La devolución por parte de Alemania de 13 objetos culturales precolombinos también refleja una tendencia reciente de coleccionistas privados que devuelven lo que no es suyo.
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El descubrimiento y la devolución de artefactos mayas y de otras culturas precolombinas han sido noticia últimamente: algunos coleccionistas privados, tanto en Alemania como en otros países, han entregado voluntariamente los objetos en disputa.
A finales de 2020, un hombre de la ciudad de Klötze, en el estado de Sajonia-Anhalt, al este de Alemania, se puso en contacto con la policía para entregar unas armas de la época de la Segunda Guerra Mundial que habían pertenecido a su padre.
Sin embargo, su sótano albergaba también una colección de 13 objetos, entre los que se encontraban figuras, platos y tazas que databan de entre el 250 y el 850 d.C. Afirmando desconocer su origen, dijo que habían sido adquiridos por menos de 100 euros (116 dólares) en un mercadillo de Leipzig en 2003.
Más tarde, un experto confirmó la autenticidad de los objetos y declaró que 11 de las piezas se produjeron en la actual Guatemala y otras dos procedían de Teotihuacán, situada a unos 40 kilómetros (25 millas) al noreste de la actual Ciudad de México.
Este viernes 5 de noviembre de 2011, el primer ministro del estado federado alemán de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, entregará estos valiosos objetos culturales mayas al embajador de Guatemala, Jorge Lemcke, y al de México, Francisco Quiroga, en una ceremonia en Berlín.
El fragmento de piedra, que se cree que fue saqueado de un sitio arqueológico maya en la década de 1960, representa la cabeza de un gobernante de Piedras Negras, con un tocado en forma de ave de rapiña. Piedras Negras fue la capital de un reino maya que existió entre el siglo IV a.C. y el IX d.C., y estaba situada en lo que hoy es el noroeste de Guatemala.
El diario Los Angeles Times informó de cómo el objeto cambió de manos varias veces antes de ser adquirido finalmente por los coleccionistas privados Manichak y Jean Aurance en París. Posteriormente, se incluyó en una colección de artefactos precolombinos que se subastaría en París en 2019. Se había estimado que su precio oscilaría entre los 23.325 euros (27.000 dólares) y los 33.692 euros (39.000 dólares).
Sin embargo, Guatemala se opuso y presentó pruebas de su procedencia con dibujos y fotografías que databan de su descubrimiento en 1899, y la talla fue entonces retirada de la subasta.
A continuación se produjeron negociaciones entre Manichak Aurance, los Gobiernos francés y guatemalteco, y la UNESCO, que posteriormente emitió un comunicado en el que afirmaba que Aurance había optado por devolver voluntariamente el objeto.
"La entrega voluntaria de este fragmento de estela maya a su tierra natal en Guatemala muestra la evolución del entorno internacional, a favor del retorno de objetos y artefactos culturales emblemáticos a su tierra de origen, bajo la orientación de la UNESCO, en los últimos 50 años", declaró la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, en un comunicado.
"También muestra la importancia de la Convención de la UNESCO de 1970, en la lucha contra el tráfico ilícito de objetos culturales. Esta historia de éxito ha sido posible gracias a la cooperación internacional y a la buena voluntad de un coleccionista privado; es un modelo a seguir por otros".
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Sensibilidad creciente
Asimismo, en mayo de este año, dos coleccionistas privados alemanes devolvieron voluntariamente a México 34 objetos precolombinos. 28 de los objetos estaban en la ciudad de Monheim am Rhein, en el oeste de Alemania, y los seis restantes en Recklinghausen, a unos 70 kilómetros de distancia.
El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, Diego Prieto, destacó la "creciente sensibilidad" de la comunidad mundial sobre la necesidad de respetar el patrimonio cultural y devolver los objetos.
