Art Cologne 2010: el arte como espectáculo
21 de abril de 2010Por mucho tiempo la “madre de todas las ferias de arte” perdió su renombre y liderazgo internacional frente a eventos de Londres, Nueva York, Miami o la Art Basel de Suiza, que es hoy la feria de arte más reconocida en el mundo. Pero desde que el norteamericano Daniel Hug asumió el liderazgo artístico de la Art Cologne en el 2009, Colonia vuelve a ascender en el escalafón.
Músicos vestidos de frack y cilindros tamborilean fuertemente a la entrada principal de la Art Cologne. Hacen parte de un proyecto de arte del danés Jeppe Hein. “Circus Hein” denomina el artista esta mezcla bizarra de perfomance e instalación.
Neo Rauch en Colonia
“Tenemos una especie de títere gigante, que puede hacer mucho ruido y una jaula sin tigre. Pero al mismo tiempo, en referencia al arte contemporáneo, tenemos un móvil de espejos, un trapecio y otras diversas piezas, que recuerdan en el mejor sentido a un circo”, explica Adelheid Teubner, gerente de este proyecto.
Arte como espéctaculo
La versión 44 de la Art Cologne se muestra más viva que nunca; es una muestra del mercado del arte como circo y espectáculo. Lo cual se debe agradecer a su director, Daniel Hug. El norteamericano de 41 años, con pasaporte alemán, logró devolverle en tan sólo dos años de dirección el brillo a esta feria de arte en decaída.
Gracias a su labor, galeristas de renombre internacional retornaron a Colonia. Los expositores provienen de 23 países. Aún con el problema de los vuelos por el volcán de Islandia, todos los galeristas, a excepción de dos, cumplieron la cita.
Obras de arte como inversión
La región del Rin es conocida por coleccionistas interesados en arte y que además les gusta comprar. Cerca de 200 galerías llaman la atención a una expedición por la historia del arte. Actualmente, existe una demanda de piezas de la modernidad clásica, del impresionismo, así como del expresionismo como forma de inversión.
La galería Thomas de Munich ofrece una pintura de Edvard Munch por 6,5 millones de euros. Algo así sólo se ve pocas veces por fuera de los museos. “La pintura de 1916, muestra una amiga muy cercana de Munch, que él retrató muchas veces. Después de pertenecer al museo Städel, fue retirada de una exposición para luego ser expuesta en Suecia, y luego fue vendida”, cuenta Heike Grossmann, colaboradora de la galería Thomas.
Artistas alemanes cotizados
Lo especial de la Art Cologne es la conjunción de artistas de renombre. Una de las obras más llamativas de esta feria es seguramente un cuadro de Neo Rauch. La estrella de la escuela de Leipzig acaba de cumplir 50 años, y ya escribe sobre historia del arte. Para apreciar su pintura neo-surrealista hay largas filas de espera. El galerista Harry Lybke solicita 600.000 euros por un lienzo de varios metros de tamaño, y ya tiene un comprador potencial. “Existe un interés fuerte, y creemos que vamos a vender esta pieza aquí en Colonia”, afirma Lybke.
Harry Lybke y su galería Eigen & Art le habían dado la espalda a la Art Cologne. Pero ahora ha vuelto. Su caso demuestra que la feria de arte de Colonia es otra vez atractiva, tanto para los alemanes como para los extranjeros.
Autora: Sabine Oelze / Cristina Mendoza Weber
Editor: José Ospina Valencia