Los ocho candidatos disponen de 45 días antes de las elecciones de febrero para convencer a los electores, que según las encuestas se inclinan por el candidato oficialista, Lenin Moreno.
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En el primer día de campaña electoral en Ecuador para las elecciones presidenciales y legislativas de febrero, los ocho candidatos inscritos para los comicios del próximo 19 de febrero lanzaron desde el martes (03.01.2016) sus primeras ofertas para intentar persuadir a los electores. Sin embargo, sólo tres de los candidatos cuentan con opciones, según las encuestas para hacerse con el poder.
El candidato oficialista Lenin Moreno, de Alianza País, encabeza las encuestas con cerca del treinta por ciento en intención de voto. Formado en Administraciones Públicas y con una trayectoria empresarial en el mundo del turismo, ejerció ya el cargo de vicepresidente en el gobierno de Rafael Correa. Moreno, que quedó en silla de ruedas tras un ataque, inició su carrera política como Director Nacional de Discapacidades. Moreno decidió empezar su campaña visitando un centro de ancianos en Quito, donde ofreció una pensión y seguridad social gratuita para los adultos mayores.
También en Quito, la candidata socialcristiana Cynthia Viteri se reunió con gremios de artesanos a los que ofreció generar empleo y brindar a ese sector crédito oportuno y barato. Viteri, a las que las encuestas otorgan casi el veinte por ciento de la intención de voto, es abogada y periodista y formaba parte del Parlamento hasta noviembre. Su candidato a la vicepresidente, un economista de derechas, Mauricio Pozo, no dudó en afirmar que una de las primeras acciones que emprenderá si gana las elecciones es salirse del ALBA. Su elección supondría completamente un giro en la política llevada a cabo hasta ahora por el Gobierno del izquierdista Rafael Correa.
En tercer lugar en las encuestas si sitúa Guillermo Lasso, exbanquero de centroderecha que inició su andadura electoral en Guayaquil (suroeste), donde bautizó su campaña como "El timbrazo" ya que pretende recorrer "puerta a puerta" los barrios. Quizá así consiga remontar desde el 17% de intención de voto que le otorgan las últimas encuestas.
Otro candidato presidencial, el socialdemócrata Paco Moncayo, que apenas suma el 15% de los apoyos, visitó la ciudad andina de Cayambe. La lista la completan Dalo Bucaram, hijo del expresidente Abdalá Bucaram, el médico e independiente Iván Espinel, Washington Pesántez y Patricio Zuquilanda.
Los candidatos deben conseguir en primera vuelta más de la mitad de los votos o, al menos, el 40% con diez puntos porcentuales de ventaja sobre el siguiente. Las encuestas reflejan un elevado número de indecisos (más del 45% de los votantes), por lo que el resultado final está todavía muy abierto.
LGC (EFE/ElTelégrafo/Infolatam)
Ecuador, cinco meses después del terremoto
Un desastre como el de Ecuador puede representar una oportunidad de hacer las cosas mejor, opinan especialistas. ¿Cómo enfrentan esto las autoridades, los pobladores de las zonas afectadas, la asistencia internacional?
Imagen: DW/M. Banchon
La vida sigue en los albergues
La noche del 16 de abril un terremoto de 7,8 de magnitud en la escala de Richter sacudió Ecuador y devastó las provincias de Esmeraldas y Manabí. Cinco meses después, sobre todo en zonas rurales y apartadas, la población sigue viviendo en los albergues provisionales provistos por el gobierno y organizaciones internacionales de asistencia.
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Ecuador se reconstruye
Cuando ocurrió el terremoto del 16 de abril, las Normas Ecuatorianas de Construcción justo habían acabado de elaborarse. En un país con alto riesgo sísmico, cambiar el tipo de construcción es imperativo. Aquí una casa modelo, hecha con la caña guadúa, propia de la región. Aunque el plan de reconstrucción aún no está listo, se dice que en dos años podrían estar acabadas las 7000 viviendas perdidas.
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Inseguro
Las guías del nuevo código de construcción, elaboradas junto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el programa de Preparación para Desastres de ECHO, se entregaron rápidamente. Si bien no es algo tan visible como la entregad de frazadas o agua, requiere un intenso trabajo a nivel local y nacional y programas de formación de personal.
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Nuevas formas de construir
“El nuevo marco normativo sirve de aquí en adelante. Es importante no sólo que exista sino que se aplique y que se explique en las universidades para que los profesionales salgan con una conciencia diferente. El cumplimiento de esas normas puede que sí encarezca la construcción, pero salva vidas”, explica a DW Óscar Robles, de la organización Catholic Relief Services (CRS).
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¿Quién compra?
En las zonas más afectadas de Manabí y Esmeraldas el comercio, la agricultura , la pesca y el turismo eran las actividades económicas más importantes. Sin la infraestructura hotelera y los restaurantes, los productores no pueden colocar sus productos. Aquí Pedernales, el centro comercial de la región, cuyas microempresas vuelven tímidamente.
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Velar por derechos
Otra de las tareas de las organizaciones de la sociedad civil es verlar por los derechos de los más vulnerables. El problema de los embarazos adolescentes, los feminicidios y el acoso sexual, que ya tenía niveles preocupantes en Esmeraldas antes del desastre, se ha disparado con la precariedad.
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Ayuda humanitaria internacional
Desde un día después del terremoto, la oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) ha estado presente en el país. Proveer de agua limpia, alimentos, albergues, medicinas y asistencia psicosocial a los damnficados ha sido el objetivo en los primeros meses después del desastre que dejó sin techo a 7000 familias. Aquí se ve una instalación sanitaria para los pescadores de La Chorrera.
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Trabajar en la precariedad
Aunque la situación de la mayoría de los habitantes se ha estabilizado, en albergues o en campamentos, la actividad económica está aún lejos de volver a la normalidad , sobre todo en las zonas más apartadas. La microempresa más que nunca antes es el motor de estas regiones afectadas. Comedores, tiendas, servicios de Internet funcionan en las construcciones provisorias.
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Miedo
"Perdimos nuestra casita que estaba recién hecha. Lloramos mucho, pero no es un dolor como perder un familiar. Mi marido es pescador, trabaja en la noche. Yo me voy a dormir donde la vecina, porque me da miedo dormir solita", cuenta una pobladora de La Chorrera.
Imagen: DW/M. Banchon
Nuevas normas, ¿nueva infraestructura?
Las poblaciones dedicadas a la pequeña pesca se han visto especialmente afectadas. Por un lado, la destrucción de la vivienda. Por otro, las nuevas normas prevén un nuevo emplazamiento de sus pobladores. Si están más alejados de la playa, a donde solían llegar los compradores directamente, ¿dónde obtendrán la infraestructura de refrigeración para conservar el producto?
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¿Cuándo se acaba la emergencia?
La expectativa es que en dos o tres años la fase de reconstrucción haya acabado. Ejemplos de países como Chile o Perú hablan de que el problema de la vivienda es el que más lento va. En muchos casos, el albergue transicional, diez años después, se ha convertido en permanente, explica especialistas en emergencias.
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Aún quedan escombros
"Las familias están seguras, los niños vuelven a las escuelas. La Policía especializada asegura la zona, el Ministerio de Inclusión Económica y Social tiene estructuras que funcionan bastante bien. Pero no es la normalidad. La familia quiere su casita. Va a llevar tiempo. El terremoto de Haití fue hace 6 años y todavía hay miles de personas viviendo en carpas", explica Óscar Robles, de CRS.