InsightCrime.org informó, en febrero de 2020, que en Guatemala siguen existiendo mercados ilegales que venden artefactos mayas. Citando a un experto de la Fundación La Ruta Maya, el informe explicaba cómo los yacimientos mayas fueron saqueados entre los años 60 y 80, cuando una tendencia de exposiciones precolombinas en Estados Unidos hizo que aumentara la demanda de objetos culturales por parte de museos y coleccionistas privados.
Tesoros del arte precolombino en el ojo de la tormenta
Representantes diplomáticos de once países latinoamericanos protestaron en Berlín por una subasta de arte precolombino porque "lesiona gravemente" los derechos fundamentales de sus respectivos pueblos.
Imagen: Bildarchiv Steffens/akg/picture alliance
Más de 320 objetos de siete países latinoamericanos
La controvertida subasta ofrecía numerosas estatuas, vasijas y otras piezas de la época precolombina, procedentes de países como México, Bolivia, Costa Rica y Panamá. Los precios estimados comenzaban desde los 100 euros por una cabeza de arcilla de Perú que, presumiblemente, tiene más de 1.000 años de antigüedad. Foto: escultura de una persona con una máscara de jaguar olmeca. (1000-800 a.C.).
Imagen: Bildarchiv Steffens/akg/picture alliance
Máscara funeraria olmeca
La pieza más cara de esta subasta es una excepción, tanto del punto de vista artístico como por su precio. La máscara funeraria de un noble olmeca entró a la subasta con un valor estimado de 100.000 euros. En la foto se ve una máscara olmeca del estado mexicano de Colima, parecida a la de la subasta, que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de México.
Imagen: Bildarchiv Steffens/akg/picture alliance
Todo legal, según la casa de subastas
La casa de subastas Gerhard Hirsch Nachfolger, con sede en Múnich, declaró en un comunicado que todos los objetos, algunos de ellos de más de 2.000 años de antigüedad, están acompañados de un "certificado que prueba que su presencia en Alemania es legal". Foto: figurilla femenina de Tlatilco, México. (1200-900 a.C.).
Imagen: Liszt Collection/Artokoloro/imago images
"Exigimos el respeto debido"
Varios países latinoamericanos protestaron contra esta subasta. En una rueda de prensa en Berlín, el embajador de Perú, Elmer Schialer Salcedo, dijo: “Estas piezas precolombinas fueron hechas por los antecesores de nuestros pueblos originarios y necesitamos y exigimos el respeto debido a ese derecho moral que tienen estos pueblos”. Foto: figurilla femenina de Tlatilco, México (1200-900 a.C.).
Imagen: Liszt Collection/Artokoloro/imago images
"Patrimonio cultural de los pueblos originarios"
En la misma rueda de prensa, el embajador de México, Francisco Quiroga, subrayó: “Estas piezas fueron sustraídas, muy probablemente, ilegalmente de los países de origen. Estas piezas no nada más son patrimonio cultural de los pueblos originarios, son también de significancia histórica para la humanidad”. Foto: figura femenina bicéfala de Tlatilco en México (1200-900 a.C.).
Imagen: Liszt Collection/Artokoloro/imago images
"Bienes culturales de gran importancia"
Los embajadores hicieron un llamamiento a los ciudadanos para que presionen a las instituciones y a las empresas por la devolución. Estos bienes culturales son de gran importancia para sus países y son "una parte inseparable de su identidad cultural y social", subrayó el grupo de embajadores de América Latina en Berlín. Foto: estatuilla de arcilla de Tlatilco en México (1200-900 a.C.).
Imagen: Liszt Collection/Artokoloro/imago images
Discreción sobre precios de la subasta
La subasta finalizó, tal como se planeó, en la noche del martes (21.09.2021). La casa de subastas Gerhard Hirsch Nachfolger no ha querido comentar el número de artículos que cambiaron de manos y los precios alcanzados. Foto: figura de un niño de la cultura olmeca (1400-1200 a.C.).
