede causarle un daño considerable.

¿Es nuevo el debate sobre armas espaciales?

No. A finales de los años 50, cuando la era de los viajes espaciales apenas comenzaba, Estados Unidos ya experimentaba con armas que podían dispararse desde bombarderos B-47 a gran altura para interceptar satélites. Estas armas seguían siendo bastante imprecisas.

Lo mismo ocurría en la Unión Soviética. Allí también se reconoció desde un principio que los satélites extranjeros podían suponer una amenaza potencial para la propia seguridad. Sin embargo, incluso en la Unión Soviética, las pruebas con sistemas de defensa en la década de 1960 no fueron más allá de experimentos.

En los años 80, en la época de la Guerra Fría, la carrera armamentística entre las dos grandes potencias mundiales, Estados Unidos y la Unión Soviética, estaba en su apogeo. Ambos bandos reanudaron la investigación sobre armas espaciales y desarrollaron prototipos que, al final, resultaron muy caros.

Sobre los riesgos de las armas espaciales se debatía tanto en ese entonces como en la actualidad. Y es que los residuos de satélites destruidos pueden ser peligrosos si siguen desplazándose sin rumbo en la órbita terrestre. En noviembre de 2021, la Estación Espacial Internacional (ISS) estuvo temporalmente en peligro porque los restos de un antiguo satélite soviético, que Rusia había derribado deliberadamente, se interpusieron en su camino.

¿Qué dice el derecho internacional sobre las armas espaciales?

Otra razón por la que el espacio cercano a la Tierra aún no está lleno de armas espaciales es el llamado Tratado del Espacio Exterior. Tras toda una serie de resoluciones de la ONU, el tratado fue adoptado en 1967 y ratificado, entre otros países, por Estados Unidos y la Unión Soviética. Al parecer, todos los Estados participantes se dieron cuenta rápidamente de que el uso militar del espacio ofrecía al menos tantos riesgos como beneficios.

Entre otras cosas, el Tratado sobre el Espacio Exterior prohíbe el emplazamiento de armas nucleares en el espacio. Tampoco pueden establecerse bases militares en asteroides ni en otros planetas. Todo ello restringe fuertemente el uso de armas espaciales.

(jov/cp) 

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