Por encargo del cliente, 30 artistas trabajan en la Fälscher Galería, dedicada desde hace cuatro años a copiar las obras de los grandes maestros de la antigüedad o de los modernos por una fracción del precio que costaría un original. De lo único que carecen estas falsificaciones es de la firma del artista.

Clave del negocio

Una copia de la pintura del estadounidense Mark Rothko, sin su rúbrica, cuesta por ejemplo 1.400 euros, en vez de los millones que costaría un original del artista plástico.

Para no incurrir en un delito al reproducir y comercializar las obras, debido a los derechos de autor, la Galería hace copias pero sin firma, ya que de lo contrario lesionaría la ley, que establece penas de cárcel para las falsificaciones.

La clave del negocio se encuentra en no falsificar la firma del connotado pintor y en respetar además al pie de la letra la ley, que permite la copia de obras famosas toda vez que su autor haya muerto desde hace 70 años.

Limitaciones

Sin embargo, hay una gran demanda de reproducciones de pintores de la actualidad como por ejemplo de Arte Pop. Según su propietario, Ralf Munir la galería solo puede reproducir pinturas al estilo de pintores con Copyrighty, pero no sus obras mismas, como ocurre con las pinturas de Andy Warhol. Otro de los preferidos es el austriaco Gustav Klimmt, exponente del Art Nouveau.

Esta podría ser una solución a la caída en la compra de obras pictóricas en las galerías de arte, que sufren los efectos de la crisis económica mundial. Galeristas alemanes se han quejado de la disminución de ventas de gráficos, especialmente tras los atentados en Nueva York del 11 de septiembre del 2002.

Para exportar

Las pinturas pueden ser adquiridas también por clientes extranjeros que las soliciten. El negocio ha sido tan exitoso hasta el momento que se planea abrir nuevos talleres en otros estados alemanes. La galería ha hecho ya gráficos solicitados desde Malasia hasta Estados Unidos.

Pero en el caso de que alguien no tenga el dinero suficiente para conseguir a un "Renoir" sin firma, existe también la posibilidad de alquilarlo. Un óleo de un plástico conocido podría costar a partir de 15 euros al mes.

Pioneros comerciales

De esta manera, famosas pinturas se vuelven más accesibles al gran público. Este nuevo tipo de comercialización de arte es también aprovechado por la cadena alemana de tiendas de descuentos Aldi, que planea vender una edición limitada de originales firmados por sus mismos autores, a precios muy bajos.

Aldi pondrá a la venta 10 mil ejemplares de siete artistas alemanes, entre ellos de Félix Droese, cuyas obras abordan temas existenciales como la vida y la muerte, la historia y la sociedad contemporánea, con precios entre 10 y 15 euros.

Droese, nacido en Düsseldorf y alumno de Joseph Beuys y cuyas obras han sido expuestas en la Documenta de Kassel y en la Bienal de Venecia, no teme que su imagen se deteriore por la baja cotización de sus obras en esta campaña de Aldi.

"Me interesa acceder a un público de masas", ha dicho Droese, quien más bien se manifiesta interesado en difundir el arte contemporáneo entre el gran público.