Carlos Santos Silva, el empresario que presuntamente actuó como testaferro del ex primer ministro portugués José Sócrates, abandonará el presidio donde permanecía ingresado desde el 24 de noviembre y pasará a la situación de arresto domiciliario. El juez del Tribunal Central de Instrucción Criminal decidió modificar la medida de coacción aplicada a Santos Silva, que será trasladado a su domicilio, donde permanecerá bajo arresto con una pulsera electrónica. La Fiscalía no desveló los motivos por los que el juez decidió rebajar la medida de coacción del empresario. En cuanto a las medidas aplicadas a Sócrates, la última revisión fue realizada el pasado 9 de marzo, por lo que el magistrado tiene de plazo hasta el 9 de junio para volver a revisarla y decidir si decide ponerle igualmente en libertad. (efe)