Imagen: Marius Becker/dpa/picture alliance
Huehuetéotl volvió a México
A veces, el arte precolombino encuentra el camino de vuelta a su país de origen sin complicaciones. En mayo de 2021, Alemania devolvió varios objetos de arte a México y Guatemala que se habían encontrado en una granja. Entre ellos, también una figura de arcilla con un candelabro (foto), probablemente de 1.500 años de antigüedad, que representa a Huehuetéotl, el dios del fuego de Teotihuacán.
Imagen: Ronny Hartmann/dpa/picture alliance
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¿Quiénes son los dueños legítimos?
La guerra civil de Guatemala también obligó a algunos arqueólogos a abandonar los sitios de excavación, dejándolos expuestos a las comunidades rurales empobrecidas, que buscaban fuentes de ingresos adicionales, recordaba Nikolai Grube, catedrático de Estudios de la América Antigua de la Universidad de Bonn, en una entrevista concedida a DW en mayo de este año.
Y, al referirse a cómo algunos pueblos indígenas empobrecidos tuvieron que recurrir al saqueo y la venta de objetos de sus propios sitios culturales para ganarse la vida, Grube insistió, además, en que los pueblos indígenas de América Latina son en realidad los legítimos dueños de estos artefactos.
"Sus antepasados crearon estos bienes culturales. Pero hoy en día, ni siquiera se les permite hablar su lengua; no se les enseña en la escuela, su cultura no forma parte de la vida nacional. Reina una especie de apartheid. Los miembros de la población indígena viven en la pobreza en el campo, o en las favelas de las grandes ciudades", resumió el experto. Y criticó que muchas instituciones culturales como los museos suelen maniobrar sin su participación.
(gg/rml)
Los Mayas, arquitectos, astrónomos y amantes del maíz
Eran brillantes arquitectos y astrónomos. Hoy, sus edificios atraen a turistas de todo el mundo. El declive del imperio maya plantea muchos misterios.
Imagen: Sergi Reboredo/picture alliance
Construcción de ciudades en la selva
Los mayas fueron los únicos pueblos antiguos que construyeron enormes ciudades en la selva tropical, hasta 100.000 personas vivían allí. La razón por la que los mayas abandonaron sus casas en el siglo IX sigue siendo un misterio. ¿Fueron guerras o catástrofes naturales las que los obligaron a huir? Hoy en día, impresionantes templos y palacios son testigos de la avanzada civilización hundida.
Imagen: picture-alliance/dpa/INAH
Ruinas de Calakmul, en México
Cuando los españoles se encontraron con los magníficos edificios cubiertos de lianas, en el siglo XVI, no creyeron que los antepasados de los indígenas hubieran construido tales edificios. En cambio, pensaron haber descubierto restos egipcios, o incluso la legendaria Atlántida. No fue sino hasta 1784 cuando los investigadores, entre ellos Alexander von Humboldt, intentaron desvelar el misterio.
Imagen: picture-alliance/dpa/INAH
¿Observadores de estrellas pacíficos?
Incluso en el siglo XXI, hay quienes creyeron en la profecía del calendario maya de que el mundo se acabaría en 2012. Debido a su sofisticada astronomía, durante mucho tiempo se pensó que los mayas eran pacíficos observadores de las estrellas. Luego, cuando se descifró por fin su escritura hace unos 40 años, quedó claro: los mayas también libraban regularmente guerras entre ciudades vecinas.
Imagen: Historisches Museum der Pfalz/Grafik und Programmierung: PXNG.LI Gmbh
Dioses hablaban a través de reyes y reinas
La sociedad maya estaba estrictamente jerarquizada. En la cima estaba el dios-rey: a través de él, creía el pueblo, hablaban los dioses. Se construyeron magníficos templos en su honor. Si una dinastía carecía de un heredero masculino al trono, a veces una reina asumía el poder. En la foto, la legendaria guerrera Wakchanjalam, que ordenó construir muchos monumentos en su nombre.
Imagen: Historisches Museum der Pfalz/Ricky López Bruni
Rituales de sacrificio
Los prisioneros de guerra eran obligados a trabajar en la construcción de templos o palacios. En las dedicatorias, a veces se ofrecían a los dioses como sacrificios humanos, como se muestra aquí en un recipiente. Pero el incienso, el tabaco y los sacrificios de sangre eran más populares. En estos últimos, las mujeres se perforaban la lengua, los hombres los miembros.
