Armin Laschet: “Hay que facilitar las deportaciones”
Astrid Prange (JOV/DZC)10 de enero de 2016
La Unión Cristianodemócrata (CDU) propone reducir trabas para deportar a delincuentes extranjeros, dice Armin Laschet, vicepresidente del partido de Angela Merkel, en entrevista con DW.
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DW: El jefe de la Policía de Colonia, Wolfgang Albers, tuvo que jubilarse anticipadamente. ¿Puede explicarse por qué Albers retuvo información sobre los acontecimientos en la noche de la llegada del Año Nuevo?
Armin Laschet: Hay una tendencia generalizada de no mencionar las cosas por su nombre, como en el caso de las llamadas “áreas vetadas” en la región del Ruhr. Así lo ha señalado el sindicato de la Policía. En el mejor de los casos, sospecho que el ahora exjefe de la Policía de Colonia quería ayudar a los refugiados, pero, en realidad, logró lo contrario, porque los ultraderechistas instrumentalizan ahora esa retención de información oficial.
El ex primer ministro de Hesse, Roland Koch, había exigido durante la campaña electoral de 2007 la deportación de jóvenes extranjeros criminales. ¿Tenía razón?
Un tema tan crítico como este tampoco debe ser instrumentalizado en campañas electorales o llevado a los extremos. Bajo la actual situación legal un delincuente puede ser deportado, si es un ciudadano extranjero condenado a una pena de 3 o más años. Pero para que alguien en Alemania sea condenado a tres años de prisión tiene que haber cometido un delito muy grave. En el futuro, quien cometa delitos similares a los sucedidos en Colonia debe ser deportado. Y el que reincida en violar las leyes de nuestro país no debe gozar del permiso de residencia.
¿Fueron los ataques contra las mujeres en Colonia motivados por la religión o la cultura árabe?
No conozco ninguna norma religiosa que permita acosar a mujeres en la calle, tocarlas, violarlas o todo lo que haya sucedido en Colonia. Esto es más una muestra de falta de respeto a la mujer, al Estado de derecho y las leyes. Espero que los líderes religiosos en Alemania lo expresen también con claridad. Estos son adolescentes que cometen delitos, y deben ser castigados, como cualquier otra persona. Es una cuestión de seguridad y no de religión.
Pero hay una connotación religiosa. Se sospecha que los autores eran de países del norte de África y son en su mayoría musulmanes...
Creo que es un error referir el caso a un debate teológico. Que yo sepa, tampoco en Marruecos, Egipto o Túnez está permitido que los hombres acosen o violen a las mujeres en la calles.
Entre 2005 y 2010 usted fue ministro para la integración de Renania del Norte-Westfalia. ¿Qué haría si fuera Ministro federal de Integración
La tarea de integración más importante que ahora tenemos va a ser la educación. Los niños deben aprender muy temprano alemán. Y los más adultos deben también aprender rápidamente el idioma en cursos de integración, para que puedan integrarse al mercado laboral. Porque la integración a través del trabajo es la mejor manera de prevenir la desintegración.
¿Tiende Alemania a idealizar la figura del refugiado?
No. Todos tenemos presente las imágenes de la guerra civil siria, sobre todo en estos días, cuando la gente está muriendo de hambre en ciudades sitiadas. Si las personas buscan refugio en Europa, Europa debe concederles protección, que es lo que motiva a los miles de voluntarios en este país. Los voluntarios no obran llevados por falsas ilusiones de un mundo multicultural, sino porque quieren socorrer a humanos que lo están necesitando. Es gratificante ver ese espíritu de servicio en Alemania.
El año de los refugiados
Nunca antes hubo tantos refugiados como en 2015. Muchos han llegado a Alemania. "Es un desafío histórico", señaló la canciller Angela Merkel. Una mirada retrospectiva a un año estremecedor.
