Arranca en Francia el juicio contra el tío de Bachar al Asad
9 de diciembre de 2019
Rifaat al Asad está acusado de blanqueo de enormes sumas de dinero y también tiene causas pendientes en España.
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El Tribunal Correccional de París inició este lunes (09.12.2019) el juicio contra Rifaat al Asad, tío del presidente sirio, Bachar al Asad, acusado en particular de blanqueo por el importante patrimonio acumulado, que solo en Francia está valorado en cerca de 100 millones de euros.
El acusado, de 82 años, que alegando razones médicas no acudió a esta primera vista del proceso ni lo hará hasta que finalice el día 18 de diciembre, tiene también causas pendientes en España, donde fue procesado el mes pasado junto con otros familiares también por blanquear bienes por más de 663 millones de dólares.
En Francia se le acusa de haber amasado una fortuna desde 1984 en este país, pero también en Suiza, Curaçao, Liechtenstein, Luxemburgo, el Reino Unido y Gibraltar, gracias a diversas prácticas delictivas, en particular mediante malversación de fondos públicos y fraude fiscal.
En el año 1984 fue cuando tuvo que exiliarse por primera vez en Europa después de haber intentado derrocar al entonces hombre fuerte del país, que no era otro que su hermano y padre del actual presidente sirio, Hafez al Asad. Aunque pudo volver posteriormente a su país, desde 1998 el régimen de Damasco lo proscribió definitivamente.
Rifaat al Asad sostiene que todos los activos que ha ido sumando a su patrimonio provienen de donaciones masivas recibidas del fallecido rey Abdalá de Arabia Saudí entre 1980 y su muerte en 2015.
eal (efe)
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Crisis humanitaria en Siria tras ofensiva turca
Las personas desplazadas por los combates en el noreste de Siria tratan de sobrevivir en escuelas y casas abandonadas. Las ONG se han ido y la gente hace colas por horas para conseguir pan.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Primera parada
Fuentes de la ONU aseguran que más de 200.000 personas han dejado sus hogares en el noreste de Siria desde que Turquía lanzó su ofensiva, el 9 de octubre. Desde entonces, la ciudad fronteriza de Ras al Aín ha pagado los costos debido a los ataques armados de milicias proturcas y bombardeos aéreos. La ciudad permanecerá bajo control turco tras un acuerdo alcanzado en Sochi entre Rusia y Turquía.
Imagen: DW/K. Zurutuza
"Lo perdimos todo"
La mayor parte de los que huyeron son kurdos. Aquellos que permanecen en la ciudad son casi todos árabes que siguen en contacto por teléfono con sus antiguos vecinos. "Me dijeron ayer que los islamistas estaban saqueando nuestras casas. Lo perdimos todo", contó este hombre a DW.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Cada miga ayuda
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad están estacionadas a pocos kilómetros de Tal Tamr. Como consecuencia, las ONG que estaban instaladas en la región decidieron abandonarla en los últimos días. Los desplazados internos llegados desde Ras al Aín y de las villas vecinas dependen enteramente de la ayuda que les entregan las ONG locales, que luchan para hacer frente a la crisis.
Imagen: DW/K. Zurutuza
No se puede ir lejos
Además de Tal Tamr, otras localidades de los alrededores también albergan a cientos de desplazados. "Se están instalando en aldeas desocupadas, muchas de ellas ubicadas demasiado cerca de zonas controladas por las milicias proturcas o células dormidas del Estado Islámico", dice a DW Hassan Bashir, coordinador de una ONG local.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Ansiada comida
Este desplazado interno árabe de Ras al Aín tiene cuatro esposas, y deberá buscar una fórmula para alimentar a todos sus hijos, pues la escasez de comida ha forzado a las ONG a ofrecer solo una ración por familia. "No es culpa de ellos, son solo niños", dijo el hombre a DW, después de recibir solo una bolsa con raciones alimenticias.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Se acabó la escuela... ¿para siempre?
La escuelas han estado cerradas en el noreste de Siria desde que comenzó la ofensiva, y muchas de ellas son ahora hogar para los desplazados internos. Aquellos que puedan pagarlo, se trasladarán a ciudades como Al-Hasaka, ubicada unos 80 kilómetros al sur, pero otros tendrán que hacer frente a las condiciones extremas de una ciudad fronteriza expuesta a los ataques.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Lo más parecido a casa
Cincuenta familias kurdas de Ras al Aín viven ahora en esta escuela abandonada en Tal Tamr, donde carecen de agua y electricidad. A medida que las condiciones sanitarias empeoran, los expertos ven crecer la posibilidad de un brote de cólera y otras enfermedades. "Si seguimos así, vamos a tener una enorme crisis humanitaria", dijo un médico local a DW.