La policía de Bangladesh se enfrentó a alrededor de 10.000 furiosos manifestantes apostados en la afueras de la embajada danesa en la capital, Dhaka. Los manifestantes intentaron ingresar al enclave diplomático de la ciudad, pero fueron contenidos. Amenazaron con asaltar el Parlamento si los legisladores no adoptan una resolución unánime de condena a las viñetas.

Ni posesión ni circulación son permitidas

El primer ministro de Bangladesh, Begum Khaleda Zia, exigió una disculpa al gobierno danés, pero Consciente de su rol en la actual presidencia de la Organización de la Conferencia Islámica, Malasia Ahora en el país asiático es una ofensa publicar, importar, producir, manufacturar, poner en circulación, distribuir o poseer viñetas que puedan "poner en peligro la armonía pública y la seguridad, o que puedan causar caos, o amenazar la paz pública o el interés nacional", señaló el gobierno en un comunicado.

"Puesto que ocupa la presidencia de la Organización de la Conferencia Islámica, sería incómodo si Malasia le cerrase la puerta a occidente por su insensibilidad cuando, en nuestro patio trasero, no tenemos el control", dijo el ministro Mohamed Nazri Aziz.