Art Basel o la belleza en medio de la crisis
10 de junio de 2009En Basilea, Suiza, todos los años abre sus puertas Art Basel reuniendo obras de arte contemporáneas de las mejores galerías del mundo. La idea de esta feria nació en 1968 como iniciativa de galeristas y artistas suizos, entre ellos Trudl Bruckner y el matrimonio Ernst y Hildy Beyeler. En 1969 se organizó la primera feria y cada año sorprende al público con obras de calidad a los visitantes.
En tiempos en que los museos se quejan de la falta de mecenas, y ferias como la Art Cologne ve disminuir su número de visitantes, Art Basel transmite un mensaje optimista a los amantes del arte.
40 años por el arte
En su edición Nr. 40, Art Basel parece haber comenzado con entusiasmo a pesar de la crisis económica. En estos cuatro días se espera que más de 60.000 personas puedan disfrutar de las pinturas, instalaciones, esculturas, fotografías y videos. Casi 1.100 galerías se postularon para tomar parte este año, y entre los expositores se cuentan 75 de EE.UU., 56 de Alemania y 33 de Suiza. De Alemania pueden verse obras de la galería Susanne Sander, de Colonia, y Johann König, de Berlín, además de Dvir Gallery, de Tel Aviv. También se presentan las galerías Kurimanzutto y OMR de México, Ruth Benzacar de Argentina y la Galería Millan de Brasil. Además, se pueden admirar las obras de los galeristas Pepe Cobo, Elvira González y Joan Prats de España.
“Hemos apostado por fuertes contenidos e ideas en vez del aspecto monetario”, dijo el periodista Marc Spiegler, quien junto a la suiza Annette Schönholzer dirige la feria. Spiegler, que nació en EE.UU., siempre tomó en sus artículos una posición a favor de un trabajo serio de las galerías de arte como plataforma para el desarrollo de los artistas. Ve en la gran oferta de obras que se brinda al público una respuesta a la crisis. El banco suizo UBS es el principal mecenas de Art Basel, a pesar de haber tenido que cerrar su departamento de arte por falta de fondos.
Espacio para novatos y grandes maestros
El espacio de la feria contiene muestras de arte enfocadas en temas especiales, como la de Art Statements, que promueve a artistas jóvenes. Esta exposición da lugar a 27 proyectos de artistas de todo el mundo y es el centro de atención para quienes están comenzando a hacerse conocer en el mundo del arte.
Art Unlimited, por su parte, ofrece al espectador la posibilidad de ver a los grandes maestros, como Pablo Picasso, Andy Warhol y Anselm Kiefer. “La familia del jardinero”, de Picasso, se vende por 6,5 millones de dólares. Pero lo ilimitado de la muestra no se refiere sólo al precio, sino obras que por motivos de espacio, técnicos o conceptuales no cabrían en otro lugar. La escultura en forma de torre del japonés Yoshitomo Nara, de cinco metros de altura, por ejemplo, que puede comprarse por 428.000 euros.
Otro atractivo especial de programa de Art Basel es la ópera “Il Tempo del Postino”, concebida como exposición grupal por los curadores Ulrich Obist y Philippe Parreno. En ella, quince artistas exhiben sus obras basadas en la temporalidad y no en lo espacial, presentadas una después de las otras sobre un escenario. De este modo, se trata de expander la percepción del observador mostrándole obras que suceden en un marco temporal, una especie de arquitectura teatral que intenta brindar otro tipo de experiencia artística.
La buena noticia que trae Art Basel es que la crisis no ha acabado con el interés por el arte, ya no sólo como objeto de venta, sino como producto de artistas, galeristas y organizadores que apuestan al desarrollo de los artistas, a la belleza de la obra y no sólo al dinero. Según Annette Schönholzer, “este es el regalo de cumpleaños a nuestro público”.
Autora: CP/dpa
Editora: Emilia Rojas