Imagen: Fundación La Ruta Maya, Guatemala
Un dios de la muerte para cada tipo de fallecimiento
Esta representación de un dios de la muerte procede de la tumba de un rico dignatario. Había un dios distinto para cada tipo de muerte. A menudo, se les representaba como figuras esqueléticas que bailan, como sigue ocurriendo hoy en día en México durante el Día de los Muertos. Los mayas creían en la resucción, en forma de plantas de maíz, e incluso como un dios del maíz.
Imagen: Historisches Museum der Pfalz/Ricky López Bruni
Maíz sobre todas las cosas
Los mayas tenían unos 8.000 dioses, y el dios del maíz era uno de los más importantes. Aquí se lo ve en un plato. El maíz no sólo era un alimento básico; los mayas creían que el maíz era el origen de todo lo vivo. En su mitología, Hunab Ku, el creador del cosmos, formó a los humanos a partir de masa de maíz. Era el señor de todos los dioses, y el único que nunca fue representado como una figura.
Imagen: Historisches Museum der Pfalz/Carolin Breckle
Cacao para la nobleza
El cacao también era codiciado, pero la planta era infinitamente más exigente. Esta bebida de lujo se consideraba sagrada y estaba reservada al rey y a la nobleza. Y, por supuesto, había una diosa del cacao que protegía el exquisito producto de consumo. Aquí adorna la tapa de un quemador de incienso decorado alrededor con granos de cacao. El incienso se utilizaba regularmente en los rituales.
Imagen: Historisches Museum der Pfalz/Ricky López Bruni
Cosechas y mercancías a las espaldas
En tiempos del apogeo de la cultura maya, entre los siglos II y IX, no había bestias de carga, hasta que los españoles llevaron caballos y burros al Nuevo Mundo. Antes, los mayas transportaban las cosechas y las mercancías a sus espaldas. El motivo por el cual el artista dio a la escultura de esta imagen la cabeza de un coatí es uno de los misterios que siguen sin resolverse a día de hoy.
Imagen: Historisches Museum der Pfalz/Ricky López Bruni
Fino trabajo sin herramientas metálicas
Esta pequeña máscara de jade probablemente adornaba la hebilla de un cinturón. Los mayas trabajaban la dura roca de forma artesanal con agua y arena, porque el metal era desconocido. Los labios estaban teñidos de rojo coral. Los investigadores creen que los miembros de la nobleza en particular crearon numerosas obras de arte; muchas de las esculturas y artefactos encontrados llevan sus firmas.
Imagen: Historisches Museum der Pfalz/Ricky López Bruni
Testimonio silencioso
Esta escultura de piedra caliza, de casi tres metros de largo y uno de ancho, decoraba la fachada de un edificio hace muchos siglos. ¿Quién era el hombre de la máscara del dios jaguar? ¿El gobernante del inframundo, un rey o un guerrero? La respuesta sigue siendo incierta, pues las piedras son testigos mudos de la cultura.
Imagen: Fundación La Ruta Maya/Jorge Pérez de Lara Elías
Los dioses no se olvidan
Aunque la alta cultura maya desapareció, unos seis millones de mayas siguen viviendo en el territorio de sus antepasados. Muchas tradiciones han sido olvidadas, eliminadas por los españoles. Sin embargo, aún hoy los mayas rinden homenaje a los dioses de sus antepasados: Cristo se fusiona con el dios del maíz, y se reza al dios de la lluvia para que haya una buena cosecha.
Imagen: picture-alliance/robertharding
Por fin descifrado
Hay muchas teorías sobre el pueblo maya, y otros tantos misterios. Hasta los años 60, investigadores norteamericanos y europeos dirigían las excavaciones. Ahora, científicos de México y Guatemala están liderando el camino, en busca de su propia historia.