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Arte de Auschwitz en Berlín

mb24 de mayo de 2005

Una exposición en el Centro Judío de Berlín muestra por primera vez 140 obras realizadas por prisioneros en el campo de concentración de Auschwitz.

Wlodzimierz Siwierski, La sopa, Auschwitz, 1940. Lápiz sobre papel, 10 x 16,2cmImagen: presse

En octubre de 1941, los oficiales de las SS en el campo de concentración de Auschwitz decidieron crear un museo, una especie de gabinete de curiosidades para exponer los objetos incautados a los prisioneros. A la vez dieron a algunos la posiblidad de pintar por encargo. "Por lo menos por un rato podía olvidar la crueldad de la vida cotidiana", contaba un prisionero.

Encargos y secretos

Czeslaw Kaczmarczyk, Hombre en la muralla, Escena nocturna. Auschwitz 1943-1944 acuarela sobre cartón, 10,5 x 15 cm. Marian Ruzamski, unbekannt KZ Auschwitz 1943-1944 Aquarell auf Karton, 30 x 21 cm Marian Ruzamski Selbstbildnis KZ Auschwitz 1943-1944 Kreide auf Papier, 25 x 20 cmImagen: presse

A la vez que cumplían con el encargo de los nazis, utilizaban en secreto materiales para plasmar escenas de ese campo de horrores. 140 de esos cuadros son expuestos ahora en el Centro Judío de Berlín. Las piezas prestadas por Polonia ponen de manifiesto cómo el arte puede ser una vía de escape de la realidad más cruda. "Si no hubiese pintado, no habría sobrevivido Auschwitz", declaró el pintor Wladiyslaw Siwek, que murió en 1983.

Los artistas presos en Auschwitz realizaban obras "legales" cuando se las encargaban los nazis para el museo que existía en el campo o por motivos prácticos: por ejemplo, una caricatura que advierte de que 'los piojos son la muerte', encargada como parte de una campaña para evitar la propagación de plagas.

Obedecer para sobrevivir

Wladyslaw Siwek Bau der Werkhalle / Budowa Werkhalle Konzentrationslager Auschwitz, 1943 Öl auf Filzpappe / plyta pilsniowa, olej 77 x 147 cm (90 x 162 cm)Imagen: presse

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Para sobrevivir había que obedecer. Mi padre hizo retratos de hombres de las SS y eso le dio motivo para seguir viviendo. Sobrevivió por una mezcla de casualidad y suerte", relató en la presentación de la muestra Miriam Friedman Morris, cuyo padre, David Friedman, fue deportado a Auschwitz en 1944. Su mujer y su primera hija fueron asesinadas en el campo de concentración. El, sobreviviente de la marcha forzada de Auschwitz al campo de exterminio de Blechhammer, una vez acabada la guerra pintó innumerables cuadros con escenas del holocausto. Lo que él nunca supo fue que algunos de los cuadros pintados en prisión seguían existiendo. Los cuadros, pintados ilegalmente, eran escondidos de los oficiales nazis y sacados del campo de concentración de contrabando.

Rostros

Bajo el título "Rostros" se pueden observar retratos de prisioneros. En algunos de ellos la única referencia a la realidad era el uniforme de prisionero, pues se trataba de enviar un mensaje a los seres queridos, en donde el dolor no debía verse.

Se trata de la primera vez que las obras de los artistas presos en Auschwitz son el tema principal de una exposición, pues hasta ahora se había mostrado alguno de forma complementaria a otros proyectos más amplios, recordó la vicedirectora del museo del antiguo campo nazi, Krystyna Olesky. Hasta ahora los cuadros habían sido presentados como documentos históricos, pero no como arte. 30 de los autores de los cuadros se conocen, 8 son anónimos.