Imagen: Reuters/O. Teofilovski
Grecia: una puerta hacia la UE
Estos jóvenes procedentes de Siria superaron una peligrosa etapa de su viaje. Llegaron a Grecia y, por ende, a la Unión Europea. Pero con ello no alcanzaron todavía su meta. Quieren seguir rumbo al norte, hacia otros países de la UE. La mayor parte huyó en 2015 a Alemania y Suecia.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Peligro en el Mediterráneo
El camino que han recorrido encierra peligros mortales. Reiteradamente zozobraron embarcaciones no aptas para la travesía. Estos niños sirios y su padre tuvieron suerte. Fueron rescatados en el Mediterráneo por pescadores griegos de la isla Lesbos.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
La imagen que conmovió al mundo
Aylan Kurdi, de tres años de edad, no sobrevivió. A comienzos de septiembre se ahogó con su hermano y su madre en el Egeo, cuando intentaban llegar a la isla de Kos. La foto de este niño sirio muerto dio la vuelta al mundo, conmoviendo a miles de personas.
Imagen: Reuters/Stringer
Contrastes a la vista
Kos, a menos de cinco kilómetros de Turquía, es la meta de muchos refugiados. Llegan a las playas donde solo solía haber turistas. Este grupo de refugiados paquistaníes logró arribar con un bote inflable.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Caos total
Muchos refugiados quedan varados en Kos, porque solo pueden continuar viaje a tierra continental tras haberse registrado. En el verano, la tensión escaló cuando las autoridades hicieron esperar a los refugiados en un estadio para hacer ese trámite, a pleno sol y sin agua.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Un transbordador para refugiados
Debido a la insostenible situación imperante en la isla se produjeron disturbios. Para reducir la tensión, las autoridades griegas arrendaron un barco en el que se habilitaron posibilidades de alojamiento para 2.500 refugiados y una oficina de registro.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
El dilema de Europa
Por la misma época, más al norte, en la frontera greco-macedonia, policías fronterizos impiden el paso a la gente. En el tumulto hay niños que lloran, separados de sus padres. "Pura desesperación" se llama la foto tomada por Georgi Licovski. La Unicef la distinguió como la foto del año, ya que plasma "el dilema de Europa y su responsabilidad".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Un símbolo negativo
A fines del verano, Budapest se convirtió en un símbolo del fracaso de las autoridades y de la xenofobia. Miles de refugiados acampaban en los alrededores de una estación ferroviaria de capital húngara. El gobierno les prohibió continuar su viaje. En consecuencia, muchos siguieron su camino a pie, rumbo a Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
Se abre el paso
El 5 de septiembre se despejó el camino para los refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, tomó con su par austríaco, Werner Feymann, la decisión de permitir a la gente continuar el viaje. Varios trenes especiales y buses se dirigieron por esos días a Viena y Múnich.
Imagen: picture alliance/landov/A. Zavallis
Bienvenidos, refugiados
El primer fin de semana llegaron a Múnich cerca de 20.000 refugiados. En la estación central de la ciudad se reunieron innumerables voluntarios para atender a los refugiados y proporcionarles alimentos y vestimenta.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Stollarz
"Lo lograremos"
Mientras Merkel era aclamada por los refugiados y los partidarios de darles asilo, en otros sectores de Alemania surgía el descontento. En una conferencia de prensa, Merkel respondió a las críticas con estas palabras: "Si tenemos que disculparnos por mostrar un rostro gentil en una situación de emergencia, este no es mi país". Otra frase se convirtió en su mantra: "Lo lograremos".
Imagen: Reuters/F. Bensch
Historias en el equipaje
A fines de septiembre, la policía publicó una imagen conmovedora. Una niña refugiada hizo este dibujo y se lo regaló a un policía de Passau. Muestra el horror que vivieron muchos refugiados y su gran alegría de estar por fin a salvo.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bundespolizei
El drama continúa
A fines de octubre habían llegado a Alemania más de 750.000 refugiados. Pero el flujo no cesaba. Los países de la denominada "ruta de los Balcanes" se veían superados y cerraron sus fronteras. Solo se siguió permitiendo el paso a sirios, afganos e iraquíes. Como una forma de protesta, algunos refugiados de otros países se cosieron los labios.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Sin final a la vista
"¡Ayúdanos, Alemania!", dicen los carteles de los manifestantes en la frontera con Macedonia. En Europa se acerca el invierno y miles de personas, incluyendo niños, se encuentran atrapadas en tierra de nadie. Entretanto, incluso Suecia, considerado un país abierto a los refugiados, estableció transitoriamente controles fronterizos. La UE cuenta para 2016 con otros tres millones de refugiados.